Título: Breve antología literaria sobre los Comuneros y Villalar Publicado por: Maelstrom en Mayo 18, 2009, 04:28:13 He aquí una breve selección literaria sobre los Comuneros y Villalar. Desde el siglo XVI, la rebelión comunera ha sido objeto de numerosísmas creaciones literarias. Fue el liberal Manuel José de Quintana el primer poeta que ensalzó a los Comuneros; considerando al héroe Juan de Padilla como debelador del despotismo y adalid de la libertad. A partir de entonces, serán los rebeldes castellanos reinvidicados por las Cortes de Cádiz, prohombres de la política como Francisco de Paula, Martínez de la Rosa o Martínez Marina exaltan a Padilla, Bravo y Maldonado. Juan Martín Díez "El Empecinado" conmemorará el tercer centenario de la batalla de Villalar. Y aunque a partir de la Restauración historiadores y políticos reaccionarios denigren al movimiento comunero, las obras ensalzando a éste continuarán a lo largo del tiempo. Así, Villaespesa escribe el drama La Leona de Castilla, protagonizado por María Pacheco. Con motivo del cuarto centenario de la derrota (1921) el fervor literario se acrecienta. En El Rebaño de Fernando López, los comuneros son presentados como pastores que no consiguen guardar al rebaño (el amedrentado pueblo de Castilla) y los lobos imperiales se cebarán con él. En la Guerra Civil (1936-1939) los comuneros vuelven a ser vistos como un símbolo de libertad. Y, tras el paréntesis franquista, llegamos al gran renacimiento de los estudios sobre la revuelta castellana. En aquella época aparece Por qué perdimos la guerra, ensayo de Diego Abad de Santillán, relevante anarcosindicalista. Él también reivindica a los comuneros.
De los distintos manifiestos castellanistas vamos a ver tres de los más significativos: el del Bloque Regionalista, el de Villalar 83: Por Castilla y León desde la cultura y el de Tierra Comunera (1995). La prosa de estos escritos lanza un grito de libertad y de esperanza en una Castilla abandonada y olvidada. Las cálidas voces de dos poetas castellanos, Marcelino García Velasco y Octavio Uña, palentino y zamorano, completan esta modestísima recopilación. Castellanos, alzaos; la inmensa huella corrió de tres edades por mi sangre infeliz; corrió y aún ella hierve creciente y a venganza os llamas. ¿Queréis por dicha conllevar la pena del siglo vil a quien mi muerte infama? ¿Seguir besando la fatal cadena? .............................................. ¿Por qué culpar a las estrellas de esa mengua cruel? ¿Por qué te olvidas de tu ambición fanática y sedienta, que de prudencia el nombre sacrosanto a usurpar se atrevió? Yo los desastres de España comencé y el triste llanto, cuando, expirando en Villalar Padilla, morir vió en él su libertad Castilla. Manuel José de Quintana, A Juan de Padilla, Madrid (1797) PUEBLO.- ¡ O Muerte o Libertad! VIUDA- Muerte, y no infamia. ¡Libertad! Al lidiar en los combates, el infeliz Padilla apellidaba ¡Libertad! al caer lleno de heridas; y al cortar la cuchilla su garganta, de ¡Libertad! al Sacrosanto Nombre entre sus yertos labios resonaba. ¡Imitadle! Murió por vuestra Gloria: o vengadle o morir: él os lo manda. Francisco Martínez de la Rosa, La viuda de Padilla, Madrid (1814) LUDOVICO.- ¡También de Castilla es Rey quien ciña manto imperial! DOÑA MARÍA.- ¡Mas para los comuneros que, con su soberbia humilla, no es monarca de Castilla quien no respeta sus fueros porque aquí no toleramos que los reyes nos den leyes, las que nosotros les damos. ¡Presta a los hijos, Señor, para poder defender la Libertad de Castilla! Y su vencida se humilla ¡Dale a esta débil mujer fortaleza en su sufrir para poderla vengar! ¡Alientos para matar o valor para morir! Francisco Villaespesa, La Leona de Castilla, Madrid (1918) Villanos son los que sobran; pastores son los que faltan que, sin dormirse descansen contra su pecho apoyada, por si los lobos vinieran, como una cruz, su cayada. Durmiéronse los pastores, y el lobo entró en la majada como entra la hoz en las mieses y entra el granizo en las cañas. No nos quejemos Tovar; si aquí se perdió la causa fue porque entró en nuestras redes el Condestable, que estaba rondando, atento y de cerca, la silenciosa majada. Durmiéronse los pastores, tanto pudieron las dádivas con el temor, y ahora vemos cómo el rebaño, sin guardas apenas se grita: ¡El lobo!, por el terror se desmanda. Si allá Girón y los suyos se duermen, a igual usanza que los de acá, por perdida tendremos ya la jornada, que sólo habrá por Castilla, para baldón de su fama, pastores que se durmieron y ovejas que se desmayan. F.López Martín, El Rebaño, Madrid (1921) Una historia o cronicón cuenta que en cierta ocasión un rey, fecundo en errores, escribió allí esta inscripción: "Aquí mueren los traidores" Y añade la misma historia, que Dios ordenó borrar esta frase infamatoria, y Él escribió en su lugar: "Aquí se alcanza la Gloria" José Rodao, Villalar, (1921) ¿Dónde la Castilla de los Comuneros? ¿Cuándo el claro día, fuerte y español? Hoy Castilla duerme...Mas sus terrazgueros con el alma surgirán al Sol. Enrique de Mesa, La posada y el camino, Madrid (1928) El encuentro de Villalar es una de las principales acciones miliatres libradas en la península, decisiva no sólo en la posesión del terreno, sino en la posesión del gobierno y en los destinos del País. Manuel Azaña, Plumas y Palabras, Madrid (1930) Hincóse ante el verdugo la rodilla que ante el Rey se negó tu orgullo a hincar, como el cuello que el trono ansió humillar se dobló sobre el tajo, que no humilla; y al caer, a cercén de la cuchilla, con tal cuño la Historia hizo acuñar la moneda de mieses de Castilla; rubio doblón por la labor batido, con tu cara en su cara ennoblecido, y en la cruz, con tu cruz de comunero; si en paz, de todos pan en la ancha tierra. pero escudo de todos cuando, en guerra, no quiere avasallar el extranjero José García Pradas, Juan de Padilla en Guerra Civil, Ediciones Tierra y Libertad, Madrid (1948) Villalar se convierte, así, en un dato histórico de importancia nacional y Padilla, Bravo y Maldonado son promovidos al papel de grandes hombres y de precursores. Su derrota señala el comienzo de la decadencia, el fin de la libertad y de la independencia nacionales. Lo que desapareció en Villalar no fueron las libertades castellanas, es decir, económicas, sino quizá la libertad política y la posibilidad de imaginar otro destino al de la España Imperial con sus grandezas y sus miseris, sus hidalgos y pícaros. Joseph Pérez, La Revolución de las Comunidades de Castilla (1520-1521), Editorial Siglo XXI, Madrid (1977) Sin embargo, la verdad se sabe abrir paso, y aunque a distancia en el tiempo, los vencidos de Villalar, por ejemplo, brillan mucho más y conmueven más honradamente a las generaciones que les sucedieron que el recuerdo de sus vencedores. Simbolizaban la lucha de lo nativo, de lo africano, contra la invasión, entonces invasión del absolutismo monárquico, concepción desconocida en la práctica política de un pueblo que trataba de tú a sus reyes y los nombraban para que lo fueran en justicia, y si no, no, sosteniendo a través de todas las doctrinas el derecho de insurrección y el regicidio contra los tiranos. Diego Abad de Santillán, Por qué perdimos la Guerra, Barcelona (1977) Villalar tiene su sangre entrecortada de miedos, su corazón está triste y loco su pensamiento ............................ ¿Por qué no crecen los trigos? ¿Por qué cosechamos cardos? ¿Por qué Castilla se muere? ¡Sus rosas decapitaron! ............................. ¡Ay, Villalar!...¡Ay tragedia! ¡Ay qué dolor!...¡Ay qué espanto! Cabalgan jinetes locos a lomos de potros blancos removiendo viejas penas. ¡Castilla, lo más granado! Rotas nuestras libertades jamás florecerá Mayo. ¡Ay Villalar!...¡Ay tragedia! ¡Castellanos!...¿Hasta cuando...? Godofredo Garabito, Amapolas Comuneras, Valladolid (1978) Castellano-leoneses: hace 457 años morían aquí, decapitados, tres hombres, tres capitanes de los Concejos y Comunidades, por defender las libertades de Castilla y León, esas libertades populares que eran nuestra característica y nuestro orgullo; pero con ellos morían algo más que tres hombres, moría toda una Nación. Porque desde aquel día Castilla y León no volvieron a ser dueños de sus destinos; esclavizados y sometidos al poder central de la Monarquía, Castilla y León se convirtieron en las primeras víctimas de ese centralismo, que año tras año y siglo tras siglo han ido chupando nuestros dineros, nuestros productos, y finalmente nuestros hombres, con la emigración forzosa de millón y medio de nuestros compatriotas. Hoy, toda Castilla y León en pie exige un puesto solidario y fraterno con todos los pueblos de España, pero un puesto en igualdad y justicia. No queremos ser más que nadie, pero tampoco vamos a tolerar que se nos trate como a ciudadanos de segunda clase. Nuestro regionalismo se opone tanto al chauvismo de afanes imperiales como a cualquier intento de anular nuestra cultura, nuestra personalidad y esencia como pueblo, manteniñendonos como tierra colonial proveedora de materias primas y mano de obra barata. Fieles a nuestras tradiciones democráticas e igualitarias la bandera de la justicia orientará todos nuestros esfuerzos: nuestra Autonomía debe ser el instrumento para poner fin a las injusticias y discriminaciones que estamos sufriendo como pueblo. Pero también esa misma Autonomía ha de ser el instrumento para alcanzar una mayor justicia e igualdad dentro de la región: entre nuestros hombres todos de Castilla y León, entre el campo y la ciudad, entre el empresario y el trabajador; que el esfuerzo y sudor de todos no corra en favor de unos pocos. Nuestra Autonomía queremos sea la Autonomía del pueblo todo y que sirva a los auténticos intereses de ese pueblo sin excepciones. El Bloque Regionalista está con el pueblo castellano-leonés, no con los poderes y burócratas del centralismo, y con el apoyo de ese pueblo construiremos esa nueva Castilla y León que sea nuestra de verdad. No queremos una Autonomía vacía sino una Autonomía de realidades inmediatas, que aborde en el acto nuestros problemas y traiga soluciones a nuestro campo, industria a nuestras comarcas abriendo así el único camino de regreso a nuestros emigrantes y de florecimiento colectivo para toda Castilla y León. ¡¡Viva la Autonomía!! ¡¡Viva Castilla y León!! Un grito que nadie puede silenciar. Manifiesto del Bloque Regionalista (PANCAL, Alianza Regional de Castilla y León, Partido del Trabajo de Castilla y León) Desde sus raíces en la geografía y en la historia, Villalar ha llegado a ser un símbolo para las gentes de Castilla y León, enfrentadas ayer a las pretensiones foráneas de destruir su identidad y abocadas hoy a la tarea de reconstruirla. Desde los frutos de los hechos de aquel 1521 han ido cayendo sobre Castilla y León, derrota tras derrota, las consecuencias amargas de la gestión impuesta a las cosas de España por las minorías detentadoras del poder. La identificación entre sus intereses de privilegiados y su particular interpretación de nuestra historia ha llegado al presente a nuestra Región a extremos insoportables. Nos enfrentamos, por un lado, a un empobrecimiento socioeconómico que alcanza connotaciones especialmente graves porque se ha debilitado incluso la capacidad reivindicativa de la población que lo debiera denunciar y encarar. Por otro lado, el interés, la rutina, la incomprensión o la inercia prolongan sus ideas que cargan sobre nuestra Región y nuestro pueblo hechos o voluntades hegemónicas que llegan a ser hirientes para quienes, día a día, contruimos nuestra concreta realidad. Nunca, sin embargo, desde Villalar, las gentes de Castilla y León han encontrado circunstancias tan favorables como las presentes para hacer frente a este pesado lastre heredado del pasado y tomar en sus manos la tarea de labrar nuestro propio futuro y recrear nuestra identidad. En estas condiciones, el símbolo de Villalar se levanta hoy como un reto a nuestra responsabilidad y a nuestra creatividad. A punto de configurar nuestra configuración autonómica, la responsabilidad de nuestra ordenación institucional alcanza calificativos de histórica. Y esperamos que quienes participan en este reto desde la gestión política sepan estar a la altura. Somos conscientes, sin embargo, de que sin una participación, a la vez constructiva y crítica de nuestra sociedad, su intervención puede verse abocada a límites intolerables, al filo del símbolo de Villalar, a la implicación activa del común de nuestras gentes en la labor de reconstruir nuestra propia indentidad regional. Tarea en la que corresponde un papel de vanguardia a quienes encauzan su contribución desde un ámbito de la cultura y del quehacer intelectual. Nada añadimos a lo que es evidente si afirmamos que hacer Castilla y León es contribución esencial a la tarea en marcha evidente de construir un nuevo tipo de Estado. En consecuencia con ellos, quienes tienen en sus manos la responsabilidad del Estado habrán de dar a Castilla y León la consideración que se deriva tanto del espacio que le corresponde en el marco político español como de su precaria situación tras siglos de postración. Desde esta visión del momento histórico en la Región y en el País cobra toda su dimensión la solidaridad entre los pueblos de las Comunidades Autónomas del Estado. Solidaridad para la cusa común y para la específica labor de hacer avanzar los proyectos propios. Muchas de nuestras gentes tuvieron que abandonar Castilla y León. Con su trabajo, contribuyeron al desarrollo de otras Regiones hermanas. En ocasiones, la coexistencia de lenguas y culturas diferentes pudo inducir a comprensiones o discriminaciones que será preciso superar. En nuestra propia región hay asi mismo tensiones que el tortuoso proceso autonómico no ha hecho sino enconar. Al tiempo, pues, que llamamos a la responsabilidad en la hora de plantearlas y tratarlas, expresamos nuestro convencimiento de que una gestión madura de los asuntos regionales contribuirá a sedimentar las aguas revueltas. Posibilitará ello la recuperación de cuantas fuerzas para hacer Castilla-León sean susceptibles de ser recuperadas sobre amplias bases de coindicencia. Sólo así será posible la incorporación de la gente joven a una causa que cobre para ellos significado y que merezca dedicarle su entusiasmo, proyectos de futuro y capacidad de imaginación. Al pie, este año, del símbolo de Villalar, desde nuestro específico clima en el ámbito del quehacer intelectual y la cultura, afirmamos que Castilla-León puede superar la imagen, envuelta hoy en harapos y ayer dominadora, que en balde fustigara don Antonio Mahcado. Y al recoger la antorcha de generaciones que nos precedieron hacemos nuestro el canto de Jorge Guillén sobre el momento nuevo de Castilla y León. " ¿Por qué puede quedar atrás Castilla, olvidada y sola, si existe? Podría haber olvido si no hablara, si no se expresara. Pero habla y se expresa. Existe". Por Castilla y León, desde la cultura. Manifiesto de intelectuales e integrantes de la editorial ÁMBITO. (Villalar de 1983) Villalar, Villalar ¿cómo cuenco tan pequeño toda la tierra de Castilla, la canción pura, alada cuna de LIBERTAD? ¡Ah, señor Obispo: Pecheros, si perdemos ahora, nunca más volveréis a cantar al sol, el himno bravo de la libertad. M. García Velasco, en Alada cuna de libertad, Palencia (1979) Posa tu vuelo al agua del aljibe, tórtola de la paz. Deja mansa al brocal la verde oliva de tu viaje. Ven, mira manos de pan, penas cansadas. Ven a Castilla, ven a Villalar, paloma que elevaste el anhelo en la tarde. Que ya es vieja Castilla: ara blanca, ya llantos llenos dos ojos. Ven a este patio, abandonado, triste de la Tierra de Campos: sólo el musgo y la hiedra. Y sin palabra. Octavio Uña, Antemural, Carboneras de Guadazaón, Cuenca (1979) ¡Venid a mí, comuneros! Acordad concejo abierto, trasplante mi herencia al roble, sembrad la unión de mi pueblo, levantad las mis picotas y echadme caciques luego, arrancad raíces muertas para engendrarme de nuevo. Juan de Castilla, Poetas para la nueva Castilla, Colmenar Viejo, Madrid (1981) Alcemos la voz al Cielo los brazos justicieros: Patria Santa, no estás sola, ¡Aquí, están tus Comuneros! Castilla, mártir silente, de tu vientre desangrado siguen naciendo personas izando el Pendón Morado [bis] Unidad, unidad, unidad nos bastará. Izando el Pendón Morado, gritando: ¡Soy Comunero! ¡Aquí nadie es más que nadie! Que lo sepa el mundo entero. No sucumbió en Villalar el coraje castellano, ni soportará Castilla la garra de otro tirano [bis] Unidad, unidad, unidad nos bastará. Castellanos unidos, Castilla unida será. Cuna de las libertades tierra de los viejos fueros, pueblo recio, de alma noble, hombres leales y austeros. Para implorar no nacieron los altivos castellanos, porque no sabe implorar quien se basta con sus manos. [bis] Unidad, unidad, unidad nos bastará. Hemos de verte, Castilla, la de historia más honrada, por la fuerza de tus hijos siempre en pie, jamás postrada. Y volverán las canciones sobre tu extensa besana, la sonrisa de tu pueblo dueño, al fin, de su mañana. [bis] Unidad, unidad, unidad nos bastará. Himno Comunero, escrito por el Concejo Comunero de Soria (1992) Hoy se encuentra en cuestión la propia existencia de Castilla. Tergiversada nuestra historia, engañado nuestro pueblo y fragmentado nuestro territorio en varias Comunidades autonónomas cuyos gobernantes son títeres en manos de los partidos estatales. Nuestra economíastá en una profunda crisis, con una industria débil y dependiente, y el campo condenado al exterminio por la política del Mercado Común, los bajos precios agrarios y el despoblamiento. Nuestros recursos naturales y energéticos son esquilmados, nuestro ahorro se invierte fuera de Castilla, nuestra tierra se ve marginada de los grandes proyectos del Estado y, acosada por el paro y la escasez de vivienda, nuestra juventud se ve obligada a emigrar. Los culpables de esta situación son el gobierno estatal, que no reconoce a Castilla como una nacionalidad histórica, los intereses económicos extranjeros que explotan nuestros recursos y los caciques y especuladores de Castilla, que mantienen sus privilegios a costa del atraso del pueblo. La única solución está en la toma de conciencia del pueblo castellano y en su organización en un movimiento popular que como Tierra Comunera luche por un futuro de progreso para toda la nación castellana, en el marco de una sociedad justa, libre y solidaria. Comunicado de Tierra Comunera para el Villalar de 1995. Título: Re: Breve antología literaria sobre los Comuneros y Villalar Publicado por: rioduero en Mayo 18, 2009, 05:03:26 De quien es?
Título: Re: Breve antología literaria sobre los Comuneros y Villalar Publicado por: rioduero en Mayo 18, 2009, 05:23:43 Tengo fe en que esta usted ya preparado para hacer algo mas estenso, sobre ciertos temas relacionados con Castilla, y que sean de cosecha propia
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