Título: Estatuto y federalismo Publicado por: Jocho en Enero 01, 2006, 19:02:32 A mi juicio el proyecto de estatuto de Cataluña presenta por lo menos dos aspectos inaceptables para el resto de Comunidades Autónomas. Uno es el el de la financiación, que ya comentaré posteriormente.
Otro el hecho de la relación bilateral que se quiere establecer entre Cataluña y el estado, que la aleja del federalismo, por lomenos del federalismo simético que hasta ahora conocíamos, en el que "nadie es más que nadie". Tal y como está redactado, Cataluña tendría una relación privilegiada que le permitiría excluir practicamente al estado de su territorio, una independencia de facto en casi todos los ámbitos, pero al mismo tiempo, y esto es lo sorprendente, poder para controlar o cuando menos influir en todos los órganos estatales significativos. Obviamente este tipo de rlación es inaplicable a 17 si no se quiere que la toma de cualquier decisión de cualquier organo estatal sea algo entre desquiciante y surrealista...Pero si solo se aplica a Cataluña, el resto de autonomías estarán en una situación, no ya de agravio comparativo sino casi de indefensión. El siguiente artículo de Santos Juliá en El País, creo que lo deja bien claro. Saludos SANTOS JULIÁ DOMINGO - 01-01-2006 El 'plan Ibarretxe', aprobado hace un año, no reformaba el Estatuto de Gernika, sino que liquidaba la Constitución que lo hizo posibleEs ya lugar común entre expertos en derecho constitucional sostener que, desde la aprobación de los estatutos de autonomía y de la elevación del techo competencial de las comunidades de vía lenta, el Estado español ha evolucionado en una dirección netamente federal aunque hayan faltado para este viaje algunas instituciones propias de este tipo de Estados, como, sobre todo, una verdadera cámara de representación territorial. Parlamentos, Gobiernos y tribunales de las comunidades autónomas han empujado al unitario y centralizado Estado español en una dirección federalizante con mucha más intensidad y rapidez de lo que nadie podía imaginar en 1978. Sólo a partir de una crasa ignorancia de lo ocurrido en los últimos veinticinco años puede afirmarse que ese Estado ha fomentado tendencias centrífugas. En realidad, los que han impulsado esas tendencias, con todos los recursos transferidos por ese mismo Estado, han sido los partidos nacionalistas cuando comprobaron el arraigo de la nueva estructura federal y decidieron proponer reformas estatutarias que no reforman lo que dicen reformar, sino que empujan en otra dirección. Fue el caso del Estatuto Político de Euskadi, más conocido como plan Ibarretxe, aprobado hace un año en el Parlamento vasco gracias al salomónico y espurio reparto de votos de la ilegalizada Batasuna: su propuesta de Estado libre asociado no reformaba el Estatuto de Gernika, sino que liquidaba la Constitución que lo hizo posible. No constituyó, por tanto, sorpresa alguna que el Parlamento español rechazara el plan, aunque Ibarretxe acusara a Zapatero y a Rajoy de violar con su negativa la Constitución. El caso catalán es diferente. En su origen, el proyecto de nuevo estatuto ha gozado del apoyo del 90% de los diputados del Parlamento de Cataluña. Y en su largo recorrido, el acuerdo entre Gobierno y oposición -como fue, para el rechazo, el caso vasco, y para la admisión, el valenciano- tiene escasas posibilidades de repetirse. A caballo entre uno y otro, el futuro del proyecto catalán no depende de un pacto entre los partidos de ámbito estatal y los nacionalistas catalanes, sino de las negociaciones, ante todo, dentro de la familia socialista; además, entre los socialistas y sus socios, o sea los nacionalistas de Esquerra, y, en fin, entre todos éstos y los nacionalistas de centro-derecha, o sea CiU. Arquitectura básica Y esta sí que es una auténtica novedad en cuestiones que modifican la arquitectura básica del Estado y no la mera distribución de competencias fiscales. Ciertamente, durante el año que hoy acaba, y sobre todo en las últimas semanas, la financiación ha sido tema central, pero no es el único ni el más importante. Más allá han aparecido otras cuestiones relativas a la identidad nacional y a la relación de la Generalitat con el Estado. Y ahí es donde la hipótesis de un acuerdo que implique a una sustancial mayoría del Parlamento español parece fuera de lugar y donde resalta con más fuerza el creciente deterioro de los vínculos entre PSC y PSOE y la fragilidad de la coalición entre PSOE y Esquerra. Todo gira, como es notorio, en torno a la relación que el nuevo Estatuto pretende establecer entre la Generalitat y el Estado. Dejando aparte que Generalitat no dice relación a Estado sino a Gobierno, se trata de una relación muy especial: mientras el Estado desaparece de Cataluña, Cataluña aspira a contar con una representación propia y diferenciada en todas las instituciones del Estado. Esta curiosa concepción de la bilateralidad, además de liquidar toda la retórica montada sobre las lindas metáforas de la España plural y de la nación de naciones, arruina la posibilidad de consolidación de un Estado federal, que es, en definitiva, lo que se pretende cada vez que se habla de identidad colectiva: de no ser en el Estado parte como los demás, sino ser otro que el Estado. Al exigir atribuciones exclusivas en todos los ámbitos posibles, el Estatuto blinda un Estado propio que asegura la presencia de sus representantes en los organismos de un Estado ajeno, el español. Inédito Esto no tiene nada que ver con el federalismo y sólo muy lejanamente con el confederalismo. Esto es otra cosa, inédita, para qué vamos a engañarnos, sólo comprensible si se toma en cuenta la dirección en la que se sitúa el proyecto de Estatuto. Pues en el terreno conceptualmente tan lábil y confuso en el que nos movemos, cuando se identifican órganos de gobierno y de representación con Estado y nación, lo que se intenta es subir un peldaño más hacia la proclamación de una nación soberana que, en el ejercicio de unos derechos derivados de la historia, decide mantener, sólo por los trastornos que una secesión monda y lironda podría momentáneamente acarrearle, vínculos con el Estado hasta ahora común. Todo, en el espíritu que informa y en la letra que articula el proyecto de nuevo Estatuto, se encamina en esa dirección: liquidar la posibilidad de consolidar un Estado federal español para que levanten el vuelo nuevos Estados nacionales -éstos sí, unitarios y centralizados- sobre el viejo territorio de la península Ibérica. Lo que a partir de esta evidencia pueda negociarse es lo único que, al finalizar el año, nos queda por ver. Título: Estatuto y federalismo Publicado por: Castellanonline en Enero 01, 2006, 22:08:01 Si es lo q digo yo de los catalanes. Se quieren independizar de la pela, pero quieren seguir mandando a los demas. O sea, independencia a la carta.... ESO SI QUE NO!!!! zz11
Título: Estatuto y federalismo Publicado por: Rodericus en Enero 01, 2006, 23:03:24 Me alegra ver que ahora en El Pais también ven "cosas raras" en las asimetrías estatales que propugnan sus lacayos.
Título: Estatuto y federalismo Publicado por: DAVID en Enero 02, 2006, 03:14:54 Los catalanes quieren afiazar lo que llevan haciendo desd hace años chupando del tarro.Si se aprueba el estatuto debe haber otros similares para las demas territorios.
Que coste que no tengo nada en contra de los catalanes solo digo k si es para unos k sea para los demas.nada de favoritismos. Saludos. zz17 Título: Re: Estatuto y federalismo Publicado por: Alatriste en Enero 02, 2006, 04:49:33 Cita de: "Jocho" ... mientras el Estado desaparece de Cataluña, Cataluña aspira a contar con una representación propia y diferenciada en todas las instituciones del Estado... ... Al exigir atribuciones exclusivas en todos los ámbitos posibles, el Estatuto blinda un Estado propio que asegura la presencia de sus representantes en los organismos de un Estado ajeno, el español. ... en el espíritu que informa y en la letra que articula el proyecto de nuevo Estatuto, se encamina en esa dirección: liquidar la posibilidad de consolidar un Estado federal español para que levanten el vuelo nuevos Estados nacionales... Imaginaros si esto triunfara a nivel estatal, existirían un pseudo estado riojano, otro cántabro.. Castilla debe recorrer mucho antes de que este tipo de cuestiones triunfen y se extiendan, ya que si así fuera, en la situación actual de nuestra tierra, la deseada unión estaría mucho mas lejos de cristalizarse Título: Estatuto y federalismo Publicado por: Rodericus en Enero 02, 2006, 05:30:06 Exactamente, por eso nos conviene el inmovilismo del PP en estas cuestiones.
Necesitamos tiempo para organizar un nacionalismo mínimamente influyente dentro del estado. Es mi opinión. Título: LAS ASIMETRÍAS PASAN FACTURA... Publicado por: Jocho en Enero 05, 2006, 01:38:50 Yo por desgracia no veo improbable que terminen reorganizando el Estado en base al "Federalismo Asimétrico" (usease, privilegios pa unos agravios pa otros) que pretende Maragall. Los representantes del PSOE de las comunidades castellanas callarán como está mandado, no vaya a ser que no salgan en la foto, y los del PP bueno con convencerles mediante halagos, sobornos, o amenzas de que no meneen demasiado el asunto, sería suficiente. Se aprueba lo que sea, y la gente a pensar el partido del domingo o en el nuevo lio de rociito.
Cuando dentro de 100 años se pregunté que por que la situación economíca era mucho peor en Castilla y porque se despobló ya del todo, pues se dirá que es por que los castellanos son vagos, cerriles y tontos , y no emprendedores, industriosos, y modernos como sus vecinos periféricos. |