Título: Juan del Encina - "Coplas sobre el año de quinientos y veynte y uno" Publicado por: Maelstrom en Julio 09, 2013, 20:35:39 (http://www.spanisharts.com/books/literature/imagenes/encza16g.jpg)
Año de mil y quinientos y veynte y uno en España, uvo tantos perdimientos, tantas plagas y tormentos, que contarlo es cosa estraña, por guerra, hanbre y modorra, sin cosa que las socorra syno mal que más atize; la guerra, sygund se dize, fue en Castilla por ser horra. En Castilla Nueva y Vieja, de León y de Toledo, no quedó toro ni oveja, persona brava o sobeja que en paz pudiese estar quedo; no avía en ella lugar que no desease estar franca y libre y syn señor y aun syn rrey enperador, aunque se quiera escusar. Los señores cavalleros todos, por la mayor parte, contra los pueblos pecheros, y aun hidalgos y escuderos, todos tanbién por este arte; y todos en perdiçión y los más con yntinçión de servir y ser leales, por la causa verás quales cometieron traÿçión. Todos dizen: ¡viva el rrey! Y todos: ¡daca la capa!; no avía rrazón ni ley, tornávase toro el buey y el sacristanejo papa; a boz de comunidades se levantaron çibdades, lugares, villas y tierras, y se metieron en guerras con muy vanas liviandades. Y en el rreyno de Valençia dizen que tanbién ansý uvo la misma pendençia, mas por hanbre y pestilençia te diré lo que yo ví: en toda la Andaluzía, quando de Rroma venía, vi tan gran modorra y hanbre que a la lengua da calanbre tentar contar en quantía. Y si quieres saber quánta, fue qual nunca fue jamás y la gente muerta tanta que en su multitud me espanta, y eran por hanbre los más; fue tal hanbre que te digo que yo vi vender el trigo media carga en çien rreales; ynfinitos animales murieron muy sin abrigo. Ver padecer tantas greyes cosa fue de que te asonbres, fuera de rrazón y leyes; por no aver mulas ni bueyes carretear con los honbres y arar con ellos unidos, asezando y con gemidos, no aviendo animales otros: bueyes, mulas, asnos, potros, ya por hanbre espereçidos. ¡ Ver dexar hijos al padre y el padre dexar al hijo y dexar hijas la madre, que no hay padre ni conpadre en tan hanbriento litijio! Y dies mil onbres de rricos vi venir a ser mendicos por tal hanbre y carestía, y morir de día en día asaz de grandes y chicos. ¿ Quién quieres que coma pan ?, mayormente syendo pobre, tan caro y con tanto afán que en su poder no verán oro ni plata ni cobre; grandes, chicos y chiquitos comían por pan palmitos y cosas muertas a rratos: rratas, bestias, perros, gatos, que murieron ynfinitos. Quien podía aver salvado para pan o para puchas aún no estava mal librado; un pollo medio ducado vi valer no vezes muchas, que no podían hallallos. Pues ¿ qué te diré de gallos?: que gallo no vi cantar, ni menos para rrecar aver mulas ni cavallos. No avía quien se atreviese a salir andar camino, por no aver de qué comiese sy no de lo que traxese, ni pan ni carne ni vino; por camino no ay quien ande y, por la modorra grande, en cada tierra y lugar no ay quien ose dentro entrar ni de fuera quien demande. Ni ya les quedó a los sanos ni menos a los enfermos sy no de comer con las manos que no manjares umanos; en los poblados ni yermos sy de comer algo avía, dime ¿ quién lo mercaría? Según su caro valor y lo que no es de comer, de balde todo valía. Comían yerva y rraýzez las gentes y hazían caça en perros que no en perdizes, y sy del ganado dizes, del quedó muy poca rraça. Do los canpos yerva dieron fue muy poca y la comieron las gentes con hanbre pura. ¡ O mísera desventura que nunca tal cosa vieron ! ¡ Qué más ynumanidad con gran hanbre y fiera gana ! Cabe Xerez la çibdad que fue çierto en la verdad comer onbre carne umana. Un cuytado pobre, çierto. Después de un onbre aver muerto por rrobarle lo que avía, hallaron que lo tenía para comel dél abierto, y sacada la asadura para asar y comérsella. ¡ O caso contra natura, criatura a criatura venir por hanbre a comella ! ¡ Pobre mançebo cuytado !, que ya le vi justiçiado por el dicho malefiçio sin necesidad de yndiçio, quen el auto fue tomado. Y aun en la mesma Xerez, con gran hanbre syn valerse, dos hermanos en niñez se mataron desta vez uno a otro por comerse; y la madre con dolor al hijo acusó mayor que al menor diz que mató, pero no se ajustiçió porque hera de hedad menor. Y en Niebla, con hanbre pura otra madre a un hijo muerto tanbién sacó la asadura y en sý le dió sepoltura, que diz que la comió çierto. ¡ O cosa de maravilla, orrible, de gran manzilla, de gran conpasyón y duelo, que se me eriza el pelo en contalla y en oýlla ! Por nuestro grandes pecados nos vinieron tantos males, tan en estremo estremados que syenpre serán narrados en los futuros añales. Quanto más se procuravan muy mucho más se alejavan a las gentes los rremedios, que estorvava Dios los medios que el rremedio acarreava. Nunca de gran tiempo acá en España tal se vió, mas mill años y más á que en España se vió ya que veynte años no llovió; despoblóse toda España, fuéronse por tierra estraña los pobres como pudieron: los rricos que no se fueron castigó Dios con su saña- Sus rriquezas, formas, modos, poco les aprovecharon: por hanbre murieron todos. Después vinieron los godos que en las Españas rreynaron, de donde el noble linajes animoso, sabio y saje de nuestros rreyes deçiende y por el mundo se estiende la fama de su coraje. Tanbién grandes hanbres uvo los rreyes godos rreynando, y la tierra tal estuvo y tanto menester tuvo que aún no se le va olvidando. En aquel tiempo acudió tan gran hanbre que se dió por un pan un buen esclavo, y aunque aquél fue tiempo bravo más fue aquéste, pienso yo. Mayo maldición fue aquésta que aquélla que Dios dió Adán, pues la tierra a gente mesta tríbulos aun no le presta ni aun le da en sudor su pan. Senbrar y no coger nada y vida tan trabajada, más es muerte que no vida. ¡ O tierra desagradeçida, sequedad desordenada ! Consumió la sequedad el umor y las symientes con gran esterilidad, y andavan, en la verdad, desesperadas las gentes, tristes de noche y de día, syn plazer, syn alegría; y el que syn anbre escapava, con la modorra encontrava por toda el Andaluzía. Y en Castilla Vieja y Nueva de Toledo y de Lón todo en guerra se rrenueva y toda guerra se prueva, fuego y sangre a la sazón; y rrovos por todas partes, y discordias de mil artes anduvieron por Castilla; y aun modorra y su manzilla pasó allá sus estandartes. Allende de la modorra, que es rramo pestilençial, frenisýs que da en la morra do tal hanbre y guerra corra qual plaga en Egito tal. ¿ Qué mayor plaga de Egito ?, ¿ qué más mal ni más aflito que en que este año acá se ençierra ?: hanbre, pestilencia, guerra, toda España en gran conflito. Por guerra muchos murieron y por modorra mui más, y por hanbre tantos fueron los tristes que padeçieron que pensarlo no podrás. En quanto bibos seremos syenpre nos acordaremos del año de veynte e uno que fue tal y tan soturno que nunca lo olvidaremos. Ni lo olvidarán las aves ni los animales brutos ni los jardines süaves que por las sequías graves quedaron todos syn frutos; que las aves no criaron, ni animales engendraron, ni olores jardines dieron, ni florestas floreçieron ni árboles fruto llevaron. Fin Asý que este año, a mi ver, fue muy malo y syn rremedio y a muchos echó a perder, y de su perverso ser yo no digo aquí lo medio; de manera que aqueste año fue de tanto mal y daño quanto nunca fue jamás, y Dios nos guarde de oy más de otro tal y mal tamaño. Título: Re: Juan del Encina - "Coplas sobre el año de quinientos y veynte y uno" Publicado por: Tizona en Julio 11, 2013, 02:59:15 Historia pura
Os propongo que lo copieis y se lleve impreso a Villalar. Título: Re: Juan del Encina - "Coplas sobre el año de quinientos y veynte y uno" Publicado por: Torremangana II en Julio 12, 2013, 00:46:14 De donde se deduce que al pueblo hambriento no se le puede freír a impuestos o se levanta. Así que señor Cagoy, aplíquese el cuento.
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