Foros Castilla

Foros de política y actualidad => Actualidad castellana => Mensaje iniciado por: Tizona en Agosto 20, 2014, 18:54:05



Título: La realidad subyacente sobre Castilla, ayer y hoy
Publicado por: Tizona en Agosto 20, 2014, 18:54:05
https://www.facebook.com/pages/Reunificaci%C3%B3n-Castellana-Ya/274411619250578?hc_location=timeline (https://www.facebook.com/pages/Reunificaci%C3%B3n-Castellana-Ya/274411619250578?hc_location=timeline)

Extracto:




Hace 20 horas



(Jesús Laínz, abogado y escritor, en 'Tot Pagat', LD, 17/08/2014)
"[...] Pompeu Gener, defendió en sus libros la superioridad racial de los catalanes sobre los castellanos ('Nosotros, que somos indogermánicos de origen y corazón, no podemos sufrir la preponderancia de tales elementos de razas inferiores') y la inevitable imbecilidad de los castellanos debido a 'la falta de oxígeno y de presión en la atmósfera de la meseta, la mala alimentación y la preponderancia de una raza en la que predomina el elemento semítico y presemítico, los andaluces'. Compañero suyo en la prensa catalanista de vanguardia fue el influyente pensador Francesc Pujols. Elaborador de un sistema filosófico bautizado como Pantología o Ciencia del Todo, hoy es recordado principalmente por su 'Concepto general de la ciencia catalana', libro de 1918 en el que desarrolló la idea de la existencia de una corriente filosófica característicamente catalana iniciada por Raimundo Lulio y culminada por él mismo. Debido a esta corriente de pensamiento, Pujols consideraba a los catalanes seres excepcionales por el hecho de ser hijos de la 'terra de la veritat' [tierra de la verdad], lo que causará que algún día, vayan al lugar del mundo que vayan, se lo encontrarán 'tot pagat' [todo pagado]: 'Tal vez no lo veamos, porque estaremos muertos y enterrados, pero es seguro que los que vengan después verán a los reyes de la Tierra arrodillarse ante Cataluña. Y será entonces cuando los lectores de mi libro, si todavía quedan algunos ejemplares, sabrán que tenía razón. Cuando se mire a los catalanes será como si se mirase a la sangre de la verdad; cuando se les dé la mano será como si se tocase la mano de la verdad. Todos sus gastos, vayan donde vayan, les serán pagados por ser catalanes. Serán tan numerosos que la gente no podrá acogerlos como huéspedes en sus viviendas, y les invitarán al hotel, el regalo más valioso que se le puede hacer a un catalán cuando viaja. Al fin y al cabo, y pensándolo bien, más valdrá ser catalán que millonario. Como las apariencias engañan, aunque un catalán sea más ignorante que un asno, los extranjeros le tendrán por un sabio que lleva la verdad en sus manos.
  Cuando Cataluña sea reina y maestra del mundo, nuestra reputación será tal, y la admiración que se nos tendrá llegará a tal punto, que muchos catalanes no manifestarán su origen y se harán pasar por extranjeros. Si alguien se sorprende de que Cataluña –que, en comparación con otras naciones, no tiene nada y no representa nada; que no tiene lo más mínimo, es decir, la independencia política; cuyas decisiones no pesan nada en el gobierno del Estado– esté destinada a dominar el mundo, si alguien se sorprende por ello, nosotros le responderemos así: si hubiesen dicho a los romanos, cuando querían dominar Judea, que los judíos les dominarían a ellos, así como a toda Europa y América –que todavía no había sido descubierta–, es seguro que se habrían echado a reír'. Como a muchos estas palabras les parecerán las de un humorista, es necesario aclarar que en los últimos años de su vida Pujols insistió en que, a pesar del estilo irónico de dicho libro ('muy generalizado en aquella época entre los intelectuales de mi generación'), lo escribió totalmente en serio. [...]. De Pujols a Pujol las cosas siguen igual. Ese complejo de superioridad, de excepcionalidad, de padecer males siempre por culpa de los españoles, de hallarse en otra dimensión, por encima de principios y leyes, se manifiesta diariamente en los dichos y hechos de los dirigentes nacionalistas [actuales], ya sea el desprecio por España que emana eternamente de sus palabras o la sensación de impunidad que tan en bandeja les ha puesto la inoperancia del Estado durante cuatro décadas [...]"
(Jesús Laínz, abogado y escritor, en 'Tot Pagat', LD, 17/08/2014)