Título: Federico de Mendizábal y García Lavín - «Canto a Castilla» Publicado por: Maelstrom en Enero 26, 2024, 01:32:22 CANTO A CASTILLA Composición laureada con el Primer Premio en la Fiesta de la Poesía, celebrada en Alicante, recientemente. * * * A S.E. el Sr. Presidente de la República Española, D. Niceto Alcalá-Zamora y Torres. (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/fotos/palencia_benjamin.jpg) ¡El azur de un cielo heráldico, por fondo y el escudo de un sol de oro en los celajes; y llanuras que se tienden con serenas arideces y montañas bajo el vuelo de las águilas caudales! Recias torres almenadas, restos épicos de triunfos... Y al pasar de las edades, osamentas de Castillos y bastiones de murallas...; Gloria... Luz... Acero y sol ¡Castilla, Madre! La que fué dominadora de Victorias; la cantada en Romanceros inmortales; la que tiene la promesa de los siglos, para un día, con el triunfo desposarse... La que fué feraz y ubérrima en sus dones y dejó su recia historia, en las ciudades que se alzaron en su estepa cenicienta en Castillos o en Alcázares, bajo el grito victorioso de los bronces de las trágicas campanas de sus godas Catedrales! ¡La que en Avila nos dió Blasco Ximeno, Teresa de Jesús, Jimena Blázquez; la Católica Isabel que con su cetro, para unir dos continentes, rasgó cielos y abrió mares! La que dió luego en Segovia de Juan Bravo la cabeza, por sus recias libertades ¡y el Toledo la Imperial, Juan de Padilla, con su pueblo y la Pacheco, frente al déspota de Chavre! La que dió Guadalajara, para cuna donde viera nuestro sol, Fernan González aquel gran libertador de las Castillas que proyecta en la Edad Media la silueta de un gigante. ¡La que ha dado en Salamanca Maldonado; la que en Burgos levantó con su estandarte, la silueta de la Raza, con el Cid para Castilla y a la Fé la más excelsa de sus aureas Catedrales! La que en Soria, fué Numancia; la que dió con Calatrava, la grandeza de Cervantes y de Cuenca, desprendió la Flor divina de Fray Luis, ¡aquél Profeta de los cielos y las Artes! ¡La que empieza en Santander -casta de hidalgos - de la cántabra nobleza con heráldicos solares y es plantel de caballeros cuna espléndida y feliz de los linajes, de Villegas, Calderones y Quevedos y Saavedras y Velascos Condestables! Caballeros de la raza, capitanes de la Gloria, cuna y Flor de los ingenios inmortales! La que sigue sus leyendas entre el llanto de los moros de Mezquitas y de Alhambras arrancándoles las llaves y termina la mañana colosal del dos de Mayo cuando el pueblo de Madrid roto en sus calles, a la ronca artillería de la Francia da sus viejos, da sus niños, da sus madres ¡y en la noche funeral de la Moncloa van sus hijos enterrando sus cadáveres! Rubia espiga coronada por los cielos de la paz, donde el sol, hace, proyecciones de quiméricas empresas cuando besa tus ciudades coronadas de Castillos, recortadas de almenajes, que aparecen en la trágica llanura como Esfinges colosales de las Razas insepultas porque duermen nada más, sus ancestrales profecías de gloriosas concepciones a la sombra de sus viejos estandartes! Viejo suelo de las rocas de granito; dulce seno de amapolas y trigales clara fuente del remanso de la Historia claustro antiguo de oraciones inmortales ¡Ah, Castilla!... Siempre fuerte; siempre grande! ¡Siempre grande! La que envidian los mezquinos, la que insultan los cobardes, porque sufre en el silencio los desdenes, cuando vienen de su sangre! La que al fin, dejando un día el acero de su espada y el girón de su estandarte, el ayer echó al olvido y el mañana no le importa y confía en sus esfuerzos, porque sabe, que su campo es una gesta, que es su cielo una leyenda ¡y su sombra, cuando se alza, la silueta de un gigante! ¡Oh, Castilla, tierra parda que has fundido sufrimientos y victorias y quimeras en el grave misticismo de tus áridas quietudes y tus hoscas soledades! Tierra fertil de crepúsculos de fuego que coronan la hojarasca de tus viejos encinares donde pasan los pastores silenciosos con su seco: -Buenas tardes...- y en sus caras y en sus puños los honderos de Viriato se presienten al mirarlos alejarse... Tierra muda, tierra fría, de estridentes latigazos en las ráfagas del aire, de los lobos vagabundos en las sierras, de: pan de oro en las espigas de tus valles, de campanas en las torres, de las peñas en los campos del volar de la leyenda en tus ciudades! Emblemático terruño de las águilas y el sol... ¡Castilla: salve! Por que tú, formas España ¡y eres santa! Por que tú llenas la Historia ¡y eres grande! Por que sufres silenciosa, por que sabes perdonar clemente y sabes en la paz, tender a todos tus espigas y en la guerra hacer de todos capitanes! Por que pones en el cruce de tus àridos caminos una recia cruz de piedra para orar los caminantes; por que sabes de tu voz, hacer un grito de clarines, cuando llamas al combate! ¡Por el símbolo de todo que está España toda en Tí, Castilla Madre: con el alma de rodillas, te bendigo... Con la voz del corazón, te grito: ¡Salve! Federico de Mendizábal y García Lavín |