Título: MELCHOR DE MACANAZ POR FRANCISCO ARIAS SOLIS Publicado por: FRANCISCO ARIAS SOLIS en Septiembre 13, 2006, 03:01:42 MELCHOR DE MACANAZ
(1670-1760) “Se ven niños y niñas huérfanas morir sin tener dónde recogerse, ni quién los alimente; los Hospitales en tan suma miseria, que no pueden curar los enfermos ...” Melchor Macanaz. LA VOZ DE UN ADELANTADO DE SU TIEMPO El gran pecado de Macanaz había sido redactar las directrices de una política regalista, que tomaría a su cargo, con plena conciencia y convencimiento, Carlos III. En ello reside la importancia de su Pedimento o Memorial de los 55 puntos, cuya influencia no dejará de sentirse todo a lo largo del siglo, por lo cual podemos considerarle como un hito en la historia del regalismo español. En el documento se defienden los derechos seculares del Patronato regio en la provisión de sedes, ámbito de responsabilidad y beneficios eclesiásticos, frente a las pretensiones de Roma. Es un episodio en la lucha del poder entre Iglesia y Estado, pero donde no se trata sólo de una cuestión de jurisdicción y de ambición de política, sino en el que se ocultan motivaciones muy concretas de tipo económico. Melchor Rafael de Macanaz y Montesinos nace en Hellín, provincia de Albacete, el 31 de enero de 1670 y muere en la misma ciudad el 5 de diciembre de 1760. Hijo del Regidor perpetuo de aquella villa sobre él que pesaban sospechas de judaísmo. Macanaz estudia en Valencia y en la Universidad de Salamanca; de su estancia en esta última ciudad parece que arranca su formación regalista, recogiendo la inspiración de los juriconsultos del XVII. Macanaz no representa ningún esfuerzo de innovación en este aspecto, sino un intento de síntesis y de puesta en práctica apasionada. Su principal fuente de inspiración fue el famoso Memorial sobre agravios y abusos del Tribunal de la Nunciatura, redactado en 1633 por Juan Chumacero y fray Domingo Pimentel, que era una especie de “vulgata” del regalismo. En 1694 Macanaz pasa a la Corte de Carlos II, donde obtuvo la protección del marqués de Villena –don Juan Manuel Pacheco-, a cuyo lado iniciará una carrera ascendente que le llevará primero a ser nombrado juez de Confiscaciones de Valencia y reedificador de Játiva, después administrador de la Fábrica de Moneda de Zaragoza, y finalmente fiscal del Consejo de Castilla , cargo que aprovecharía para poner en práctica sus ideas regalistas. Es precisamente en el año de 1713 cuando redacta, como documento privado dirigido al rey, el famoso Pedimento de 55 puntos, obra que le costaría un destierro por tiempo indefinido en tierras francesas. El Pedimento es condenado por la Inquisición y su autor acusado de hereje y judaizante; se le embargan los bienes y todas sus propiedades y Macanaz huye “oficialmente” a Francia , en un destierro que va a durar treinta y cuatro años. Durante estos años vivirá en París, Pau, Cambray, Bruselas y Lieja. Al morir Felipe V en 1746, Macanaz decide volver a España, lo que realiza dos años después. Sin embargo, no terminan entonces sus desgracias, pues fue apresado con engaño en Vitoria y enviado primero a la cárcel de Pamplona y después al siniestro calabozo del castillo de San Antón en La Coruña. El Tribunal de la Inquisición no se había olvidado de la víctima y vuelve a poner su maquinaria en marcha; tendrán que pasar todavía doce años, hasta 1760, en que ya reina Carlos III, para que se termine su pesadilla. Macanaz es liberado en ese año, y ya ciego, nonagenario y muy enfermo, atraviesa la Península para ir a morir en su pueblo natal de Hellín, donde fallece a los pocos meses. Macanaz se adelantó a su tiempo y sirvió de guía de inspiración a los ejecutores de la política regalista que vinieron tras él. Si parte de su tragedia consistió en esa anticipación no debemos olvidar tampoco un rasgo de su carácter que posiblemente influyó en ella: su terquedad y falta de tacto, que le llevaron a defender sus ideas con una agresividad poco diplomática. Su influencia se hizo ya presente en el Concordato de 1753, donde se incluyeron muchas de las regalías defendidas por Macanaz, sin siquiera mencionar su nombre, y cuyo mérito se arrogó por entero del marqués de la Ensenada. Probablemente, ni el propio Macanaz –preso como estaba- se enteró de ello; para mayor sarcasmo de la historia seguramente nadie relacionó ni ha relacionado nunca los resultados del Concordato de 1753 con el proceso de Macanaz. Francisco Arias Solis e-mail: aarias@arrakis.es URL: http://www.arrakis.es/~aarias Será vano el intento de humanizar las guerras. Lo humano es evitarlas. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL: http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm. Gracias |