Título: Catecismo regionalista castellano-leonés Publicado por: Curavacas en Octubre 15, 2006, 22:37:01 Os transcribo un artículo publicado en el día de hoy en El Mundo de Castilla y León.
Un cura escribió el primer gran texto regionalista castellano y leonés durante la República Publicado en Diario de León y ponderado por especialistas, se desconocía la identidad del autor ENRIQUE BERZAL VALLADOLID.- F. Gómez Campos. Hasta ahora, esto era lo único que se sabía sobre el autor de uno de los textos regionalistas más famosos de Castilla y León, el archicitado "Catecismo regionalista castellano-leonés". un curioso y extenso escrito que ocupó las páginas del Diario de León los días 4, 5, 7, 18 y 19 de diciembre de 1931, y 8 de enero de 1932. Se trataba de una de tantas respuestas a las acuciantes demandas suscitadas desde el comienzo mismo de la Segunda República por los nacionalismos periféricos, especialmente por el catalán. La inminente aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña disparó la fiebre regionalista en estas tierras, que vieron aparecer por doquier proclamas, artículos y conferenciantes que abogaban por una apuesta de similar calado para Castilla y León. Y uno de los que más pugnaron por conseguirlo fue el Diario de León. León a la cabeza. Con inusitada fuerza prendió la propuesta estatutaria en el rotativo leonés nada más conocerse la noticia de que Cataluña obtendría su Estatuto en el marco del , según la expresión del momento, Estado integral español: ya el 2 de mayo de 1931, un editorial titulado Mirando el horizonte debemos prepararnos animaba a las corporaciones locales leonesas a "unificar posturas con Castilla, salvaguardando los derechos de León", mientras sus páginas reproducían los encendidos artículos de Narciso Alonso Cortés, eminente catedrático de Valladolid que, junto a Misael Bañuelos, popularizará los esfuerzos estatutarios en estas tierras. De este medio de comunicación surgió de hecho, la primera propuesta estatutaria para Castilla y León: "Estatuto castellano-leonés", se titulaba el artículo, publicado el 9 de junio de 1931. Inspirado por las ideas del Centro Regional Leonés, el escrito apostaba por formar una región a partir de la unión de Castilla y León bajo la fórmula de una federación de provincias con plena autonomía para los asuntos de alcance regional y relativa para los de nivel provincial y municipal. Como señala E. Orduña, esta nueva entidad político-administrativa y territorial estaría gobernada por una junta o consejo regional elegido por los ciudadanos, y en él estarían representados los municipios, las corporaciones y las clases profesionales. Curioso catecismo. Pero fue en diciembre de 1931 cuanto el rotativo dio uno de los pasos más firmes en su propuesta. Durante cinco días de ese mes, y uno más de enero de 1932, sus páginas reprodujeron las singulares propuestas de un tal F. Gómez Campos, articuladas bajo el genérico y clerical título de "Catecismo regionalista castellano-leonés". Así lo han citado los máximos especialistas en esta materia, profesores y catedráticos como Enrique Orduña, Jesús María Palomares, Celso Almuiña o F. León Correa. Nada o casi nada se sabía de este enigmático autor, lo importante era reseñar las ideas clave de su tesis regionalista. Ésta, en efecto, era peculiar y completa, denotaba un estilo didáctico y profesoral y presentaba evidentes influencias de las ideas tradicionalistas. El documento estaba estructurado en tres partes: "Ideas generales", "Fundamentos del regionalismo" y "Los deberes del buen regionalista". Para el tal Gómez Campos, el proyecto regionalista consistía en "un sentimiento o aspiración política que defiende los respetos, autonomías y adaptaciones al ser y espíritu de cada región, cuando gobierna o legisla un solo Estado para regiones distintas". Además, defendía como algo sagrado la unidad de España, reconocía la "cuenca del Duero" como núcleo central de la región castellana y leonesa, y aportaba un completo catálogo de fundamentos regionalistas: desde la mezcla de razas (celtíberos, romanos y godos) hasta el idioma, "verdadero vehículo de expresión en 22 naciones", pasando por las instituciones históricas como los concejos o las Cortes, la economía -pobre y oprimida- y, desde luego, el inmenso bagaje cultural-artístico de Castilla y León. El cura agazapado. Hace apenas dos años comenzaron a aflorar estudios que conmemoraban la vida y obra del famoso sacerdote Eugenio Merino, uno de los personajes clave del catolicismo social castellano-leonés, pero también español, durante el franquismo. Figura decisiva en el devenir e impulso de la Hermandad de Obreros de Acción Católica, organización que en los años 50 y 60 tuvo un papel determinante en la oposición al Régimen de Franco y aportó la base militante de sindicatos como Comisiones Obreras y USO, Merino se reveló como el autor verdadero del "Catecismo regionalista" publicado en el Diario de León. El sacerdote tenía 50 años cuando escribió esta suerte de manifiesto, era una persona muy conocida y querida en León, apreciado por los sacerdotes jóvenes y muy volcado en las cuestiones sociales. Nacido en el año 1881 en la localidad vallisoletana de Villalán de Campos (de ahí quizás, el segundo apellido de su pseudónimo), fue rector del Seminario de Valderas y profesor del de San Froilán, viajó a Bélgica para conocer de cerca el funcionamiento de la famosa Juventud Obrera Católica (JOC) de Cardjin y enseguida se dedicó a la tarea: "A los dieciséis años sentí por primera vez la propensión manifiesta hacia las cuestiones sociales (...). Mis padres, cuando yo nací, eran unos pobres labradores, tenían una pareja de bueyes y tierra en colonia. (...) Me fui a Bélgica, viví con los obreros de Cardjin, me pareció hallar esa base y esa orientación, hice lo que pude por abrirles camino en España", dejó escrito él mismo. Sun afanes sociales le llevaron a ser nombrado consiliario de la HOAC leonesa y, enseguida, en 1950, de la nacional. Cuentan que en esto último tuvo mucho que ver el maquiavelismo del obispo de León, Luis Almarcha, quien, disgustado por la "perniciosa influencia" que don Eugenio ejercía entre los seminaristas y militantes cristianos, hizo todo lo posible por alejarlo de su diócesis. Aunque algún testigo de la época va aún más lejos: "En 1949-50 se descubrió un foco de tuberculosis en el Seminario y nadie sabía su origen. Hasta que el obispo, después de indagar, lo encontró: era don Eugenio. Enseguida lo mandó para la HOAC nacional para a ver si así la infectaba entera y eliminaba su peligrosidad". Merino murió en abril de 1953, si bien, lejos de hundir a la HOAC, la encumbró hasta límites insospechados y, a buen seguro, irritantes para el obispo Almarcha. Título: Catecismo regionalista castellano-leonés Publicado por: delia tejedor en Octubre 17, 2006, 00:49:49 La identidad es conocida, no tengo ahora a mano los datos, se trata de un carlista leones, ese catecismo me trae loca desde hace tres años y no lo encuentro, mande un correo al Diario Leones y no obtengo respuesta por si tienen archivo histórico, no tengo respuesta. Lo último es intentarlo en la Hemeroteca nacional pero hace falta tiempo.
Título: Catecismo regionalista castellano-leonés Publicado por: delia tejedor en Octubre 17, 2006, 00:55:29 Se publico a finales de 1931 principios del 32, autos G-Gomez Campos.
Datos del libro EL REGIONALISMO EN CASTILLA Y LEON de Julio Valdeón Baruque. Universidad de Valladolid |