Título: El PP suprime el festival de órgano de León Publicado por: EL EMPECINADO en Mayo 21, 2007, 07:25:18 http://www.elconfidencial.com/saltiberio/indice.asp?id=4664
-- Me voy a ver al maestro Antón, le cuento lo que está pasando en León y al hombre le tiemblan las mejillas de rabia y de asombro. Antón García Abril, uno de los más grandes compositores españoles de los últimos cien años, había visto ya –e iba a volver a ver pronto– cómo su música sonaba en el Festival Internacional de Órgano “Catedral de León”. Pues ya no será así. Salvo milagro, el Festival desaparece. Y los milagros son raros. Es algo tan sencillo y tan macabro como esto: al acontecimiento musical más importante que se celebra anualmente en Castilla y León se le deja morir de inanición. Han sido veintitrés años, que se dice pronto, y un prestigio internacional indiscutible. Por el Festival de León han pasado las más destacadas figuras de la música: Trevor Pinnock, Gustav Leonhardt, Krzysztof Penderecki, Jordi Savall, Daniel Chorzempa, Edith Matis, Jean Guillou, todos los Halffter, Adolfo Guriérrez Viejo, I Musici, The Sixteen, The English Concert, la orquesta Reina Sofía, The London Virtuosi, el Clemenci Consort, Hespèrion XX… La intemerata. La relación completa de primeras figuras mundiales que han pasado por León ocuparía varias páginas. Y las que iban a pasar. Sobre todo en 2008, que habría sido el 25 aniversario. Pero ya no será así. El Festival, repito que salvo milagro, cierra. Pero no se muere de muerte natural. Lo han matado de hambre. Es, técnicamente, un asesinato. El Ayuntamiento de León, que preside el “popular” Mario Amilivia, lleva sin entregar a la organización el dinero prometido tres años seguidos. Amilivia y su concejal de Cultura, un tal Adolfo Ordóñez, conocido popularmente como Farruquito (un antiguo bailaor, tengo entendido, que llegó a León desde Barcelona) deben al Festival 192.000 euros, que es casi la tercera parte del presupuesto anual del evento. Así no hay quien resista. El Ayuntamiento amiliviesco, sencillamente, no paga, no cumple lo que promete. La última vez que al Festival llegó un duro procedente del que es su principal patrocinador, fue en julio de 2005. Y lo que llegó fue la subvención ¡del año anterior! Pero es algo más que eso. Otros patrocinadores, como la Junta de Castilla y León, envían sus dineros puntualmente por medio del Ayuntamiento. Ahí los egregios munícipes, con Farruquito Ordóñez a la cabeza, no tienen nada más que hacer sino traspasar al Festival el dinero que reciben de otros. Pero no lo hacen. Sencillamente, se quedan con la pasta, que no es suya. Les da igual. Eso, cuando yo era pequeño, se llamaba robar. Ahora, por lo visto, se ha rebautizado esa tropelía como “contabilidad creativa”. Gracias al alcalde Amilivia y al “Farrucóñez” de las narices, hay intérpretes de inmenso prestigio que pasaron por el Festival y que llevan dos años esperando a cobrar su cachet. La situación de inanición económica ha llegado a tal extremo que el director del evento, Samuel Rubio Álvarez, ha decidido cerrarlo de una vez. El Festival y su “hijo”, el Curso de Composición de Villafranca del Bierzo, una maravillosa iniciativa de Cristóbal Halffter que llevaba reuniendo a lo mejor de la creación musical contemporánea desde hace casi quince años. Con apenas 60 millones de las antiguas pesetas (una miseria: la décima parte, sobre poco más o menos, del dinero que maneja el Festival de Granada) se pueden hacer virguerías. Pero con promesas, aplazamientos y cicatería no se puede hacer absolutamente nada. Cuando se hizo pública la decisión, hace unos días, este concejal “Farrucóñez” se puso como una hidra y acusó a la organización del Festival de electoralismo. Con un par. También dijo que, antes de acudir a la Prensa, podían haberle avisado, podían haber ido a verle para quejarse. La cara de este tipo es de una dureza que sobrepasa los límites de la indignación humana. Pues claro que han ido a verle. Numerosas veces. A él y al alcalde. Se han reunido con ellos y les han escrito cartas debidamente registradas. Sin el menor resultado. Se les ha tratado como si fuesen pobres de pedir, gente molesta y pedigüeña a la que lo mejor era quitárselos de encima cuanto antes. Pues ya lo han conseguido. Les decían, además, que todo el mundo es consciente de que las diversas administraciones pagan tarde y mal, pero pagan. Otra mentira podrida. No sólo no les han pagado en los tres últimos años sino que, encima, se quedaban con el dinero que les enviaban otros. Que no hay dinero, dice el “Farrucóñez”. Que el Ayuntamiento no tiene un duro. Ah, qué lástima. No lo tendrán para según qué cosas. Porque para contratar a La Fura dels Baus y a otros tres o cuatro grupos más, a los que se ha llamado para actuar ¡casualmente! coincidiendo con el cierre de la campaña electoral del PP, para eso el dinero está dispuestísimo: a esa gente, o se le paga a tocateja o no van, así de claro. Pero el Festival musical más importante y prestigioso de Castilla y León es, por así decir, el pariente pobre y molesto al que le toca jorobarse y aguantarse. Y no ver un duro. Y tener que cerrar, ni más ni menos, después de veintitrés gloriosos años, porque ya nadie quiere ir a tocar a León a cambio de sonrisas, palabras amables y promesas que no se pueden cumplir. Porque quien prometió y tiene que poner el dinero, se lo quedaba. Yo creo que, para impedir esta muerte anunciada, los organizadores del Festival deberían usar la imaginación. Está claro que el Festival, al alcalde, le importa una reverenda mierda, pero quizá se ablandase si, haciendo un último esfuerzo y pagándolo a escote, los organizadores obsequiasen el señor Amilivia con dos o tres kilos de gomina para el pelo, producto que él usa todos los días y que se hizo famoso (el producto, pero también el alcalde) cuando se supo que el egregio munícipe cargaba al Ayuntamiento los gastos de su fijador para el pelo. Otra idea a considerar: se podría sustituir el concierto inaugural, que este año iba a ser protagonizado por el Ensemble La Venexiana con el contratenor Claudio Cavina al frente (gran programa basado en Claudio Monteverdi), por algo más del gusto del engominado señor alcalde. Podrían contratar a los gitanos que andan por la calle con la trompeta y la cabra para que interpretasen el inenarrable pasodoble torero que alguien, no sé quién y prefiero no saberlo, compuso en homenaje al probo munícipe, y cuyo estribillo dice así: “Amilivia, Amilivia, / tú serás de nuevo alcalde / por lo bien que te has portado / con esta ciudad tan grande”. La pieza musical, que convierte a La charanga del Tío Honorio en un trasunto de Brahms, no sólo no dio la menor vergüenza a su destinatario sino que le encantó: la ha bailado en público alguna vez y es el leit-motiv musical de su campaña para las inminentes elecciones. El maestro Antón, como muchos otros grandes músicos de España y de medio mundo, está dispuesto a poner su firma al pie de un posible manifiesto que dejase clara la indignación que los grandes hombres y mujeres de la Cultura sienten hacia este par de personajes (Amilivia y el mentado Farruquito Ordóñez) a los que esa misma Cultura les importa un maldito pimiento, como a la vista está. De momento, gracias a estos dos temporeros de la política, España se va a quedar sin uno de sus acontecimientos culturales más prestigiosos. Es para darles la enhorabuena. A veces, se lo juro a ustedes, a uno le entra una insuperable vergüenza por haber nacido en León, un lugar que produce gente así. Pero me temo que eso es algo que no tiene remedio. Título: Re: El PP suprime el festival de órgano de León Publicado por: Az0r en Mayo 21, 2007, 07:47:16 Hay que joderse... pero la gente les siiigue votando, y tienen pinta de seguir ahi otros 4 años mas por lo que tengo entendido...
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