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Foros de política y actualidad => Economía, trabajadores y empresas castellanas => Mensaje iniciado por: Torremangana II en Agosto 20, 2007, 21:14:39



Título: La autovía del siglo...pasado, en Cuenca, naturalmente.
Publicado por: Torremangana II en Agosto 20, 2007, 21:14:39
La autovía del siglo... pasadoA. M.

[Se les ha olvidado decir que no solo no crece la autovía sino que decrece pq están levantando el asfalto en tramos y reconstruyendola de lo bién hecha que estaba...¿alguien se ahorró alguna capa quizás?]

TOLEDO. Pocos ejemplos existen para escenificar la ineficacia en la gestión de las infraestructuras públicas. Fue a principios de los años 90 cuando se planteó por primera vez la construcción de la llamada Autovía de Castilla-La Mancha, una vía rápida que uniría la localidad toledana de Maqueda, en la autovía de Extremadura, y Cuenca, con el fin de canalizar el tráfico de Portugal y Extremadura hacia Castilla-La Mancha y Levante.

Casi quince años después, con gobiernos centrales sucesivos de socialistas y populares, de los 244 kilómetros que tendrá la nueva autovía sólo se han puesto en servicio 47, los que unen Horcajada con la capital conquense, además de otro pequeño tramo en Toledo de 10 kilómetros. Algunos de los nueve tramos restantes en que se ha dividido la autovía a efectos de construcción están en ejecución, pero son los menos, ya que hay otros en los que todavía no se ha visto aparecer ni una sola máquina.

La tramitación del proyecto ha sido un ejemplo exasperante de lentitud. Su primera gestación tuvo lugar con el último Gobierno de Felipe González, si bien la redacción más avanzada del proyecto se concretó con el primer Ejecutivo presidido por José María Aznar. Hace diez años, en agosto de 1997, el Gobierno castellano-manchego que presidía José Bono presentó cuatro alegaciones contra el trazado de la autovía Maqueda-Toledo-Ocaña-Tarancón-Cuenca por entender que el mismo abandonaba «la filosofía inicial que pretendía hacer de esta vía un importante eje para la región».
Curiosamente, a quien correspondió presentar estas alegaciones contra el proyecto del Ministerio de Fomento, que entonces dirigía Rafael Arias Salgado (PP), fue al actual alcalde socialista de Toledo, Emiliano García-Page, por aquella época consejero de Obras Públicas. La primera de las alegaciones proponía una mejora del paso de la autovía por la zona del Polígono de Toledo; la segunda hacía referencia a una modificación y mejora del paso de la carretera por el nudo de Ocaña; la tercera establecía una alternativa de desdoblamiento en la N-400 entre Tarancón y Horcajada; y la última proponía mejoras de trazado en el Puerto de Cabrejas.

Comienzo en el año 2001
Desde aquella fecha tuvieron que pasar cuatro años para el comienzo efectivo de las obras, en el año 2001. Desde entonces, de los diez tramos en los que se ha dividido la construcción, únicamente el de Horcajada a Cuenca, de 47 kilómetros está en servicio, además de un pequeño tramo entre el puente del Guadarrama y Bargas, en Toledo. Es cierto que ya están muy avanzados los tramos de Tarancón a Carrascosa del Campo y el que va de este municipio al de Horcajada del Campo. El primero de ellos, que ejecuta Dragados, está en fase de movimiento de tierras y estructuras y falta más de un año para su terminación. El segundo está muy avanzado, a falta de señalización y de terminar algunas estructuras, por lo que podría abrirse en las próximas Navidades.
En la provincia de Toledo sorprende que los tramos de la provincia de Cuenca sean los más adelantados, mientras que los de la de Toledo sean los más atrasados pese a que por ella discurre el mayor número de kilómetros.

El tramo entre el nacimiento de la autovía, en Maqueda, y Torrijos, adjudicado a Sarrión, se ha visto afectado por muchos problemas que han retrasado las obras durante años. No obstante, ya han empezado a echarse las primeras capas de asfalto en este tramo, por lo que su apertura podría producirse este mismo año.

El siguiente tramo es el de Torrijos (Este) a Toledo (Noroeste), de 22,5 kilómetros de longitud, adjudicado a la UTE formada por Ploder y Construcciones Vera por más de 55 millones de euros. Ya está en ejecución y su terminación está fijada en enero de 2009.
Uno de los tramos más importantes de la A-40 será el que conecte Toledo y Ocaña, de 31 kilómetros. Este trayecto tiene su origen en la la conexión con la autopista de peaje AP-41, al sur del río Tajo, y finaliza en la conexión con la R-4, próxima a Ocaña. Sin embargo no está licitado ni adjudicado.

El cuatro tramo, de la A-4 a Noblejas, de tan sólo 9,6 kilómetros y un coste de aproximadamente 60 millones de euros, ha sido adjudicado a Corsan-Corvian. El siguiente, de Noblejas a Villarrubia de Santiago, de 10 kilómetros más otros 8 de ramales, será ejecutado por Ferrovial. A continuación, la empresa Teconsa será la encargada de hacer los 12 kilómetros de Villarrubia de Santiago a Santa Cruz de la Zarza. Todos estos tramos tienen un nivel de ejecución diverso.
Por último, el trayecto de Santa Cruz de la Zarza a Tarancón, de 15 kilómetros, se ha adjudicado a la UTE formada por Intersa y Abaldo, empresa de la que forman parte ex altos cargos del Ministerio de Fomento.