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Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de las Letras y la lengua Castellanas / Re: Las Castillas y León: TeorÃa de una nación, de Antonio Hernández Pérez
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: Agosto 03, 2011, 01:36:37
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Hola, un saludo a todos, llevaba unos cuantos años sin pasar por aquÃ.
Efectivamente, el libro es excelente, como dice Mudéjar yo también lo leà hace la tana, aclara muy bien la castellanización de León, y rescata del olvido la herencia visigoda (epopeya, leyes, costumbres... Anteayer echaron por la TV la pelÃcula "Beowulf". Los protagonistas son "gautas" -godos-. Me produjo una extraña sensación pensar, de repente, que en mayor o menor medida, somos herederos directos de aquél pueblo, pero lo ignoramos...). No obstante, creo mayor la influencia prerromana. El autor, aunque afirma que estos pueblos quedaron poco menos que inútiles tras la romanización, tiene la virtud de citar todos los que habitaban nuestro territorio, de donde se ve que los mismos pueblos compartÃan muchas veces el mismo territorio, unificando asà las áreas castellana y leonesa.
Del propio nombre del libro, queda claro que lo de menos es el nombre de nuestra nación, la realidad es la unidad histórica y cultural de los territorios que la forman.
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Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de las Letras y la lengua Castellanas / Re: localismos de Castilla
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: Abril 12, 2007, 02:25:24
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Me viene a la cabeza una cosa que decÃa mucho mi abuelo, que he oÃdo en familiares de Rueda, Tordesillas y otros que tenÃa en la franja limÃtrofe pero ya en Zamora y Salamanca, y que sigue diciendo mi abuela: Cuando preguntas por algo, te dicen "Ve ahÃ", pero pronunciado todo junto, y poniéndo la fuerza en la a ("vehay"). También suelen decir "marchar" o "marchan" en vez de "irse" o "se van".
De mi familia toledana, de un pueblecito que se llama Montearagón, aunque tengo menos contacto, me hacÃa mucha gracia que cuando habÃa alguien desconocido en el pueblo, decÃan que era un "forastero", o que en fiestas habÃa "mucho forastero", como en las pelÃculas del oeste.
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Foros de polÃtica y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: Judios Castilla
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: Abril 11, 2007, 02:40:05
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SÃ, es cierto, podÃas fácilmente pensar que era hacia ti por el tema de los nombres, siento la confusión. Tienes razón en que no podemos asegurar nada, también mi postura sobre la integración de los danaeos en los futuros judÃos no deja de ser una hipótesis, aunque también aceptada. Mi tesis apunta hacia la unidad de fe pero orÃgenes culturales iniciales diversos (e incluso genéticos, con toda la inexactitud del término), incluyendo a los danaeos entre ellos. SerÃa algo asà como un pueblo en construcción. De ahà que insista en la tonterÃa del antijudaÃsmo racial, porque no veo en ellos sino una mezcla de pueblos mediterráneos originariamente de lenguas semÃticas, pero unidos por una fe común, y emparentados con otros que no adoptarán esa fe.
Pero respecto a lo de James, me surgen algunas dudas, no lo veo tan aceptable o aceptado actualmente, aunque siempre es bienvenida cualquier hipótesis coherente. Supongo que te refieres al Peter James de “Siglos de Oscuridad. Un desafÃo a la cronologÃa tradicionalâ€. Le conozco por referencia en “Hijos de Homeroâ€, de B. Souvirón. Tengo entendido (soy medievalista asà que no aseguraré) que para la cronologÃa del Bronce en el Mediterráneo oriental nos basamos en la Egipcia, y sólo a partir del 800 en la griega. Esta es precisamente la casi segura, por la datación de la primera olimpiada. De hecho, del libro de Soubirón se entiende que la datación incorrecta es la egipcia, no la griega. El perÃodo que nos ocupa caerÃa bajo la datación egipcia, que serÃa la problemática, por eso me resulta raro que se centre en la datación por las cerámicas griegas. Y aquà el segundo punto de mi extrañeza: Precisamente el carbono 14 no se suele usar para estas distancias “cortasâ€, ya que es muy inexacto asÃ, sino más bien la estratigrafÃa. Si es lo que comenta James, no está muy acertado. Por otra parte me surgen dudas sobre el método: ¿HabrÃa que “recortar†siglos a todos? ¿Sólo a unos? En cualquier caso, habrÃa que acomodar todos los acontecimientos intermedios, ¿qué pasa con ellos? Es cierta la escasez de datos que pone en duda las épocas oscuras, pero también es cierto que confirman las invasiones a Grecia el que los huÃdos llevarán consigo el hierro, antes desconocido para ellos. Por otra parte, al considerarse habitualmente como segura la fecha de las olimpiadas, el recorte no acercarÃa a Salomón a Ramsés, sino viceversa, ¿no? En fin, creo que deja demasiadas cuestiones al aire, pero bueno, todo es esperar.
Saludos.
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Foros de polÃtica y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: Judios Castilla
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: Abril 10, 2007, 04:32:08
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Estoy sorprendido. Mi mensaje no se referÃa a nadie de este foro. De hecho, ni siquiera habÃa leÃdo tu argumentación. Me habÃa limitado a leer algunas de las primeras y a constatar lo que creo son errores continuos. Ni te conozco, ni sé si eres antijudÃo. En ningún momento he intentado corregirte, pues. Menos aún intento ser una autoridad, con lo cual ni siquiera tienes que tomar en cuenta mi argumentación. Insisto en que estoy realmente sorprendido. Pero, en fin, serán cosas, supongo, de la comunicación por escrito. No puedo pedirte disculpas (cosa que harÃa sin problema si te hubiese ofendido injustamente) porque, como te comento, ni siquiera te habÃa leÃdo, ni me dirijÃa a nadie. No pensaba aportarte datos (aunque me alegro de que te sirvan) ni mucho menos llamarte cretino (que, insisto, no acabo de ver en mi mensaje por qué crees que me referÃa a tÃ...)
En otro orden de cosas, respecto a la base celtÃbera de la población castellana, utilizaba el término general de celtas e iberos. No obstante, la extensión de su territorio en Castilla, de los celtÃberos propiamente dichos, sobrepasa la que comentas. En el momento del enfrentamiento final con Roma, sabemos (gracias a las excavaciones, te remito a F. Burillo "Los celtÃberos, etnias y estados", CrÃtica; Alberto Lorrio -UCM, CSIC, REH- "Los CeltÃberos"; J.C. Olivares Pedreño "Los dioses de la Hispania céltica", RAH, U. de Alicante) que abarcarÃa Cuenca, Guadalajara, Soria, La Rioja,Burgos y la mitad oriental de Segovia. Que el resto de los pueblos de la Hispania indoeuropea sean o no celtas, no invalida el parentesco de comunidad indoeuropea en general, entre otras cosas porque ni siquiera los principales especialistas en el Hierro se aclaran sobre si, dentro del contexto indoeuropeo, considerar céltica o no Hallstatt, Hallstatt C y D, o sólo La Tene. En cualquier caso, dentro del contexto indoeuropeo, "lo celta" (que la arqueologÃa demuestra que ni siquiera es un concepto racial) serÃa una mera especialidad cultural. De ahà el resultado de las investigaciones genéticas que comentaba. De ahà la base castellana a la que me referÃa.
Sobre lo de los Danaeos, como dices, puede ser que sà o que se matice dada la confusión del momento. Pero respecto al tema de Dan, te recomiendo el penúltimo número de la Revista de ArqueologÃa, para el tema de los amorreos. Si descartamos "habiru" como hebreo, no podemos hablar entonces de un pueblo definido (salvo que hubieran salido de Ur con Abraham en enorme número) porque no hay pruebas de ello... Si nos remontamos a la llegada de los Hicsos hacia 1720 a Egipto, es posible que los judÃos estuviesen entre ellos, pero no sabemos quiénes eran a ciencia cierta, salvo el componente amorrita. Desde luego, no tendrán una composición estatal hasta el s. X a. C. aproximadamente, y no todavÃa en torno a los ss. XIII-XII a la llegada de los pueblos del mar (en 1050 aprox., durante el enfrentamiento con los filisteos, los hebreos son un conjunto de tribus dirigidas por sus jueces propios, y sólo ligados por el culto a Yahvé en el santuario de Silo). Los danaeos eran marinos y su nombre coincide con el de “danaosâ€, otro de los nombres de los micénicos. Algunos historiadores (en los que me basaba para mi comentario, aunque, efectivamente, no son todos) de la antigüedad relacionan a las hordas invasoras con pueblos expulsados a su vez del sur de Europa por otras hordas más norteñas. Esos investigadores pusieron de manifiesto algunas similitudes entre los sÃmbolos regios micénicos y los de la futura Judá, asà como la dedicación marina de la tribu de Dan, por lo que pensaban que eran descendientes de aquellos pueblos del mar convertidos al la fe en Yahvé. Respecto al monolatrismo hebreo del que hablas, repito lo que citaba en mi texto: en el Eclesiastés tenemos pruebas de la existencia de una consorte divina, amén del retorno a prácticas paganas de modo institucionalizado en tiempos de Salomón.
Un saludo, y espero que quede clara ahora mi postura.
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Foros de polÃtica y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: Judios Castilla
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: Abril 09, 2007, 23:01:30
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Aquà va una aportación. Creo que aclarará algo, ya que el tema está llenos de mitos falsos que, no obstante, se mantienen. He dividido el texto en varios apartados:
- Diferencia “semita†e “Indoeuropeoâ€. - Supuesto aspecto fÃsico. - ¿Qué son los judÃos? - ¿Raza judÃa? - ¿Descendiente de judÃos? - Supuestos apellidos - Resumen y origen de los castellanos.
- Lo más importante, debemos aclarar que los términos “semita†o “indoeuropeo†proceden exclusivamente del campo de la FilologÃa (nunca se repetirá esto lo suficiente), es decir, que aunque cataloguemos como tales a diversos pueblos del cercano o medio oriente en torno al cuarto milenio antes de Cristo, lo hacemos exclusivamente en función de la lengua que hablaban. Si hoy, en Castilla, extendiésemos el arameo, por ejemplo, serÃamos catalogados de semitas por los filólogos del futuro. Las lenguas semitas se caracterizan por la importancia de unas raÃces peculiares, en las que aglutinan tres consonantes que dan el sentido a la palabra. Las vocales sólo presentan aspectos accesorios del sentido. Incluso escritas, o no se representan o se hace con signos accesorios. Por otra parte, el término indoeuropeo determina a los grupos humanos que usan estas lenguas, independientemente de su aspecto fÃsico. Por ejemplo, hoy sabemos que el famoso Jerjes de “300†era tan indoeuropeo como sus oponentes griegos, como los iranÃes o los hindúes que se asientan sobre las antiguas civilizaciones “harappa†del Valle del Indo. Los documentos más antiguos en esas lenguas no superan los dos mil años a. de C., pero sus sociedades son más o menos rastreables mediente la tesis de la trifuncionalidad (mitológica y social) de Georges Dumézil.
- Sólo podemos inferir el especto fÃsico de aquellos hombres, en función de los habitantes de esas zonas asiáticas a dÃa de hoy, y ni siquiera eso es exacto. Los fenotipos humanos varÃan con el tiempo, las mezclas y la climatologÃa. Por tanto, las investigaciones genéticas pueden determinar el parentesco genético (la cercanÃa, pero no el origen, ojo) de poblaciones diversas, pero no el aspecto fÃsico original. Creo que es suficientemente conocido y citado aquél estudio de la Universidad de Valencia que mostraba que el nivel de cercanÃa del parentesco genético de los “españoles†(por España y Portugal) era mayor con los belgas (¡sorpresa!), y apenas reseñable (dentro del escaso porcentaje, algo mayor, como es lógico, en AndalucÃa) con el norte de Ãfrica (recordemos que la invasión norteafricana a partir del 711 es escasa. Se trata, sobre todo, de una conversión masiva a la fe de la nueva aristocracia dominante). Este resultado era debido, probablemente, al origen centroeuropeo de los grupos que durante el Hierro se afincan en nuestra PenÃnsula. Sin embargo, nosotros somos más castaños o morenos que los belgas, el gen rubio es recesivo, el clima es diferente, y en nuestra base genética se hallan los pueblos no indoeuropeos ibéricos neolÃticos nativos (Ãberos propiamente dichos, vascones y tartésico-turdetanos) influidos (en menor medida los vascones) por las culturas mediterráneas (muchos tampoco indoeuropeos, como los sardos, etruscos, etc). Por tanto, esa carga genética que nos liga a los belgas es lo suficientemente fuerte para perdurar en ese estudio, y sin embargo, somos muy diferentes, y contamos, además de con la base prerromana, con otras aportaciones de pueblos mediterráneos como romanos, griegos y hebreos, o germánicos como suevos, vándalos, alanos o visigodos (en alguno de estos casos, con dudas respecto a su origen, germánico o eslavo). Los hebreos serÃan efectivamente del tipo caucásico mediterráneo oriental (blanco morenillo, para entendernos), como otros pueblos mediterráneos, aunque esta reflexión nos lleva a otras dos: o es verdad que son tremendamente racistas, como algunos les acusan, y no se han mezclado con no judÃos, con lo que a la vista de su actual tipo fÃsico, tendremos que concluir que son o han sido siempre exactamente como los caucásicos mediterráneos o nórdicos (menos) europeos... O no han sido racistas en absoluto, y se han mezclado pero bien, lo que nos aclara aún más la imposibilidad de la llamada “sangre hebreaâ€, ya que no serÃa sino sangre proveniente de diversos orÃgenes, y a la vista de su tipo actual, preferentemente caucásica europea.
- ¿Qué son los judÃos, o el judaÃsmo? Teniendo ya claro que el término “semita†es exclusivamente filológico, y que el fenotipo humano es variable (lógicamente, dentro de un conjunto de caracteres generales), rechazándose como argumento cientÃfico aquellos viejos estudios craneales etc., vamos a avanzar sobre las bases más firmes que tengamos. En primer lugar, recordemos que el término “judÃo†que designa a los hebreos es de origen romano. Y designa a un pueblo de orÃgenes variables, conformado en torno a una fe monoteÃsta. Detectamos desde el cuarto milenio a. de C. Una serie de pueblos, a los que denominamos semitas, como acadios, arameos , o amorreos que aniquilan al imperio sumerio, crearán importantes civilizaciones, y serán antepasados de otros como los fenicios o los hebreos. Estos hebreos han tratado de ser identificados como los “habiru†de las fuentes egipcias, o pastores nómadas que se mueven entre la PenÃnsula Arábiga y Egipto, pero apenas sabemos nada de ellos, y, en todo caso, no estarÃamos ante una sociedad monoteÃsta cohesionada, como sà lo serÃan ya los clanes que acompañan a Abraham en su salida de Ur. Amorreos, por tanto, formarÃan parte de ese futuro pueblo hebreo. Pero sabemos que otra de las tribus que conformarán Israel, los Danaeos, la tribu de Dan, tienen origen en uno de los pueblos del mar que en torno al 1200 a. de C. siembran el pánico en el Mediterráneo. Por tanto, en la base de los futuros judÃos, hallamos desde semitas como los amorreos hasta pueblos mediterráneos de filiación no clara como los danaeos (otros pueblos del mar más conocidos serÃan los sardos, los cretenses, etc. ), y otras muchas gentes y clanes que se unieran a ese importante jefe que fue Abraham, probablemente genética y culturalmente emparentadas ya desde tiempos de los acadios. Por ejemplo, cuando los fenicios instalan sus primeras bases comerciales en el Mediterráneo occidental, es probable que llevasen entre sus tripulaciones gentes que no profesaban el culto a Baal, o al hércules oriental, Melkart, sino al todopoderoso Yahvé. Cuando se produzca la diáspora definitiva, entre los hebreos que vengan a Europa, las antiguas poblaciones fenicias no serÃan sino primos hermanos suyos, y probablemente, en muchos casos ya existirÃa bien establecido el culto a Yahvé. No existe, por tanto, una raza judÃa asentada en Europa, sino, en todo caso, una etnia, un grupo humano más bien similar cultural y fÃsicamente, ligado entre sà religiosamente, similar a otros pueblos mediterráneos con los que están en contacto, hasta el punto de que, aun teniendo en cuenta el hermetismo de la sociedad hebrea durante los siglos medievales provocado por las persecuciones, fÃsicamente son similares al resto de los pueblos mediterráneos europeos, y difieren más de los pueblos mediterráneos norteafricanos. Ni siquiera el pretendido monoteÃsmo serÃa una seña de identidad de los judÃos, como quieren hacer ver algunos nacionalsocialistas, frente al “paganismo†ario, ya que los hebreos, antes de profesar la fe en Yahvé, fueron tan paganos como el resto, e incluso ya durante el reinado de Yahvé, la población cayó más de una vez en prácticas paganas (a veces institucionalizadas, caso del gobierno de Salomón) similares a las del resto del mundo mediterráneo preindoeuropeo, como la creencia en un Dios celeste y una Diosa a veces asimilada a la Tierra (aún quedan rasgos de ello en el Eclesiastés).
- ¿Raza judÃa? No puede hablarse de una raza judÃa (o sangre judÃa) ya que en su origen, los hebreos son un conjunto de pueblos de orÃgenes diversos, ligados culturalmente entre sÃ, y en algunos casos más cercanos, y en otros más lejanos, genéticamente hablando, y fenotÃpicamente hablando. Esos pueblos estarÃan asentados ya en Europa desde el segundo milenio a. de C., (por tanto antes incluso que algunas oleadas indoeuropeas, con lo que resulta ridÃculo establecer que son ajenos a Europa), incluso en algunos casos practicando su nuevo monoteÃsmo, posiblemente, junto a otros fenicios y mezclándose con la población autóctona.
- ¿Cómo saber quién es descendiente de algún judÃo o judeoconverso? Lo primero que tiene que quedarnos claro es que se tratarÃa de una descendencia que no implicarÃa una diferencia genética, habida cuenta de lo dicho más arriba. Un descendiente de judeoconversos puede ser de tipo nórdico o mediterráneo, como todo habitante de Europa, especialmente del sur, quizá es más probable que tenga un tipo de sangre grupo B, del mismo modo que los europeos más cercanos a oriente (austriacos, búlgaros, etc), donde se expandió este grupo sanguÃneo hace unos 6 ó 7 mil años, procedente de Asia central. Por ejemplo, entre sefardÃes y askenazis es el grupo más extendido, pero existen los cuatro. La similitud fÃsica a los cristianos serÃa la responsable de aquellas prácticas tÃpicas en siglos anteriores, que pretendÃan detectar a los practicantes del judaÃsmo por su consumo de cerdo o no, por su falta de actividad los sábados, etc. Del mismo modo, comienzan a aparecer las tÃpicas caricaturas de judÃos bajitos, siniestros, enclenques, morenos, con el pelo rizado o las narices enormes que nadie sabe muy bien cómo son (¿alguien se ha pateado la Euskadi o Montaña profunda, o la Italia central, por ejemplo), la cara como Kafka, etc. Todo en un intento de alejar el estigma, en un momento en el que ya nadie sabÃa quién descendÃa de los judÃos, pues una vez siendo ya todos cristianos, se buscaba una élite diferenciando nuevos o viejos. Basta un simple vistazo a los hebreos actuales para observar la estupidez, pero la imagen triunfó, fue explotada, y causó problemas a no pocos europeos del sur, como cuenta Sartre en algunas anécdotas (concretamente, un aristócrata francés amigo suyo, descendiente de rancia familia, más feo que Picio, y que debÃa llevar continuamente su pasaporte en la Francia ocupada para que no le deportasen a Dachau... O el caso del francés judÃo, rubio y de ojos azules, que en una muestra de ánimo que la madre que lo parió, se iba de copas con los SS que presumÃan oler un judÃo a 30 metros de distancia...) .
- ¿Apellidos, familia, multitud de abuelos? Saber si uno es descendiente de judÃos, suele ser fácil porque la mayorÃa conservan bastante bien su herencia familiar y su religión, además de procurar enlaces con los de su misma religión. Saber si uno desciende de judeoconversos es prácticamente imposible, como conocer con seguridad el árbol genealógico de cualquiera más allá del siglo XVIII. Hemos de tener claro que tenemos 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, etc., y a su vez cada uno proveniente de familias y herencias genéticas similares o variadas. Por otra parte, una cosa es este emparentamiento genético, y otra cosa muy diferente es el apellido. Debido a esa multitud de antepasados, uno puede tener un apellido norteafricano (es un suponer) y ser de tipo nórdico, ya que la carga genética y el apellido pueden venir de zonas muy distintas. Un puede recibir de alguno de sus progenitores o abuelos un apellido supuestamente (y digo supuestamente por lo que luego explicaré) hebreo, y no tener ascendencia hebrea alguna. Del mismo modo, uno puede tener un apellido con blasón, pero no pertenecer al linaje (es decir, a la descendencia directa de ese apellido hidalgo, como ocurre en el 95% de los casos de aquellos que se emocionan viendo los tratados de heráldica y pensando que vienen de gloriosas familias). Es ridÃculo, por tanto, creer que uno es o no descendiente de hebreos o judeoconversos por cuestiones como el tipo fÃsico o el apellido. Por otra parte, ¿existen apellidos judÃos? Esta es otra cuestión que por mucho que se diga, jamás, desgraciadamente, triunfa sobre el mito, pero es obligado insistir en la verdad. Apenas existen apellidos judÃos, por lo menos en España o en Castilla (curiosamente sà existen moriscos como BenalmexÃ, o BardaxÃ, etc). Lo que existen son apellidos castellanos usados por los conversos. Algún apellido claramente judÃo, de los escasos que hay, es, por ejemplo, Baruque (procedente de Baruch), como el segundo apellido de nuestro insigne historiador y académico pucelano Don Julio Valdeón (pregunta obligada, por tener ese apellido, ¿a alguno se le ocurre pensar que Julio Valdeón es judÃo por tener ese apellido? HabrÃa que ser muy cretino para responder afirmativamente, salvo que esa fuera, en efecto, su confesión religiosa). Existe también el tremendo mito de que los apellidos de profesiones o de lugares son hebreos, y esto conviene aclararlo todavÃa más, pues no es asà ni mucho menos. Los apellidos toponÃmicos o de profesión son, no abundantes, son abundantÃsimos en Castilla (de hecho, si uno viaja por la geografÃa peninsular, hallará miles de pueblecillos de nombre extraño que, inmediatamente, relacionará con un apellido que conocÃa y que le parecÃa de significado extraño), por encima de la tradicional –ez, reservada en tiempos medievales al linaje noble, y a veces adoptado por los clientes más cercanos al señor. El común de los mortales llevaba, junto a su nombre de pila, otro dato para diferenciarse del resto, consistente en su oficio o su lugar de nacimiento. Más aún, con el desarrollo de las ciudades y la revolución industrial, el éxodo a las ciudades obligará a los obispados a pedir a la población que no se pongan de apellido a los hijos en los bautizos, o a los adultos en cualquier documento, su lugar de nacimiento, el de su padre, o su oficio, porque, por ejemplo, podÃa dar lugar a mil “Pepe Linares†en esta localidad, andaluza o cántabra. Algo más extraños son los apellidos religiosos como Santángel o Pascual. Efectivamente, su sonoridad y relación con un uso religioso (caso de la Pascua hebrea) parecen indicar su origen hebreo, especialmente porque se los ponÃan miembros enriquecidos de esta religión al bautizarse, y en muchos casos emparentaron con la nobleza (Fernando el Católico tenÃa una abuela conversa, por ejemplo, lo que no le impidió ser un gran gobernante y modelo de Maquiavelo). Los practicantes del judaÃsmo no enriquecidos, una vez convertidos trataban de ponerse apellidos habituales entre la población, para evitar problemas.
- En resumen, todo esto del antijudaÃsmo es una gran tragedia de orÃgenes estúpidos. La iglesia tiene culpa en parte, ya que los iniciales ataques contra la religión judÃa se dieron ya en los siglos IV y V d.C., cuando, convirtiéndose cada vez más feligreses al nuevo monoteÃsmo cristiano, encontraron, no obstante, competencia en el monoteÃsmo tradicional hebreo. Sabemos, por ejemplo, que en el sur de Hispania e Italia, hubo población cristiana que, en un deseo de acercarse más a Jesús, se convirtió al judaÃsmo (de nuevo vemos orÃgenes hebreos no ligados a una supuesta herencia genética). Por su parte, la tradicional manÃa persecutoria hebrea los ha mantenido extrañamente unidos, en una gigantesca asociación de socorro mutuo, cada vez más ajenos al mundo. Es prácticamente imposible saber el origen de alguno de los apellidos, pero en cualquier caso, no es sino uno entre cientos, asà como es ridÃculo pensar en unas supuestas consecuencias genéticas ya que, en origen, como hemos visto arriba, no existen, y en la actualidad, habida cuenta de nuestra mezcla, la población española o castellana es bastante homogénea como también se ha dicho, ya que, pese a aportes germánicos o mediterráneos (y entre estos estarÃan los judÃos), la base es aquella celtÃbera. De un modo u otro, más o menos, procedemos todos de aquella. Otra cosa es preguntarse qué extraños sentimientos y temores se les pasan por la cabeza a los antijudÃos que se empeñan en mantener los mitos.
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Foros de polÃtica y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: V de vendetta
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: Marzo 04, 2007, 05:29:32
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Sàseñor, de acuerdo con lo que comentas Oretano, tanto en lo de la pelÃÂcula como, sobre todo, en lo del libro. Leàel "Conde" hace unos años y me lo pasé pipa, es lo mejor que se puede decir. Además, pese a las diversas adaptaciones al cine, me quedo con Richard Chamberlain, siempre enlutado, estilo héroe romántico atormentado. Junto con Miguel Strogoff, son mis personajes literarios preferidos.
Un saludo.
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Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de la Música Castellana / Re: Musica castellana
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: Febrero 22, 2007, 22:58:42
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Yo tengo algunos CDs de Eduardo Paniagua sobre las Cantigas. Cada CD, muy fácil de encontrar en cualquier tienda, está dedicado a algún tema (caballeros, Cantigas de Toledo, Cantigas de gaita y tamboril, etc.) y me parecen una preciosidad. Utilizan instrumentos tradicionales, y algunos de los músicos que colaboran con él son muy conocidos (por ejemplo, la participación de Quique Almendros era habitual, hasta su desgraciada enfermedad). Las melodÃÂas te trasladan a otra época. Paniagua también tiene versiones sobre el Cantar de la Conquista de AlmerÃÂa, música visigoda, cristiana y musulmana, etc. Respecto a oÃÂrlas en directo, no lo he hecho, pero tuve una experiencia similar: hace unos años pude acudir a un concierto de música antigua (medieval y renacentista) en el claustro de la catedral de Oviedo, y me pareció algo impresionante. En Madrid, hay un ciclo todos los años en el Monasterio de El Escorial (o por lo menos se venÃÂa haciendo hasta hace nada).
Un saludo.
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Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de Historia de Castilla / Nubleros, elementales del aire y Castilla.
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: Enero 09, 2007, 22:12:17
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Hace tiempo leà algo sobre los santos, cristos y vÃrgenes que se sacaban con motivo de lluvia o de escasez de ésta. Hay varios casos de figuras que, más o menos, impiden la lluvia, y a cambio, les crecÃa el pelo o las uñas. Es como la antigua magia simpática, como si revivieran a cambio de absorver el agua. Por lo visto, tampoco es algo exclusivo de Europa.
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Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de Historia de Castilla / Nubleros, elementales del aire y Castilla.
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: Enero 08, 2007, 03:16:08
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Dando un paseo este sábado por la vieja “sierra del Dragónâ€, que compartimos madrileños y segovianos, entre Cercedilla y El Espinar, el paisaje no podÃa ser más evocador: bajo un limpÃsimo cielo y radiante sol, los pinos, la hierba y las rocas desprendÃan vida. Pese al frescor, y al agua caÃda (los embalses están la mayorÃa ya en torno al 70%), las suaves temperaturas de este invierno han hecho que apenas quede rastro de nieve (18 grados bajo cero registraron los monjes del Paular en RascafrÃa hace dos años...) . Como lo pasamos tan mal hace unos meses con la “pertinaz sequÃaâ€, será bueno recordar algunos aspectos de nuestro folclore castellano que van desapareciendo poco a poco, relacionados con los seres de las lluvias y la meteorologÃa.
Estos seres aparecen en el folclore de numerosos paÃses europeos (y no europeos), y es probable que sean comunes a todos los pueblos que comparten la cultura indoeuropea, pues las caracterÃsticas que se les otorgan parecen relacionarlos con los devas hindúes, o con los céfiros del Sama Veda indostánico llamados Maruts: pequeños, etéreos, inconstantes y dicharacheros, sueltan el relampagazo allà donde les viene en gana... O donde les han conjurado.
En Castilla vamos olvidando su existencia. No obstante, vamos a comprobar cómo aún quedan restos de la creencia en estos seres, y cómo en fechas tardÃas aún se seguÃa buscando una explicación sobrenatural a los fenómenos atmosféricos maléficos, destrozadores de vidas y cosechas, encarnando en humanos con poderes especiales los antiguos atributos de los geniecillos del aire.
En el pueblo de Osorno, Palencia, los llamaban “nublerosâ€, y creÃan que van volando por encima de las nubes, arrastrándolas. Asà los llaman (o llamaban) también en Carrión de los Condes, donde trataban de conjurarlos mediante santos con peana y todo tipo de reliquias. Cuando los conjuros funcionaban, y los de Osorno conseguÃan alejar el peligro, los gamberros nubarrones seguÃan en dirección este, y el susto se les metÃa en el cuerpo a los del cercano pueblo burgalés de Melgar de Fernamental, que gritaban “¡Ya han sacado el zancarrón!â€, y sacaban al cura a toda prisa, a preparar la defensa... Pero bien amarrado al suelo, o sujeto por un par de robustos mozos, ya que era creencia que estos seres de las nubes, una vez el cura iniciara el exorcismo, intentaban elevarlo y atraerlo hacia las alturas. TodavÃa existe cerca de este pueblo una zona llamada “la pedra†donde, al parecer, descargaba el granizo cuando el cura tenÃa éxito con el conjuro.
En el pueblo sanabrés de Avedillo se les llama a estos seres “regularesâ€, y en esta localidad se cuenta una curiosa historia: estaba el cura de rodillas en el campo, preparándose con su misal a conjurar una cercana tormenta cuando, asombrado, vio caer de pie del cielo a un hombre. Y le reconoció como un antiguo compañero de seminario, expulsado por su gamberrismo. Y preguntándole qué hacÃa, el recien “caÃdo†respondió simplemente que estaba preparando la tempestad... También en Zamora, en Abezames, opinan que la tormenta se produce porque estos seres se pelean, y sólo cabe avisarles tocando las campanas o insultándolos, a ver si caen en la cuenta del estropicio y dejan en paz a los sufridos humanos. Lo mismo opinan en Sorihuela, en Salamanca. En las llanuras leonesas las historias son similares, si bien en el norte, cercano a Asturias, identifican a estos seres con gigantes de un solo ojo, siguiendo la tradición de “gigantismo†de las zonas montañosas.
En Astorga se cuenta otra historia curiosa: un muchacho hizo enfadar a su madre, que le maldijo. De noche, salió a un corral y desapareció. Dos horas después, le localizaron en el piso superior de la casa, tras un gran ruido: el chico aseguró haber sido arrebatado por unos seres espantables que le llevaron volando por las nubes, y sólo consiguó liberarse invocando a la Virgen.
Relacionado con estos seres encontramos en el norte de España al “nuberuâ€, un anciano corpulento y estrafalario capaz de convocar a las tormentas, a medio camino entre las antiguas divinidades de las tormentas, los seres elementales o gente menuda de los que hemos hablado hasta ahora, y los brujos tempestarios que de algún modo, heredarán esas cualidades convocatorias. En el norte de Castilla, todavÃa en los años 70 del siglo XX se encontraban personas que afirmaban conocer a un viejecillo de estrafalaria vestimenta, cubierto de vieiras o conchas peregrinas, que iba de un pueblo a otro, especialmente en fiestas, y era capaz de atraer las tormentas.
En Burgos, en 1642, estos elementales del aire volvieron a hacer de las suyas, esta vez con un resultado trágico: tras caer una impresionante tormenta de piedra en plenas fiestas de san Roque, la tormenta se dirigió hacia el pueblo de Palenzuela, donde corrÃan toros. Ante el peligro, avisaron al cura. Este se disponÃa a iniciar el hechizo, bien sujeto por varios mozos, cuando comenzaron unas ráfagas de viento huracanado que les obligaron a guarecerse bajo los muros del palacio del Almirante. Entonces, una voz de ultratumba avisó a los mozos de que soltasen al cura o correrÃan la misma suerte que él. Atemorizados, estos lo hicieron, y el cura resulto arrastrado a las alturas, cayendo después y muriendo por el impacto.
En cualquier caso, era costumbre en los pueblos castellanos que la eficacia de los conjuros del cura era mayor si resultaba acompañada por el tañer de las campanas espantanublos, que asustaba a esos seres. Desde tiempo inmemorial, se ha considerado esencial para la defensa frente a lo sobrenatural, en occidente, del tañer de las campanas de las iglesias. En ellas se grababan conjuros contra la piedra, el rayo, etc. Los monasterios castellanos tenÃan una campana para estos quehaceres, la campana de MarÃa, que tocaban en cuanto se acercaban los nubarrones, y aseguraban los monjes que se oÃan voces en el cielo exclamando “¡Aprisa, aprisa, antes de que toque la campana de MarÃa, caigan piedras y rayos!
El dÃa 1 de febrero, festividad de Santa BrÃgida, los mozos de diversos pueblos de Cantabria, Palencia, Valladolid, Zamora y León celebraban su festividad, y en la vÃspera tocaban las campanas muy rápido y ellos cantaban un conjuro llamado el “tentenubloâ€, imitando lo que hacÃan los antepasados:
“Tente nublo, tente tú, que Dios puede más que tú, si eres lluvia, ven acá, si eres piedra, vete allá.â€
También en la mágica zona de los Montes de Toledo, los aldeanos tenÃan su defensa: el dÃa de la Pascua de Resurrección, se llevaban en un bote agua bendita a sus casas, y en ella echaban 7 cantos. A la llegada de la tormenta, conjuraban a los demonios colocando uno de estos cantos en el tejado. Una variante existÃa en zonas de Soria y la Rioja: algunos campesinos, arando, encontraban lo que denominaban “piedras del rayoâ€, antiguas hachas prehistóricas, allá donde habÃa caÃdo un rayo. Estando, pues, emparentadas con los seres que producÃan las tormentas, bastaba con enterrar alguna de esas hachas lejos del pueblo, porque allà irÃan esos rayos.
Tal terror imprimÃan los seres elementales (o diablos) de la tormenta en la mentalidad de las gentes, que las personas que se relacionaban con ellos eran consideradas diabólicas. Es lo que intentaron los enemigos del Conde Duque de Olivares tras su muerte. Aseguraron que, a la salida del cortejo fúnebre de Toro, les siguió una nube que, al llegar al Manzanares, descargó sobre el séquito una horrorosa tormenta de piedra, señal inequÃvoca de la malignidad del fallecido. No obstante, Olivares ya tenÃa esa fama en vida, pues se aseguraba que mantenÃa a un espÃritu familiar encerrado en una muleta que le ayudaba a caminar, y que acabó en Guadalajara, en el monasterio de Bonaval.
También en el siglo XVII existieron otros casos que demostraban la creencia en las causas sobrenaturales de la tormenta. Por ejemplo, un soldado, atravesando el puerto de Guadarrama, sufrió una repentina tormenta de piedra que casi lo despeña. Aseguró que habÃa sido conjurada por una hechicera sevillana con la que tiempo atrás habÃa mantenido ciertas relaciones, y que le odiaba y perseguÃa.
Otros personajes singulares del XVII, conjuradores (a favor y en contra) de las tormentas, fueron el famoso licenciado Velasco en Madrid, que llamaba a las tormentas con ayuda de un libro mágico o grimorio obtenido durante sus estudios en Salamanca, y que tuvo problemas con la Inquisición. Igualmente, un clérigo bachiller en Derecho Canónico, beneficiado en Villegas o en Villamorón, era famoso por conjurar tormentas o espantarlas, llegando incluso a provocar un pedrisco en Burgos, como su colega el cura de Cogollos.
En fin, todo ello no deja de ser un pequeño muestreo de la supervivencia de antiquÃsimos mitos en nuestro folclore, de historias que perduraron en la mentalidad de nuestros antepasados y se van perdiendo.
Saludos.
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