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11  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: España es corrupción, negocio y represión (articulo de Comunidad) : Febrero 02, 2013, 15:45:31
Leyendo este articulo queda clara la optica desde la que se enfoca la critica al sistema español en el que queda desdibujada e incluso anulada la realidad castellana. En todo momento se habla de las personas y de la comunidad como el centro de decision, y es clara también la idea que frente electoral no debe ser el eje central desde donde se organice el movimiento de transformacion social, se habla de autonomia y unidad.
No entiendo esas criticas tan acérrimas contra ciertos conceptos libertarios en relacion al movimiento de liberacion de los pueblos, no veo idealizacion ni mucho menos posturas populistas. Al contrario, veo optimismo, transparencia y propuestas claras.
Yo pienso que se enriquece la perspectiva comunera, pero bueno, en el terreno de la dialéctica hay opiniones para todos los gustos.
12  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / España es corrupción, negocio y represión (articulo de Comunidad) : Febrero 02, 2013, 02:30:33

http://comunidadcomunera.wordpress.com/2013/02/01/espana-es-corrupcion-negocio-y-represion/


España, corrupción, negocio y represión. Son las cuatro palabras que dan sentido al enunciado de este artículo. También es cierto que conforman una rima, pero no aparecen juntas fruto de la casualidad o de la inspiración lírica, como tampoco es un azar el orden que guardan en la frase. Comenzamos por el nombre del producto, que a la vez es el nombre de la empresa, y continuamos con las consecuencias del invento, que a su vez son la razón de ser del mismo. Un nombre, España, que por encima de las distintas significaciones históricas o políticas que pueda suscitar, tiene adosadas (por “méritos” propios) tres facultades (corrupción, negocio y represión), que podrían ser muchas más, pero que traducen bien la identidad de un proyecto político y económico que poco o nada tiene que ver con la idea que, de manera general, tienen la mayoría de los ciudadanos que viven bajo jurisdicción del reino de España, también denominado Estado español.
 
No es nuevo ni tampoco es fruto de la casualidad el hecho de que las administraciones centrales y autonómicas, así como otros ámbitos más locales como son los ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades, se conviertan en centros de poder desde los que se producen, de manera regular, casos sobresalientes de corrupción política, fruto del negocio desenfrenado, de la falta de escrúpulos y de una legislación y cultura política que, por regla general, no están a la altura de lo que se podría esperar en un sistema llamado democrático. También desde muchos de esos estamentos administrativos, en conexión con otros entramados económicos y financieros y de manera paralela a la vida política de conocimiento público, esos grupos y redes formados por personas con nombre y apellidos actúan con total connivencia, al margen y muchas veces por encima del sistema de leyes que ellos mismos determinan y legislan. La represión jurídico-policial (en la que el entramado mediático juega un papel fundamental) se convierte así en otro arma más al servicio de esas jerarquías “corruptas”, muchas veces encabezadas por los más altos cargos en funciones. Y esto se produce bajo gobiernos de distinto signo político (con el PSOE, el PP y CiU a la cabeza) pero que responden a los mismos intereses, variando el modus operandi: KIO, fondos reservados, Rumasa, Filesa, Ave, Cesid, Guerra, Casinos, Ibercorp, Urralburu, Estevill, Turiben, Roldán, Banesto, GAL, PSV, Pérez Villar, Zamora, Lino, Forcem, Gescartera, Bolin, EREs falsos, Malaya, Gürtel, Matas, Pretoria, Nóos, Dívar, Alcorcón, o el reciente caso Bárcenas, son ejemplos contemporáneos de corrupción que han cobrado trascendencia pública, a los que se ha de añadir la función de criminalización y represión llevada a cabo contra las diferentes luchas obreras y populares (incluyendo detenciones ilegales y arbitrarias y prácticas de tortura por parte de diferentes cuerpos policiales). La codicia y la mentira no conocen límites.
 
Y aunque es cierto que el título de este articulo responde a una situación alarmante y de plena actualidad, la verdad es que se refiere más bien a una lógica que tiene diferentes lecturas en el tiempo, situándose como un capítulo más de una dinámica estructural, que sin miedo a equivocarnos podríamos calificar de histórica. Porque bastante tiempo ha pasado ya desde que todo esto comenzó, y porque esa ha sido la tónica general que ha caracterizado a los diferentes equipos que han gobernado las administraciones españolas. Y, por extensión, nos referimos a los diferentes regímenes políticos en que se ha enmarcado el proyecto español, desde el absolutismo y la anterior apuesta imperial hasta el actual sistema autonómico pasando por los raros momentos republicanos, las numerosas dictaduras, y prestando especial atención a la época más contemporánea, que podemos situar en el conjunto de sucesos acaecidos a partir del alzamiento franquista y la correspondiente guerra civil. Y es que ese pesado e interminable capítulo representado por el régimen franquista ha sido un momento histórico que, por desgracia, ha marcado una manera de pensar y de gobernar España, conformando un legado  y un concepto que se ha reproducido desde el poder ajustándolo a los distintos cambios que ha experimentado la sociedad. La llamada transición hacia un sistema más democrático que dinamizó el propio régimen ha sido un claro ejemplo de ello, tanto en las formas como en el fondo.
 
De aquellos polvos, estos lodos. Y es que la sabiduría popular es agradecida en dichos y refranes que contienen muchos valores e ideas que a la vez ayudan a encontrar respuestas a ciertos problemas que a fuerza de repetirse se convierten en males mayores. Y ahí nos encontramos.
 
Viene a colación otro proverbio, de sobra conocido pero no por ello siempre aplicado correctamente, y es que “no se puede pedir peras al olmo”. De hecho sí que se puede (reclamar peras a un olmo), pero ya de antemano podemos augurar una larga espera, ciertamente infinita. En nuestro caso, la figura del olmo estaría representada por el Estado, por el propio cuerpo ideológico de España, y las peras serían el conjunto de las legítimas reivindicaciones populares, entre las que se encuentra la defensa de Castilla como realidad histórica y como realidad social que no puede encontrar respuestas a sus necesidades de la parte de una estructura política y económica que niega o tergiversa a placer esa misma realidad. Y es que España no produce Castillas, de la misma manera que un olmo no da peras, pues no está en su naturaleza el tan siquiera poder intentarlo. La idea de España, como concepto desarrollado mediante el nacionalismo español, se nutre del hecho diferencial castellano para argumentar su propia existencia y legitimar cambios que en nada atañen al pueblo castellano y que perjudican claramente a Castilla. Solo el pueblo castellano puede dar solución a esta problemática. Y las numerosas dificultades que este camino entraña no pueden servir de excusa que justifique la inacción y la aceptación del actual estado de cosas. Eso sería claudicar ante la razón de la fuerza y la calumnia.
 
Hemos de ser conscientes de la utilidad real que tienen las actuales estructuras españolas de gestión política y, en este sentido, hemos de determinar qué papel ha de jugar el movimiento popular respecto de la confrontación electoral. La lucha política no puede ser reducida al terreno electoral, sino que ha de dotarse de una autonomía y una unidad en la acción, máxime cuando queda probada la inutilidad de ciertos organismos de gestión institucional cuando de lo que se trata es de mejorar la calidad de vida del conjunto de la población (atacando de raíz las diferentes causas responsables de las diferencias sociales), de articular la soberanía (política, económica, energética y alimentaria) de la comunidad para así poder asegurar el desarrollo del progreso social y la efectiva aplicación de una democracia real (directa y transparente), contribuyendo desde Castilla a un cambio integral y global que asegure una redistribución de la riqueza social y posibilite la armonización de la interacción de los grupos humanos con nuestro entorno natural (uno de los retos vitales del momento actual).
 
No se trata tanto de fomentar la protesta con la intención de que las autoridades concernidas cambien de dinámica (gracias a la presión social o/y a una cuestión de imagen y de potencial pérdida de votos), o enfocando la indignación con la perspectiva de provocar cambios de gobierno que no hará más que perpetuar el sistema que se quiere transformar, movimientos que incluso contribuirán  a consolidar ese sistema al favorecer la asimilación del movimiento social y anular su potencial político. La idea principal, y que ha de tener un papel de eje estratégico ayudando a coordinar las diferentes luchas sociales y populares, es el cambio de sistema, transformación social que forzosamente ha de venir desde abajo y empujada por la dinámica social gracias a la constitución y desarrollo de estructuras participativas que propicien la democracia plena y el acercamiento del poder al pueblo soberano.
 
La única manera de evitar que se vuelvan a repetir actuaciones fraudulentas que van contra los intereses de tod@s es fomentar el conocimiento, la cultura y el espíritu crítico hacia esas mismas formas de actuar, edificando un sistema político diferente que responda a otros valores y a otras maneras de trabajar, creando una dinámica política que sí represente el sentir popular. En Castilla, el protagonista de todos estos cambios ha de ser el propio pueblo castellano, el primer concernido y el único sujeto capaz de realizar una tarea de tales dimensiones. Estamos hablando de la vida política y económica del común, de todo el país, de la gestión de nuestro día a día como sociedad, una responsabilidad que corresponde a todas las personas que formamos parte de la comunidad, una tarea que no podemos volver a dejar una y otra vez en manos de una casta política parasitaria que solo busca el beneficio lucrativo personal y que se encuadra en estructuras políticas y económicas muy concretas cuya única razón de existir es la gestión del poder.
13  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Castilla se pertenece (nuevo articulo de Comunidad) : Enero 28, 2013, 19:08:29
http://comunidadcomunera.wordpress.com/2012/12/06/castillasepertenece/

Es la víspera de las celebraciones que anualmente se realizan en Toledo en conmemoración del alzamiento comunero, preludio del movimiento de las Comunidades que, aun siendo derrotada la iniciativa comunera en la decisiva batalla de Villalar un 23 de Abril de 1521, tuvo una continuación de nuevo en tierras toledanas, y conformó uno de los hitos históricos que definirían uno de los aspectos característicos del hecho diferencial castellano.
 
Si bien Castilla ya existía como estructura política antes de la revuelta comunera, este momento supuso un antes y un después en la configuración de la identidad popular castellana, puesto que fue determinante la acción de sectores populares que, dirigidos en parte por una junta concejil y comunera, adquirieron un protagonismo notable. Personajes conocidos, con María de Pacheco y Juan de Padilla a la cabeza, y otros que han quedado relegados a un segundo plano, pero sin los cuales nada de todo esto hubiera sido posible, fueron los artífices del éxito del movimiento comunero.
 
Porque las transformaciones sociales profundas son el fruto de un trabajo colectivo, del esfuerzo y la cooperación de personas y entidades implicadas en una tarea de progreso común, y es por eso que su significación y su legado pertenecen a la memoria del pueblo en su conjunto. Hechos como éste son los que marcan la personalidad de un pueblo (a la vez que le proporcionan una dimensión nacional, al enlazar las peculiaridades locales con un ámbito político más extenso y complejo) y no tanto las querellas de reyes y señores que en la mayoría de los casos han obrado y obran guiados por intereses muy particulares, que solo buscan acrecentar y fortalecer sus propiedades y aumentar los beneficios  de sus empresas. Los privilegios de unos pocos gracias a la sumisión del resto no son los mimbres que hacen al pueblo, pues el origen genuino que marca sus rasgos diferenciales hay que buscarlo entre sus gentes. La auténtica alma de los pueblos nace de la propia interacción de las personas y los grupos humanos que lo habitan, y es en el seno de esa sociedad donde se desarrolla. Es obvio el papel destacado que las acciones de reyes, imperios y otros estamentos han tenido en la configuración de muchos de los rasgos políticos, económicos y culturales de los pueblos (estén estos bajo la jurisdicción de un Estado o no), empezando por las divisiones fronterizas y muchos de los símbolos que los representan. Pero, más allá de estas influencias, el único valedor del espíritu popular es el propio pueblo organizado en comunidad, y solo él es el legítimo representante de esa identidad nacional, a la que los poderosos hacen referencia con el único objetivo de mantener sus privilegios. Las injusticias sociales son el resultado, en parte, de la falta de soberanía, que a su vez es uno de los requisitos necesarios para el fomento de la división, la fragmentación social y la correspondiente confrontación entre pueblos.
 
Los hechos históricos han de situarse en momentos históricos concretos y han de interpretarse en relación a parámetros ajustados a esa realidad histórica, lo contrario da lugar a  lecturas demagógicas proclives a la manipulación. Pero ello no es óbice para que determinados hechos como el que aquí especificamos, tengan una relevancia mayor y marquen un antes y un después en el devenir de los pueblos y de toda la Humanidad. Y en el caso que nos ocupa el principal concernido es el propio pueblo castellano, portador del legado de la nación castellana, y único pretendiente legítimo de la soberanía nacional.
 
Vivimos en una negación constante de la identidad castellana por parte de los poderes que gestionan la actual administración española, acompañada de un proceso estructural de marginación que sufre la gran mayoría de nuestro pueblo, que se traduce en una gestión parasitaria  en el plano político (cuando no en el económico, cultural…) y catastrófica en todo lo relativo a la cuestión social. Problemáticas cruciales como las emigraciones forzadas y masivas que han sacudido a varias generaciones, la correspondiente despoblación de pueblos y comarcas enteras, el desequilibrio crucial entre el mundo rural y el urbano, la política agraria, industrial y energética, la gestión del territorio, de sus recursos y del medio ambiente,  la situación de dependencia económica respecto a la llamada dictadura de los mercados, la especulación inmobiliaria y la corrupción política, son ejemplos característicos de un sistema político y económico que responde a intereses ajenos a las necesidades sociales y que se construye de espaldas al pueblo, produciéndose un alejamiento de comportamientos nítidamente democráticos y provocando desconfianza e indignación en capas cada vez más extensas de la población. La gran mayoría del pueblo castellano no es dueña de su destino, no participa en la toma de decisiones que afectan a toda la comunidad, es relegada por los poderes establecidos a un mero papel de espectador. Por lo tanto, la sociedad castellana no es responsable de los errores y de las crisis provocadas por actores políticos, financieros y económicos, y no puede asumir una vez más el rol de víctima que le han otorgado “desde arriba”. Entonces, ante este panorama desolador, acrecentado por una crisis sistémica que sirve de excusa para radicalizar aún más si cabe el proceso de centralización política, de privatizaciones y recortes, de precariedad laboral y de pérdida de derechos sociales, es un buen momento de replantearse colectivamente algunas cuestiones que atañen directamente a nuestras vidas individuales y a la actual posición que detenta nuestra comunidad, y urge redefinir ciertos planteamientos básicos: el entramado político, económico y cultural que da forma al proyecto español no solamente está en crisis (una crisis interna y una crisis que corresponde a parámetros más globales) sino que además funciona a costa de la negación de la identidad y soberanía castellanas (litigio en el que también están concernidos otros pueblos ibéricos), utilizando un concepto abstracto de Castilla (muchas veces manejado como arma arrojadiza) para legitimar la propia existencia de España como Estado-nación. En este sentido, queda claro que, frente a ese proyecto llamado España, hay un país castellano y un pueblo castellano que ha de ser el sujeto sobre el que ha de recaer la soberanía, en consonancia con las legítimas aspiraciones nacionales que le corresponden como pueblo. Cuanto más fuerte sea el poder del Estado español, tal y como está articulado hoy por hoy, menor será la capacidad de resistencia de Castilla como pueblo, y menores también las posibilidades de continuidad histórica o supervivencia.
 
Castilla es una tierra de contrastes, no solamente como resultado de sus proporciones geográficas y de sus paisajes naturales originarios, sino por ser la suma de un crisol de culturas que han marcado la identidad colectiva de todo un país, que son el origen de sus rasgos comunes. Han sido muchas las historias de Castilla, y en la mayoría de los casos los auténticos artífices de los procesos históricos han sido menospreciados por los poderes establecidos responsables de la oficialización de muchos de esos pasajes históricos. Cuántas veces hemos sido testigos de interpretaciones sesgadas, de ocultación de personajes y de hechos históricos fundamentales para la interpretación de nuestro devenir colectivo.
 
El devenir de un pueblo, su origen y su futuro, no se pueden entender como un proceso monolítico, como una línea recta con un origen profético y un porvenir dictado de antemano por fuerzas místicas o dirigido a partir de una serie de fundamentos jurídicos, sino que es el resultado de un proceso histórico que nunca se detiene, puesto que la realidad de un pueblo se desenvuelve cada día; la Historia con mayúsculas no se para en un momento dado y se activa más tarde.  Las diferencias entre vecinos se suelen remarcar cuando se evita la búsqueda de lo que une, de los parecidos, cuando se niegan las semejanzas. Así, la evolución de los pueblos muy pocas veces corresponde a la acción consciente y organizada de las comunidades que habitan muchos de los reinos desaparecidos y de los estados modernos existentes. Las fronteras, los símbolos y hasta las denominaciones de los países las más de las veces suelen ser fruto de aconteceres ajenos a la voluntad popular: disputas de palacio, intereses económicos o dinámicas imperiales han jugado y juegan mucho a la hora de definir los límites del mapa geopolítico internacional.
 
La identidad castellana es compleja y diversa, y quizás deberíamos hablar de las Castillas y no de un solo ente cultural y político que ofrece una imagen distorsionada, homogénea y artificiosa más cercana a determinados parámetros ideológicos que a la realidad misma del pueblo. La vertebración de los territorios pertenecientes al país castellano ha de redefinirse partiendo de la idea fundamental que el poder de decisión en todos y cada uno de los asuntos que conciernen al conjunto de la comunidad ha de residir en la base social, organizada a nivel local y comarcal, de abajo hacia arriba y no al contrario, atendiendo a la voluntad popular democráticamente expresada de las poblaciones concernidas. Esa es una premisa de obligado reconocimiento y cumplimiento para poder ejercer la soberanía popular. Porque, al igual que el proceso histórico, la gestión política de un país, para que sea realmente democrática y tenga legitimidad, tiene que realizarse cotidianamente desde el respeto absoluto a la voluntad popular, exprimida mediante diferentes cauces de participación directa en la vida política.
 
En ese camino de conquista democrática de las riendas políticas por y para el común, el pueblo castellano puede recuperar el protagonismo perdido y marcar una nueva senda con voz propia. Quizás esa sea la única vía posible para asegurar una continuidad histórica como pueblo. Lo contrario es seguir dependiendo de lo que se decida en estamentos extraños y alejados de los intereses de la mayoría social. Seguir siendo espectadores y no protagonistas ya sabemos a quién beneficia y a quién perjudica. Desde el seno de la sociedad ha de articularse una mayoría que sea capaz de articular los mecanismos necesarios para que la expresión popular de Castilla sea una realidad.
 
Castilla se pertenece, a nadie perteneciera
14  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: Comunidad Comunera (Facebook) : Diciembre 02, 2012, 20:49:13
Texto publicado en Comunidad, a modo de manifiesto fundacional:

Haciendo Comunidad

Comunidad es un espacio que da cabida al encuentro de ideas, opiniones y propuestas planteadas desde la base de la sociedad castellana con el propósito de contribuir a la construcción de un proyecto en clave nacional que, buscando el trabajo en común y la cooperación solidaria entre todas las personas y agentes implicados en esta tarea, permita hacer realidad la transformación social que Castilla necesita. Porque Castilla somos tod@s, la soberanía ha de residir en la comunidad, organizada de abajo hacia arriba y trabajando por el progreso común.
 
Comunidad se constituye como un instrumento de debate, análisis e intervención política, con la intención de aportar ideas, opiniones y propuestas que, desde el seno de la sociedad y desde una posición de autonomía respecto a planteamientos partidistas donde priman las alianzas y los  cálculos electorales, ayuden al desarrollo de nuestras capacidades como pueblo. Así, con consciencia, confianza y decisión, podremos recuperar las libertades perdidas y conquistar nuevos derechos, conjugando la lucha en clave social y nacional, dos nociones que deben ser  intrínsecas, y fomentando la participación directa, con la justicia social y las legitimas aspiraciones de soberanía económica y política como guías.

La convivencia con nuestro entorno natural, el equilibrio con los ecosistemas  que nos rodean y a los cuales estamos ligados, también son  vitales para comprender los retos que tenemos delante. En este sentido, el papel de la cultura tradicional, en su más amplio significado, debe ser fundamental a la hora de entender la cultura, la educación, el desarrollo y por tanto el futuro de nuestra sociedad. El respeto del medio rural como dinamizador social puede ser complementado con la vida en las ciudades, pues la relación entre el mundo rural y el urbano tiene que ser interactiva, pero partiendo de la base que la organización social ha de ser estructurada de abajo hacia arriba, respondiendo a las necesidades de las personas desde un marco comarcal basado en la equidad y en la raigambre local. Territorio y sociedad son ámbitos que han de ir de la mano, por lo que una reformulación de esa asociación se hace más que necesaria, conectando la economía y la política con todos los agentes concernidos, dando prioridad a las necesidades reales en un marco de cercanía, donde el control económico y financiero sea racionalizado desde estructuras públicas y participativas. Porque solo la unidad desde la base y la solidaridad desde abajo son efectivas para tejer redes sociales, en las luchas y también en la vida cotidiana.

En este sentido, Comunidad quiere sumar fuerzas en el camino de construir una mayoría popular crítica, con conciencia social, con el objetivo de transformar nuestra sociedad, ayudando a mantener viva la participación de todas las personas y colectivos implicados en el análisis, en la elaboración de propuestas y en la toma de decisiones, consolidando ese proceso de liberación. Trabajar para que se visualice un movimiento popular emergente con vocación de mayoría, organizado desde la base, donde en todo momento ha de residir la soberanía, impidiendo así que se tomen decisiones de espaldas al pueblo.

La mayoría social castellana, consciente y organizada,  con responsabilidad e ilusión, puede aportar toda la energía necesaria para construir un nuevo proyecto de sociedad llamado Castilla. Un árbol milenario cuyo tronco es el propio pueblo castellano y cuyas raíces se hunden en la historia de la humanidad.

Porque se hace camino al andar, hacemos comunidad. Porque Castilla somos tod@s, somos pueblo.
 
Octubre de 2012


http://www.facebook.com/#!/notes/comunidad-comunera/haciendo-comunidad/114589558702060
15  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: Nueva web de IZCA: Pueblo comunero (próximamente) : Enero 03, 2012, 00:58:14
Enhorabuena! Buen cambio, buen comienzo de año. Entre tod@s todo sale mejor, hay que colaborar!
16  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: [Madrid] Fotos y crónica de las VII Jornadas Internacionalistas : Diciembre 07, 2011, 01:34:30
Enhorabuena a l@s compas de Madrid, un gran trabajo como siempre!
Conociendo otras luchas y otros lugares aprendemos mejor a conocer nuestro entorno mas cercano, ademas que es imprescindible fomentar y practicar la solidaridad internacionalista! Saludos libres y comuneros desde el otro lado de los Pirineos
17  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: [Salamanca] Proceso de Paz en Euskal Herria : Noviembre 30, 2011, 20:00:36
Un saludo libre y comunero desde Euskal Herria a los paisanos castellanistas de Salamanca, siempre dando la talla!!!
Aunque suene a broma no lo es, y viene muy a cuento
18  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: [Salamanca] Proceso de Paz en Euskal Herria : Noviembre 30, 2011, 03:31:23
Mi solidaridad con l@s companier@s charr@s.
Las luchas de liberacion nacional de diferentes paises pueden ser complementarias si nos une el amor a la libertad, el rechazo del centralismo y la solidaridad, tan importante entre vecinos.
19  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: Comarcas castellanas : Noviembre 29, 2011, 03:07:19
Gracias por el enlace, como llevo poco participando en el foro pues me viene muy bien, jeje.
Yo me refiero a utilizar las comarcas como marco geografico de referencia, con la idea de contrarestar el papel de las provincias y asi no asumir tambien desde el castellanismo estas delimitaciones; lo cual no es impedimento alguno para que la militancia no tenga fronteras, eso lo doy por dado.
20  Foros de política y actualidad / Actualidad castellana / Re: Debate. Sustituir el acto de Toledo por un acto anti-Trasvase. : Noviembre 29, 2011, 01:51:16
Yo opino en casi todo como Matritense. De hecho creo que hay voluntad política para poder tirar para adelante con un acto como éste en conjunto. Yo tampoco acabaría con María de Pacheco, me parece que debe ser el Villalar del Sur, un referente comunero. Eso sí, creo que se puede combinar con otros actos; por ejemplo, se me ocurre hacer por la mañana el acto folklórico-castellanista con bailes y pasacalles/rondacañas con dulzaineros, una comida, unos juegos populares castellanos y una manifestación contra el trasvase por la tarde (que es lo que toca ahora). Incluso se podría añadir un conciertillo de folk castellano en Zocodover o alguna plaza del centro. Sinceramente, creo que sería un objetivo ambicioso pero realizable y que reforzaría la imagen del castellanismo en el sur. Y tampoco me parece que haya que recortar muchos flecos, con elaborar un manifiesto y unas consignas conjuntas me parece suficiente; no vamos a ir a casarnos unos con otros (ni queremos ni debemos  icon_lol ).

Suscribo y animo a l@s companier@s de Toledo y el sur a caminar en este sentido.
La idea del Villalar del Sur es algo que tiene una coherencia total pues entronca con la historia del movimiento comunero, puesto que alli se continuo la lucha, y a la vez es algo que se debe potenciar en la actualidad puesto que el sur castellano necesita un acto de este tipo que pueda crear una referencia castellanista mas cercana y asi romper también con el sentimiento que muchas veces representa Villalar (y hablo aqui del mensaje mediatico que se da de Villalar como la fiesta exclusiva de la comunidad de Castilla y Leon) respecto a los territorios del sur, que recuperarian el protagonismo que merecen.
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