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1  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 06, 2009, 00:44:15
Capítulo III. Las mentiras sobre las batallas de la Conquista
El conflicto bélico en inferioridad tecnológica que llevaron a cabo nuestros antepasados puede ser calificado como una guerra de guerrillas. Raras veces se enfrentaron dos ejércitos en campo abierto. Los canarios precoloniales eran plenamente conscientes de que los ataques por sorpresa eran su mejor arma contra las ventajas tecnológicas y las bestias (perros salvajes, caballos...) del enemigo. Por ello tardaron mucho más de un siglo (no menos de uno, como afirman algunos) en reducir militarmente a los imazighen insulares de los bandos anticolonialistas.
1. Marín y Cubas. Mediados del siglo XVII.
“A pocos pasos salió una emboscada de guanches, con tanto esfuerzo y ánimo, que no bastó el socorro […] sin que luego no fuesen muertos más de 100 cristianos y muchos heridos; que al huir muy arrebatados a embarcarse, no acertando, quedaban miserablemente muertos”.
Así mismo, vemos como los Acuerdos del Cabildo de Tenerife (por poner el ejemplo) citan la gran cantidad de guerreros guanches que existen en la isla décadas después de haberse dado por finalizada su conquista.
2. Acuerdos del Cabildo. Año 1514.
“Estaba informado de que en esta isla hay muchos hombres de pelea guanches [...] que facen daño a los ganados e haciendas de los vecinos, andando como andan de contino en el campo habitando fuera de poblado, lo que está informando que cometen [...] e los alguaciles no los pueden prender...por andar armados de lanza e de las espadas y otras armas”.
Hablamos tanto de Tenerife porque fue la isla en la que hubo mayores y más numerosas batallas, y supuestamente la que mayor población masculina debió perder como consecuencia de ellas.
3. Acuerdos del Cabildo. Año 1513.
“[...] Al pago están obligados todos los vecinos por estar como están todos los caminos tapados y las montañas llenas de muchos alzados y ladrones, que si no se remediaba se perdería la isla y todos han acudido con el repartimiento del dinero que les cupo pagar [...]”
Vemos como casi dos décadas después, las isla no sólo se haya poblada en su mayoría de tinerfeños precoloniales, sino que gran cantidad de sus hombres de pelea continuaban haciendo frente al colonialismo. Por si fuera poco, estos nuevos hombres de guerra iban armados a la europea (con espadas y lanzas de metal), lo que les hacía mucho más temibles. ¿Qué debemos pensar acerca del resto de las islas en las que no hubo tan grandes ni numerosas batallas? Pues que al igual que en Tenerife, no hubo genocidio masculino, sino una resistencia organizada en las cumbres y zonas rurales aisladas (la rebelión de Guadarfía en Lanzarote, la de El Cres en El Hierro, la de los gomeros contra Peraza, por citar algunas de tantas).
En conclusión, el tópico extendido de que la población masculina precolonial del archipiélago fue aniquilada por la guerra queda totalmente superado. Más aún si atendemos al siguiente texto.
4. Bethencourt Alfonso. Principios del siglo XX.
“Por las consideraciones hechas, las pruebas apuntadas y los individuos que surgen de las páginas anteriores, cabe deducir que Tenerife no fue conquistada por la fuerza de las armas en el sentido de que los españoles dominaron a los indígenas en los campos de batalla; sino que debilitado el país con las guerras entre menceyatos y la guerra social entre nobles y siervos a presencia de las armas españolas, concluyeron por sometérseles aunque negociando un tratado de paz quedando equiparados vencedores y vencidos”.
Como podemos ver, las islas fueron reducidas a base de tratados de paz y de igualdad que jamás fueron respetados por parte de los europeos. Este fenómeno no sólo se dio en Tenerife, sino en todas las islas (Pacto de Calatayud en Gran Canaria, Paz de Los Realejos en Tenerife, etc.)
Aprovechando el culto a la palabra de los canarios precoloniales (documentado en las fuentes escritas) los europeos hicieron del engaño y la traición una estrategia militar para llevar a cabo la conquista de las islas. La mentira les permitió chantajear a muchos nobles imazighen insulares, reunir a cientos de canarios precoloniales en sus buques para venderlos como esclavos, apresar y ejecutar a algunos caudillos alzados para escarmentar a sus seguidores, etc. De todo ello, fueron tardíamente conscientes nuestros antepasados debido a su tradicional hospitalidad y su rechazo cultural a la crueldad. Pero una vez que palparon el engaño y la traición, dejaron atrás la cultura de la amistad para pasar a la cultura de la guerra, la cual, entre los pueblos imazighen en general, ha estado siempre tan arraigada. Pruebas de este cambio de actitud son los siguientes párrafos:
5. Sedeño. Finales del siglo XV.
“En el tiempo que sucedían estas cosas entre spañoles i Canarios, no dexaban de hauer casos de contar o ia de mofa i risa u ia de pesar i tristeza. Los Canarios de que no tractaban verdad ni palabra los christianos y que eran falsos viles i que hauían muerto a su Dios que era tan bueno i les hauía enseñado el camino de la verdad, la qual ellos no profesaban”.
6. Sedeño. Finales del siglo XV.
“Tratándose de la guerra y conquista de Canaria los canarios indignados contra los cristianos les deshonraban y decían palabras afrentosas, menospreciándolos de gente sin verdad, falsos y traidores, putos quemados que habían muerto a su Dios y otras afrentas [...]”.
7. Marín y Cubas. Mediados del siglo XVII.
“Venían (los imazighen insulares) de ordinario a decirnos oprobios al campamento”.
Las batallas que más víctimas se saldaron fueron precisamente las victorias de los canarios precoloniales, debido a su carácter sorpresivo. Tal es el caso de la célebre Batalla de Acentejo, que imprimió la mayor derrota sufrida por el ejército español en toda su etapa imperialista de expansión afro-americana.
8. Bethencourt Alfonso. Principios del siglo XX.
“Por manera que de un ejército de 1300 infantes, incluyendo los 300 del cuerpo auxiliar güimarero, y 125 caballos o séase un total de 1425 plazas, murieron 1170, a saber: 600 españoles peninsulares, 300 españoles isleños (canarios precoloniales y españoles desembarcados desde Gran Canaria) y 270 güimareros, habiéndose salvado únicamente: 39 hombres que quedaron de presidio en el Real de Santa Cruz, 185 que más o menos heridos pudieron escapar de la batalla a través del monte o fueron recogidos por los buques y 31 prisioneros devueltos por Bencomo, o séase un total de 255 sobrevivientes de la primera invasión y de la primera campaña”.
[...] 255 hombres supervivientes del ejército: de ellos 225 entre peninsulares e insulares españoles (se refiere a los canarios precoloniales ya españolizados y a españoles, ambos procedentes de Gran Canaria) y 30 güimareros salvados de la batalla [...].
[...] se salvaron 100 o 120 naturales de la isla de Canaria y 4 portugueses [...] que fueron recogidos por los buques a la siguiente mañana.
[...] todos heridos, se salvó el general con 50 caballeros y 30 güimareros [...].
Debemos tener en cuenta que los cronistas siempre ocultarían el número de las víctimas en beneficio de su nación, exagerando la cantidad de canarios precoloniales caídos en la batalla y el número de europeos supervivientes. Sin embargo, observamos que los que logran escapar de la muerte en estas batallas siempre son los mercenarios imazighen insulares, dada su adaptación al abrupto medio insular.
Por último, otro factor importante (que también trataremos también en el capítulo V) fueron las duras leyes que emitían las instituciones coloniales para condenar el alzamiento y la residencia fuera de poblado. Esta política terrorista fue la que mayormente contribuyó a la pacificación de las Islas, y no las batallas.
9. Escribanías del Cabildo. Principios del siglo XVI.
“Se platicó sobre razón que se debía pregonar que los guanches de esta isla e gomeros tuviesen sus habitaciones e viviendas en los poblados, por manera que fuesen bien acostumbrados e adoctrinados en la fe, por que oyesen misa y las oras y especial las qreaturas que sepan como han de bevir y sean puestos en camino de ser buenos cristianos, e todos se confiesen. Sobre lo qual y remediar otros inconvenientes, que por bevir fuera de poblado nacen e acaescen, que devían hordenar e proveer e hordenaron e mandaron que para esto mejor se hacer que se pregone públicamente que todos los guanches e gomeros, ombres e mugeres, casados e por casar, ebcebtados los orros que libres están de hoy fasta el día de año nuevo parezcan ante el escribano del Cabildo e se registren por sus nombres porque vista las copia se dé tal forma e manera en lo susodicho que sea Dios servido y el Cabildo haga lo que deve haser mirando el bien e pro e utilidad que deste negocio se sigue e como mejor convenga hacerse para su bivienda e habitación de los dhos. guanches e gomeros, e por los inconvenientes que hasta hoy ha abido e ay cesen. So pena quel que toviere de qué pagar pague en pena de dos mil mrs…”
2  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 06, 2009, 00:42:11
Por lo menos es documentacion. Y asi les consta. Al fin y al cabo la historia la escriben los vencedores. Y aún así, fijense que admitian que no hubo tal extincionismo, sino todo lo contrario!
3  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 05, 2009, 16:52:00
Capítulo II. Las mentiras sobre la mano de obra colonial
Hay investigadores que, aún siendo conscientes de que la inmensa mayoría de los conquistadores zarparon desde las islas rumbo hacia Europa o América, apuntan a una posterior gran colonización humana de pastores y agricultores europeos.
Esta teoría cae por su propio peso, puesto que las fuentes demuestran que los escasos poseedores europeos se aprovecharon de la sometida mano de obra autóctona para explotar sus recursos. Pues los naturales de las islas, además de ser unos pastores y agricultores experimentados, poseían una total adaptación a las duras condiciones orográficas, hidrográficas, ecológicas y nutricionales de Canarias. A este factor tan beneficioso para la empresa colonial, se le une otro aun más importante: la inexistente remuneración para el nativo por el servicio prestado, como consecuencia de las relaciones sociales impuestas por el sistema colonial.
Los pastores y agricultores en tierras castellanas eran escasos. Seguramente por haber sido llevados a colonizar tierras americanas, mucho más llanas, extensas y productivas que las del escarpado y crecientemente esquilmado medio insular.
1. Escribanías del Cabildo de Tenerife. Principios del siglo XVI.
“Fue acordado e consultado en este Cabildo que porque los pastores guanches son ladrones y roban toda la ysla y destruyen los ganados, de que se quexa todo el pueblo, y hasta aquí non se a podido remediar de pastores castellanos por falta de non los aver”.
Si para islas tan ricas en ganadería y agricultura como podía ser Tenerife no habían colonos castellanos para llevar a cabo su explotación, ¿qué destino aguardaría a la colonización castellana del resto de las islas?
La escasez de colonos europeos en el resto de las islas es citada por el erudito investigador tinerfeño Bethencourt Alfonso, al mencionar los testimonios de algunos viajeros extranjeros que visitaron las islas en tiempos posteriores, pero muy cercanos a la conquista.
2. Bethencourt Alfonso. Principios del siglo XX.
“Para que se comprenda la gran desproporción que siempre hubo en la nueva sociedad formada por indígenas y europeos, basta decir que medio siglo después de conquistadas las cuatro islas menores, según Azurara, existían los siguientes hombres de los segundos: 60 en Lanzarote, 80 en Fuerteventura, 12 en El Hierro; no computando ninguno a la Gomera porque probablemente no los habría, pues en rigor no estaba conquistada.
En 1455, ya en tiempos de Diego de Herrera, visitó las islas Cadamosto, que declara “se componían en su mayor parte de indígenas”; y esto debió saberlo Viera y Clavijo puesto que cita al viajero. Y tanto en las islas de señorío como en las realengas, se conoce por los cronistas que se celebraron tratados de paz con los conquistadores, que los naturales nobles recibieron repartimientos y todos se equipararon a la europea [...]”.
Cuando la minoría propietaria europea estimó insuficiente la mano de obra autóctona, trajo recursos humanos del cercano continente africano, donde continuaba cometiendo sus tropelías esclavistas. Esta élite, lógicamente, prefería aprovecharse de la mano de obra servil y esclava africana (continental e insular) antes que pagar a un pastor o agricultor europeo. Además, estos campesinos europeos no iban a aceptar las desventajosas relaciones sociales existentes en las islas... ¿quién querría venir desde Castilla al “lejano” Archipiélago para ser siervo de un señor, teniendo en América tierras propias, gratuitas y más fértiles?
3. Rumeu de Armas. Siglo XX.
“El tráfico de esclavos nunca fue tan provechoso y dramático como en el famoso año del hambre (1521-1522). En la región marroquí de de Dunquela los moros vendían a precios irrisorios a sus mujeres y hermanos con la única condición de alimentarlos”.
Como muestra de una de las correrías esclavistas que se llevaron a cabo en nuestro Continente, destacamos la que protagonizó Pedro de Maninidra, un conquistador amazigh insular procedente de Gran Canaria. Murió en Berbería durante esta incursión.
4. Libro 5º de Datas del Cabildo. Año 1503.
“[...] Dos fanegas de tierra en Taoro, en el término de la Orotava, a Costanza Fernández, hija de Pedro Maninidra, canario, muerto en África por los moros”.
Los siguientes textos nos hablan de estas prácticas tan habituales en aquella época. Incluso nos hablan de como además de esclavos, del Continente se traían semillas que dieron lugar a lo que fueron los cultivos principales de Canarias, aunque muchos de éstos existían ya en el Archipiélago antes de la conquista (trigo, cebada y recolección de ñame).
5. Marín y Cubas. Mediados del siglo XVII.
“Trájose de Guinea negros para el servicio de los ingenios y viñas, que después sus dueños dejándoles libres por voluntad de sus Altezas tienen un pueblo donde habitan todos negros, en Tirajana [...]”. Trájose de Guinea las patatas, el maíz, raíces de plátanos, ñames y otras semillas”.
6. Lobo Cabrera. Finales del siglo XX.
“Eran traídos de la vecina costa de Berbería (los apelativamente llamados moriscos), zona comprendida entre lo que hoy es el sur de Marruecos y el norte del Río Senegal, a donde los nuevos isleños (sic. colonos), llámese castellanos, italianos o portugueses, hacían sus armadas, autorizadas por los reyes con la finalidad de perseguir a los infieles. En esta zona se les aprisionaba en razzias más o menos rápidas y fructíferas”.
“Proceden del África negra (entiéndase los esclavos negros) [...] y llegan al archipiélago [...] por las armadas a Berbería, Cabo Verde y Guinea que realizan los propios isleños”.
Estos esclavos, al igual que algunos vecinos y gran cantidad de guanches y alzados, participaron activamente en la lucha anticolonial buscando la expulsión de los europeos. Pues creyeron que podrían recuperar su libertad mediante la destrucción de este sistema tan abusivo e injusto.
7. Escribanías del Cabildo de Tenerife. Principios del siglo XVI.
“E luego Alonso de las Hijas e Fernando de Trugillo e Mateo Viñas e Batysta Ascaño y el Bachiller Pero Fernándes dixeron que denuncian e denunciavan al señor Adelantado que ay muchos guanches alçados en esta ysla e que roban los ganados y facen otros daños; que piden se faga lo que sea justicia procediendo contra ellos. Muchos esclavos guanches que se huen andan alçados cinco o seis años entre los libres, porque como todos son de una nación y biven en los campos e sierras acógense y encúbrense unos a otros, y esto házenlo tan sagazmente, de más de ser la tierra aparejada para ello, segund los barrancos de malezas e cuevas y asperujas que no se puede saver sino por presenciones. Especialmente por que es jente que aunque unos a otros se quieran mal encúbrense tanto e guárdense lo secreto que antes morirán que descubrirse y tienlo esto por honra y este estilo tenían antes que la dicha isla se ganase y todavía les ha quedado, pues saberlo dellos por tormento es inposible aunque los hagan pedaços por que jamás por tormento declaran verdad y por ser de esta condición e manera es gente muy dañosa…muchos esclavos guanches e negros e moriscos de los vezinos e moradores de la dicha isla se an huido e ausentado e huyen de cada día e se han andado e andan por las sierras e montañas un año e dos e cuatro e cinco e más tiempo…”.
4  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 05, 2009, 16:49:38
EL guanche es absolútamente minoritario en canarias, la mayoría es goda, pero claro, puestos a inventar cosas porque no tambien esto?.

lo mejor de todo es que no es un invento   icon_lol icon_lol
5  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 05, 2009, 15:37:45
No es para nada comparable, la situacion de canarias es particular. Ya seguiré exponiendolo tema a tema, de manera histórica.
6  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Re: Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 05, 2009, 11:59:56

Capítulo Primero.
Las mentiras sobre el establecimiento de conquistadores en Canarias


Los conquistadores que vinieron a invadir Canarias eran en su mayoría piratas, traficantes de esclavos o mercenarios de la monarquía de los Reyes Católicos. Vinieron al archipiélago con espíritu de rapiña y no encontraron la riqueza material que buscaban. Es por eso que, salvo algunas escasas excepciones en las que se establecieron siendo propietarios de las mejores tierras, aguas y ganados, la mayoría de ellos marcharon desmoralizados hacia sus casas o hacia América para saciar su ambición. En un territorio tan pequeño como Canarias no habían riquezas salvo para unos pocos, y eran mucho menos valiosas que el oro y otros metales preciosos que se estaban explotando y repartiendo entre los conquistadores de América. Así lo refiere la siguiente crónica de la conquista.
1. Abreu Galindo. Principios del siglo XVII.
“[…] después de sosegada la isla (de Tenerife, la última en conquistar) los más de los soldados se volvieron a Castilla a sus casas”.
Por otra parte, hay que tener en cuenta la guerra de conquista que, al mismo tiempo, estaban llevando a cabo los Reyes Católicos en Granada para expropiar a los árabes, judíos e imazighen, establecidos allí desde hacía siete siglos. Este evento causó el regreso hacia tierras europeas de muchos de los conquistadores transitoriamente establecidos en Canarias.
2. Escudero. Finales del siglo XV.
“Hizo (Pedro de Vera) los repartimientos; mandó a cada uno sus títulos de tierras i heredamientos, según habían ceruido y vístolo por ellos todos fueron muy contentos con sus tierras y aguas, particularmente los que auían servido sin sueldo, los quales todos se quedaron avecindados en esta isla, poniendo a sus heredamientos sus nombres aunque fuesse a un risco mui pequeño. Muchos de ellos de conquistada Canaria pasaron a la conquista de Thenerife, que no voluieron i a la de la Palma, i allá también se les dieron a otros sus repartimientos. A los peones i pagados se les dieron assimismo tierras y aguas según su seuicio, i estos las vendieron i se fueron, el que tenía con que irse no se quedaba porque había guerras siuiles en Granada i a la fama acudían después de la conquista de Thenerife, los caualleros conquistadores quedaron por los fructos que les rendían sus tierras de vinos y azúcares viniendo nauíos a cargar al puerto de Gando, i assí tuvieron mucha largueza [...] Acudieron a Canaria muchos moradores de España y Francia i personas de Génoua después de la conquista , que conpraron muchas tierras i hicieron heredades; repartiéndose a los vecinos granos para sembrar, como seuada, trigo, hauas i otras cosas que multiplicaban infinito.
Era mucha la largueza y ostentación con que las casas de estos caualleros se portaban i a la afama venían a la tierra muchos a viuir de diuersas partes, hasta que hubo nuebas en el descubrimiento de las Indias occidentales, que no quedó ninguno de los que vinieron después [...] A los conquistadores que aiudaron con sus dineros y peones pagados y casados con hijas de tales conquistadores, y a estos tales, se les dieron grandes repartimientos. Solos los pobres hidalgos aventureros stremeños, biscaínos, castellanos, que siruieron sin premio teniendo el maior riesgo i el cuerpo a el enemigo, les taparon la voca con unos riscos pelados, serca de la cumbre, en Telde, Agüimes, Tirajana, i Guía, y los más como no podían augmentar, los vendían por nada”.
También debemos citar que una gran parte de los conquistadores eran imazighen insulares, procedentes de las islas conquistadas o de correrías esclavistas emprendidas en las islas no sometidas. Eran llevados a la conquista de otras ínsulas como primera línea de fuego, y recibieron repartos de tierra, agua y ganado como consecuencia de su gran mérito militar. Éstos, en su mayoría, quedaron en el archipiélago, siendo los propietarios más numerosos. Mantenían su posición distinguida colaborando con el sistema colonial.
3. Bethencourt Alfonso. Principios del siglo XX.
“[...] En muchas (datas o repartimientos) se especifica si el agraviado es conquistador o poblador, a veces sus servicios, si trajo mujer e hijos y la filiación de su nacionalidad, como castellano, portugués, canario de Gran Canaria, borgoñón, gomero y tal cual ocasión de natural, o sea indígena de Tenerife”.
4. Datas de Tenerife. Principios del siglo XV.
“Por cuanto Pedro Manynydra, canario de la Gran Canaria, por servir a sus Altezas en definción de nuestra santa fe católica [...]”.
“Juana Sánchez, también canaria [...] lo cual vos do porque trabajó vuestro marido en la conquista y vos quedastes viuda [...]”.
“Juan de Uramas, Rodrigo el Coxo, Francisco de Leon y Fernando de Leon [...] canarios [...] conquistadores [...]”.
“Pedro Camacho [...] natural de Gran Canaria y conquistador que fuiste destas dos islas [...]”.
“Antonio Díaz, canario como a conquistador [...]”.
“Pedro Vizcaíno [...] canario [...] por los muchos servicios que habéis fecho a Sus Altezas en especial porque fuestes conquistador destas dos islas de Tenerife e San Miguel de La Palma”.
Por último, los conquistadores europeos que marcharon hacia tierras lejanas al Archipiélago, muchas veces dejaron sus posesiones a sus sirvientes imazighen insulares de extracción noble que vivían en las ciudades-germen. De esta manera dejaban bien asegurada la soberanía de España sobre las Islas.
5. Datas de Tenerife. Principios del siglo XV.
“Yo Dn. Alonso [...] digo que porque vos Elvira Hernández hermana de Pero Bueno y de Gaspar Hernández, mis criados, naturales desta isla [...] hago merced de cuatrocientas fanegas de tierra en Abona [...]”
Como existen miles de datas, para no repetirnos, recurriremos al testimonio concluyente de Rosendo García Ramos, citado por Bethencourt Alfonso. Muchas de las datas que este genealogista tuvo la suerte de investigar, fueron conscientemente quemadas luego para ocultar la filiación amazigh de la mayor parte de los canarios acomodados en las ciudades o villas.
6. Rosendo García Ramos. Finales del siglo XIX.
“He visto en diferentes manuscritos antiguos que todos los reyes guanches tuvieron datas, y no sólo ellos sino también muchos de sus hijos y otros guanches; es más, he visto precisadas varias, pero no me he tomado el trabajo de copiarlas…Por otra parte, tengo las citaciones de un sin número de documentos públicos otorgados por los indígenas de Tenerife; y como hicieron multitud de testamentos, cartas dotales, compra-ventas, etc., no es muy difícil a los poseedores de índices explicativos de los libros parroquiales y de las escribanías, averiguar la filiación de multitud de guanches. El archivo de tales índices que poseía el Licenciado Casas es muy rico y lo mismo el del finado Afonso Avecilla, que donó a la iglesia de la Concepción de esta capital”.
De estos textos se puede deducir que no todas las tierras, ganados y aguas quedaron en manos de los invasores europeos. Es más, los nobles, conquistadores, y en general, los vecinos nativos, recibieron la mayor cantidad. Sin embargo, los recursos de mejor calidad quedarían en manos de la minoría acumuladora europea. Con respecto a los repartimientos, no nos debe extrañar que a los imazighen insulares más notables se les tuvieran contentos con su parte del pastel isleño. De esta manera tan recurrente se apaciguaba a las élites insulares, las cuales, para mantener sus nuevos privilegios, legitimarían el colonialismo económico, social y cultural del Archipiélago.
7  Otros foros temáticos / Foro de los pueblos del mundo / Canarias: Tinganar, las mentiras de la colonización. : Noviembre 05, 2009, 11:57:52
Voy a exponerles, éste libro, tema a tema, para que vayan degiriendolo, aquellos que consideran que los canarios son castellanos, a ver si asi se les quita de la cabeza que no tenemos nada que ver, y solo hay que mirarnos al a cara, pero aún así, al que le cueste. Le dejo ésto, a pesar de que el autor se dio un caracter muy subjetivo, es inestimable la recopilación de crónicas.

http://www.inekaren.com/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=38&Itemid=3

Introducción
Nuestro archipiélago fue poblado en sucesivas oleadas de gentes llegadas desde el continente africano, inicialmente entre los siglos V y I a. e. Los imazighen (plural de amazigh o bereber) continentales que arribaron a las islas tuvieron que adaptar sus formas de vida al difícil medio insular, en el que no existían recursos como los metales. Ello supuso la regresión tecnológica de su cultura originaria hacia unas formas de vida englobadas, por algunos historiadores colonialistas, dentro del término neolítico. Este patrón prehistórico de la historiografía europea, más que explicar las formas de vida de nuestros antepasados, las infravalora condenándolas a una mitología difusionista acerca de sus orígenes y protagonismo histórico. Se trata de una corriente historiográfica de sobra conocida en los órganos académicos surgidos tras la colonización de África y Asia, en los cuales la Historia de las colonias se escribía a partir de las conquistas europeas para justificarlas como misiones civilizadoras de buenos salvajes (ocurrió en Argelia, Zimbabwe y La India, por citar algunas).
Las causas del poblamiento de las Islas a partir de distintas oleadas, debemos buscarlas en diversos momentos de la Historia de África. De entre ellos, destaca el de la invasión romana del Norte de África, en la cual los imazighen demostraron una gran resistencia. Esta tradición guerrera impidió al Imperio Romano penetrar más allá de las costas mediterráneas africanas, donde estableció sus tres principales colonias: Numidia, Mauritania (Tingitana y Caesariensis) y Getulia. La actitud agresiva del pueblo amazigh hacia los invasores imprimió para ellos el apelativo colonialista de bereberes o bárbaros, término que por inercia se continúa imprimiendo hoy en textos académicos.
El Imperio Romano, consciente de la hostilidad de algunas tribus imazighen frente a la ocupación, decidió confinar a una buena parte de ellas en un archipiélago cercano a sus provincias. De esta manera, además de salvaguardar su presencia en el Continente, podría llevar a cabo la explotación de los recursos de las costas archipielágicas, empleando a estas personas en la extracción de tintes de origen animal y vegetal. Pero aunque se hallen fuentes escritas antiguas que relaten esta teoría, no existen evidencias arqueológicas que la demuestren. Más bien, parece esclarecerse cada día más que los imazighen rebeldes, recién insularizados, fueron abandonados a su suerte.
Otros autores hablan de oleadas anteriores a la invasión romana, causadas por la desecación de lo que fue el vergel del Sahara, o bien promovidas por el interés colonizador de los fenopúnicos de Cartago (Túnez). Esta última teoría, tampoco consta de evidencias arqueológicas reales (Piedra Zanata ¿grabada con acero inoxidable?, ánforas canarias calificadas como púnicas, un ídolo ¿de Tanit?, etc.), aunque parece estar muy de moda entre determinados círculos académicos canarios cercanos al poder político. Según estos detractores de la ciencia, los fenopúnicos de Cádiz confinaron a grupos de imazighen a las islas para someterlos a la explotación de las mismas. Esta es una teoría estupenda para justificar la posterior conquista “española”. También es una muestra de orgullo para la clase dominante canaria, al identificarse con un pueblo sofisticado de exóticos viajeros comerciantes, y no con unos humildes campesinos y pastores de cabras de la costa de enfrente.
También se piensa que hubo oleadas muy posteriores a la invasión romana, cuando los árabes partieron desde la Península Arábiga hacia la conquista del Norte de África y el Sur de Europa (siglo VII d.e.), emprendiendo una dura lucha contra los imazighen resistentes a la colonización. Esta nueva invasión supuso la dispersión del pueblo amazigh en distintos islotes poblacionales situados en las zonas más inhóspitas del, desde entonces, llamado Magreb (el imperio del oeste). Pudo ser que algunos pueblos belicosos, huyendo de las represalias, decidieran emigrar hacia las Islas por su propio pie, tal y como se hace hoy.
Pese al alejamiento de su lugar de procedencia, su confinamiento en diferentes islas y su contacto con distintas culturas que llegaban por el mar para comerciar o para emprender incursiones esclavistas, el heterogéneo pueblo amazigh insular conservó en su memoria colectiva las formas de pensar, sentir y actuar de sus hermanos continentales. Pues continuó en uso la lengua de origen, las complejas estructuras socio-políticas, una parte importante de la arquitectura sedentaria, la tradición nómada, las actividades agropecuarias, la gastronomía, la religión astrólatra (adoradora del Sol y de los astros, prerromana y preislmámica), los ritos y celebraciones populares, el folklore musical, los cultos de destreza física, y un sinfín de tradiciones, costumbres y creencias que conectan al mundo precolonial canario con el legado milenario de los pueblos aborígenes norteafricanos.
Con la llegada de los piratas esclavistas europeos con ansias de conquista (más tarde respaldados política y económicamente por los Reyes Católicos y la Iglesia de Roma) el pueblo amazigh del archipiélago emprende una larga lucha contra la ocupación, que dura más de un siglo. Pese a las grandes victorias militares que, en inferioridad tecnológica, llevan a cabo (Acentejo, Ajódar, etc.) la hidalguía insular pacta tratados de paz con los mercenarios esclavistas para así conservar su condición social.
Muy lejos de perecer en su totalidad (como algunas absurdas teorías, refutables y refutadas, afirman), el pueblo amazigh insular continuó siendo el aporte humano mayoritario de la nueva sociedad de prestigio europeísta, con la diferencia de que su cultura y su voz no tenían representación, divulgación ni protección en las nuevas estructuras sociopolíticas coloniales.
De la lectura de las escribanías públicas de la época, se saca la conclusión de que la nueva sociedad surgida tras la conquista y colonización del Archipiélago (principios del siglo XVI) era una sociedad dividida fundamentalmente en tres estados sociales.
Los llamados vecinos eran el grupo minoritario dominante, de mayor prestigio social y acaparador del poder político y económico. Estaba formado por funcionarios públicos de origen europeo (mayoritariamente clérigos y militares) y los imazighen insulares de extracción noble acomodados a su cultura. Residían en pequeños gérmenes poblacionales que darían lugar, con el paso de los siglos, a los principales centros urbanos canarios.
Los vecinos de origen amazigh estaban subordinados a las duras leyes que se emitían desde las instituciones coloniales por parte de sus homónimos de origen europeo. Estas leyes o acuerdos, junto con el Santo Oficio de la Inquisición, llevaron a cabo la aculturación en forma de cristianismo de los usos, creencias y costumbres de todos aquellos imazighen insulares que se trataban de acomodar a las nuevas estructuras sociales. Es por ello que muchos de éstos se vieron obligados a ocultar su origen a través de falsas genealogías, para así poder gozar de cierto prestigio e igualdad social con sus homónimos europeos. De no ser así, continuarían marginados socialmente, siéndoles negado incluso el acceso a los escasos y pobres centros educativos existentes en las ciudades-germen.
Los denominados en las escribanías públicas como guanches, eran un grupo social que no gozaba de prestigio, pero su presencia no molestaba a los intereses de la clase dominante. En principio, este grupo no oponía resistencia a la presencia europea en la isla, pero continuaba desarrollando su cultura autóctona en la periferia de las ciudades-germen. Los guanches vivían al margen de la legalidad emitida por las instituciones coloniales, que condenaban la residencia fuera de poblado. Pero al ser el grupo mayoritario, su posición política no beligerante con los intereses europeos fue respetada por las autoridades coloniales para mantener la paz que necesitaban en las islas. Se dedicaban al pastoreo y a la agricultura, y vivían generalmente en los poblados de cuevas o casas de piedra de los campos y cumbres. Mantenían relaciones comerciales con los vecinos.
Por último, los llamados alzados componían el grupo social antagónico a los vecinos. No aceptaron del colonialismo sino los nuevos utensilios bélicos para ofrecerle resistencia. Su labor consistía en dirigir ataques contra las ciudades-germen con el fin de recuperar sus ganados y cultivos, usurpados por los europeos. De esta manera, les hacían la vida imposible, obligándoles a volver a las armas o a zarpar hacia su continente. Su forma de vida se asemejaba a la de los guanches, con la diferencia de que al ser una clase opuesta a los intereses de los vecinos, estaba perseguida duramente por sus instituciones. Aún así, muchos vecinos imazighen insulares se rebelaron contra sus homónimos invasores como consecuencia de la labor propagandística anticolonialista llevada a cabo por los alzados. Lo mismo ocurrió con muchos guanches, e incluso, con los nuevos esclavos negros e imazighen traídos por los europeos desde el Continente africano.
Hubo islas en las que las instituciones coloniales enviaron cartas a los Reyes Católicos pidiendo una nueva intervención militar para hacer frente a las hordas alzadas. Sin embargo, la digna labor llevada a cabo por los alzados se vio mermada por las duras leyes que condenaban el alzamiento, entre las que se incluía la pena capital, la venta como esclavos en mercados europeos, o el exilio hacia otras islas.
Con el paso de los siglos y el crecimiento de los núcleos poblacionales coloniales (mediados del siglo XVIII), una parte los guanches se fue acercando a las filas de los vecinos, renovando el legado africano y aportándolo en la cultura criolla oficializada de las antiguas ciudades-germen (ahora auténticas ciudades). Por otro lado, una parte de los alzados abandonó su vida condenada por las duras leyes coloniales para engrosar las filas de los guanches. Debido a rigidez legislativa de la época y a la miseria material provocada por las diferencias de tenencia, la mayoría de los alzados dejó atrás su actividad política y militar anticolonialista para poder sobrevivir en el duro medio insular. Sin embargo, la casi totalidad de guanches y alzados se estableció en los núcleos rurales y cumbreros de las islas. Debido a ello perdieron completamente su prestigio social, tachados por los vecinos con distintos apelativos, como son los populares de magos o maúros.
Estas gentes humildes se siguieron dedicando a la dura vida campesina (pastoreo nómada, ganadería, pesca y agricultura), sumidos en la más absoluta miseria material. Trabajaron en régimen y estado de esclavitud en la explotación colonial de monocultivos, como lo fueron la caña de azúcar, la extracción de tintes, el cultivo de la viña, el plátano, el tomate, etc. Como consecuencia de la tenencia de aguas, tierras y ganado por parte de una pequeña minoría de vecinos, la forma que adoptaba la explotación se realizaba a través de la medianería. Esto significa que la propiedad de los medios y el producto obtenido correspondía al propietario, mientras que los medianeros (campesinos trabajadores) se quedaban con las partes no incluidas en el proceso de producción (el suero de la leche, las frutas podridas o sus cáscaras, las papas bichadas, etc.).
Estas relaciones socioeconómicas serviles obligaron a los magos a emigrar en condiciones infrahumanas hacia otras tierras (Cuba, Venezuela, Guinea, Sahara, etc.) en busca de sustento, lo que posteriormente les permitió adquirir aguas, tierras y ganado. La servidumbre imperante fue la causante de la mayor aculturación psicológica, idiomática, religiosa y cultural de los imazighen insulares. El proceso aculturizador se vio catalizado por la presencia de instituciones como la Iglesia, la cual prohibía las manifestaciones culturales autóctonas. Sus formas de castigo evolucionaron desde los cruentos juicios de
la Santa Inquisición, hasta el escarmiento desde el púlpito, amparado y ejecutado por el poder político-militar.
Pese a la labor aculturizadora emprendida desde las instituciones coloniales para establecer lo europeo y lo español como seña de identidad y de prestigio, en las zonas rurales y en los núcleos urbanos periféricos, los magos o maúros han sabido conservar una gran cantidad de aspectos culturales heredados de sus antepasados. Por supuesto, las instituciones culturales coloniales han tratado de ocultar esta herencia notable, enmarcándola en un absurdo punto de vista españolista o europeísta.
En nuestras universidades, donde abunda el prestigio de la cultura occidental, no ha existido jamás un organismo que estudie y difunda la cultura de los pueblos africanos prerromanos y preislámicos. En cambio, estos organismos se encuentran actualmente en muchas universidades de ciudades españolas y europeas que nada tienen que ver con África o con la Historia Africana. Este es uno de los numerosos ejemplos del desprecio hacia la realidad geográfica, antropológica y cultural del Archipiélago Canario. Es decir, una muestra más, en pleno siglo XXI, del colonialismo etnocéntrico emprendido en las ciudades-germen del siglo XVI en Canarias.
El humilde estudio que se lee a continuación pretende desmitificar el absurdo tópico de la aniquilación guanche. Pues según demuestra la ciencia histórica, los únicos genocidas de nuestro pueblo han sido los historiadores subvencionados por las instituciones públicas canarias, que han inventado exterminios con argumentos surrealistas.
La continuidad biológica del pueblo amazigh insular de Canarias es algo que se viene demostrando históricamente desde la correcta lectura de las crónicas (siglos XVI y XVII), las observaciones de los viajeros ingleses (s. XVIII), seguidas de los estudios antropológicos de Verneau (1887), Bethencourt Alfonso (1912), Fischer (1931), Wölfel (1957), Schwidetsky (1957), Fusté de Ara (1958), García Talavera (1991), y un largo etcétera que abarca hasta las publicaciones más recientes. Todos ellos han coincidido en el gran parecido físico que poseen los isleños actuales con sus antepasados precoloniales y con las actuales poblaciones imazighen continentales más recónditas.

8  Foros de política y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: Canarias tiene cuatro millones en billetes de 500 euros : Mayo 24, 2008, 21:28:53
Agarraos los machos porque para le próximo año se espera un paro del 15/16%, según FUNCAS que no suele errar mucho sus analisis.

JAJAJAJAA, pero si por africa ya superamos esa cifra hace tiempo, nosotros vamos por el 20% ahora...
9  Foros de Cultura y Deporte Castellano / Foro de Historia de Castilla / Re: Batalla de Acentejo (Canarias) : Mayo 24, 2008, 21:25:51
Gracias por la invitación peor ya he estado en las Palmas y te puedo asegurar que no hay diferencia con Cádiz, por ejemplo.

EN mi facultas hay bastantes canarios y no veo que parezcan marroquies o bereberes, pero vamos, que si tu lo dices.... icon_biggrin

Tu es que no sabes que es un amazigh.  Y como si andalucia no tuviera un aporte bastante importante amazigh.
10  Foros de política y actualidad / Café Castilla (off topic) / Re: Canarias tiene cuatro millones en billetes de 500 euros : Mayo 24, 2008, 16:22:24
Es que esos billetes no han cambiado de mano... y a esos no les afecta ninguna crisis...
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