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Autor Tema: Reseña biográfica de Pau Alsina, el diputado obrero.  (Leído 2482 veces)
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Maelstrom
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« : Noviembre 02, 2008, 23:18:38 »




Nació Pau Alsina en Barcelona, el 16 de diciembre de 1830. Aprendió el oficio de sus padres (que eran tejedores de seda) y procuró instruirse, en la medida de lo posible.
Tuvo amistad con hombres ilustrados que profesaban ideas republicanas. Asistió Alsina a la tertulia republicana de Narcís Monturiol, Francesc Sunyer i Capdevila, Rexach, Quintana y Borrás. Se convirtió en un ferviente republicano, propagó sus ideas como pudo y no tardó en figurar en sociedades secretas. Cuando en Barcelona se supo del levantamiento de Cádiz (que dió comienzo a la revolución de 1868) y de los resultados de la batalla de Alcolea, Alsina y dos amigos, colocándose al frente de las masas, se apoderaron del Ayuntamiento barcelonés. Por este motivo (así como por su historia personal y sus méritos) fue vocal de la Diputación y, más tarde, diputado por Barcelona para las Cortes. Recién creada la I Internacional en Barcelona, ingresó en ella.
En Madrid, fue presentado a los internacionalistas del lugar por Josep Rubau Donadeu, de profesión litógrafo. Era este hombre dueño del taller donde se celebró la primera entrevista de Fáñela con los futuros fundadores de la Internacional en la capital de España, situado en la calle del Horno de la Mata, frente a San Martín. Anselmo Lorenzo, en el primer volumen de su libro autobiográfico El Proletariado Militante, nos describe a Pau Alsina de un modo nada lisonjero:

"Y al ver a aquel joven tímido, flaco, con cara sin expresión, ojos redondos un sí es no es y terrosos, una voz que apenas podía oírla el cuello de la camisa, en la que las locuciones catalanistas perdían toda la gracia que les da una voz varonil. y consiguientemente a aquel conjunto desmirriado, sin las grandes ideas que embellecen a la persona que las siente y las expresa, se nos cayó el alma a los pies, según la gráfica popular. Entre nosotros causó un verdadero fiasco el diputado obrero, y nadie pudo explicares cómo los obreros barceloneses escogieron a aquel tipo tan poco presentable, que, para honra de Cataluña, todos juzgábamos muy distante de ser el mejor entre sus compañeros. No le vimos más, ni ganas tuvimos de contar con aquella nulidad. ¡Pobre hombre! Su influencia parlamentaria fue tan menguada como la socialista."

 No obstante, Lorenzo (antes de taparse con Alsina) hablaba con orgullo en la Bolsa de Madrid de que hubiera en las Cortes "un obrero catalán, que ayer todavía manejaba la lanzadera y asiste hoy a las sesiones del Congreso ostentando la honrosa chaqueta de los días festivos, y esa humilde prenda hasta hoy rechazada de las reuniones de los privilegiados, tiene tanta majestad como la toga del magistrado, porque el que la usa en un representante del pueblo".
En las Cortes, la actividad pública de Alsina se redujo a votar. Así, fue uno de los 71 diputados que, al votarse el artículo 33 de la Constitución de 1869, lo hicieron por la República, voto que repitió el 16 de noviembre de 1870, cuando se eligió rey para España. Al mismo tiempo, formaba parte del sector de la I Internacional que abogaba por la relación con los republicanos federales. Por mucho que la I Internacional se declarase apolítica y antiestatal, buena parte de sus miembros ponían sus esperanzas en una República Federal.



En compañía del socialista utópico Fernando Garrido, presentó Alsina a las Cortes una proposición para que se investigara la situación de las clases trabajadores, con el propósito de adoptar medidas que mejorasen su situación. La propuesta recibió el apoyo de Sagasta; se formó una comisíón para el estudio del asunto (presidida por Garrido), pero los fondos para la comisión (solicitados al Presidente de las Cortes) no llegaron, y ésta se disolvió poco a poco. Por lo menos, la iniciativa valió a sus autores la felicitación telegráfica del Centro Federal de Sociedades Obreras de Barcelona.
Sostenía Alsina a su partido político; más éste, ni en las vacaciones de 1869 ,ni en las de 1870, logró que Alsina aceptase el subsidio que se le había señalado, porque inmediatamente volvió a trabajar en su oficio de tejedor de seda.
Como había tomado parte activa en la revolución federalista de 1869 (formó  el Comité de la provincia de Barcelona junto a Joaristi, Salvany, Clavé y Lostau) tuvo que huir a Francia, para eludir la prisión. De ello dio noticia el periódico La Correspondencia :

"El diputado republicano y obrero señor Alsina, que logró escapar de Barcelona, donde se hallaba oculto, llegando a Marsella, desdeñó las ofertas que se le hicieron para disfrutar los auxilios del partido, prefiriendo marchar a Lyon para vivir de su trabajo."

En efecto, allí estuvo trabajando como contramaestre hasta enero de 1870, fecha en la cual vuelve a España para retomar su cargo de diputado. En su honor y en el de los diputados republicanos federales de Barcelona, el Centro Federal de aquella ciudad celebró un té en los Jardines de Tívoli, hablando en aquel acto (entre otros) el tipógrafo anarquista Rafael Farga Pellicer, que firmó la convocatoria como secretario. Y por último, la Sociedad de Tejedores de Velos le obsequió con un bonito cuadro, tejido y bordado, con una dedicatoria.



Después, a mediados de julio de 1873, Alsina logró que su asociación de tejedores se separara de la I Internacional, alegando que ésta (a través de su periódico La Federación) había incumplido el decreto del Congreso de junio de 1870, llevando a cabo actividades antirrepublicanas y poniendo en peligro la unidad de clase de las secciones. La Federación replicó duramente a éstas acusaciones, culpando a tales secciones de no ser más que "simples sociedades de socorros mutuos".
Siguió Alsina militando en las filas del republicanismo federal hasta que, liquidada la I República, se afilió al Partido Republicano Posibilista de Emilio Castelar y Ripoll. Fallecería en la ciudad que le vió nacer, allá por 1897.
« Última modificación: Julio 12, 2011, 21:51:27 por Maelstrom » En línea
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