Eso lo dices tú. Yo conozco a uno que siempre se alegra de las derrotas del Barça, y es muy, pero que muy catalanista, seguro que hay más. En cualquier caso es volver al mismo error ya comentado, mezclar churras con merinas o confundir culos con témporas. Una cosa es el futbol y otra la política, la vida. Yo desde luego las separo perfectamente, aunque entiendo que haya quien no lo hace, peor para el.