Está bien que se trate de abrir nichos de mercado sin explotar. Quién dice que el turismo segoviano no pueda presentar un repunte gracias a los muchachotes de gorrilla de ala ancha y pantalones cagaos.
El de Burgos también me gusta. Quitando la iconografía, la copla es bonita.
Aunque sea a base de melodías enlatadas, que canten a sus ciudades siempre es buen síntoma.