... entro en la ciudad de mi alma, y, al hacerlo,
todo se anuncia y transforma: su aire, sus piedras,
su paz y sus r?os?
... en ella avanzo, y, con celo, por sus calles de luz y sangre, voy pisando,
por el fuego de sus lumbres voy descalzo;
... ah, la flor que llevaba ? la habr? perdido ?
... llamo y grito ? rosa, rosa? !
y aunque s?lo hay silencio, la ciudad de mi vida refulge y me habla;
...por ella van cantando los dioses de mi boca.
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Antonio Justel/Ori?n de Panthoseas
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