Segovia - Rep Castilla
Las agresiones perpetradas por fascistas están aumentado en los últimos meses, y la provincia de Segovia no se ha salvado de esta situación: un indigente ha resultado quemado, varioxs jóvenes agredidxs, y finalmente, una joven ha sido marcada en la cara con una navaja al rojo vivo.
La respuesta antifascista tuvo lugar el pasado viernes 20 de octubre en San Cristóbal, pueblo en el que residen algunxs de lxs fascistas que presuntamente estuvieron implicadxs en las agresiones. Varios colectivos y organizaciones políticas y sindicales convocaron una manifestación en solidaridad con lxs agredidxs y en contra de las agresiones fascistas.
Históricamente, la experiencia ha puesto de manifiesto el vínculo existente entre los neonazis y los distintos cuerpos policiales y del ejército. La actitud de la Guardia Civil a lo largo del pasado viernes, no hace sino corroborar esa penosa realidad, ya que parece claro que la verdadera intención del despliegue de las supuestas medidas de "seguridad" era impedir una manifestación legal (o por lo menos poner todos los impedimentos posibles), criminalizar al antifascismo y tratar a lxs agredidxs como agresores.
El despliegue comenzó por la mañana, ya que según lxs lugareñxs, la Guardia Civil anduvo por el pueblo informando sobre la convocatoria de la manifestación, colocando vallas de tráfico, asegurando que no había nada que temer, contribuyendo con su actitud precisamente a todo lo contrario, a crear un clima de alarma y de temor entre la población frente a lxs manifestantes. A partir de las 19h, se desplegaron controles en todas las entradas por carretera al pueblo. Los cacheos derivaron en numerosas denuncias, y no se libraron ni los autobuses de línea. Y en lo que se refiere al autobús proveniente de Valladolid con cerca de 50 solidarixs antifascistas, señalar que sus pasajerxs sufrieron nada menos que dos controles, uno a la entrada al pueblo, y otro a escasos kilómetros de llegar a Segovia capital.
A pesar de todos los impedimentos, la manifestación consiguió salir cerca de las 21:30, casi una hora más tarde de la hora prevista. Unas 150 personas marcharon hasta el Ayuntamiento; se escucharon cánticos como "Ninguna agresión sin respuesta", "Nazi de día, de noche policía", "Castilla comunera, fascistas fuera". El acto se cerró con la lectura de un comunicado.
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