Yo hice un trabajo sobre el tema. Las conclusiones e iniciativas a las que llegué tras leer varios artículos sobre el tema son las siguientes:
CONCLUSIONES
Ante la situación de la población descrita, cabe plantearse si es posible regular la tendencia hacia el envejecimiento y despoblación, sin embargo, en demografía no existen soluciones rápidas y tajantes3. En Castilla y León se está elaborando un Libro Blanco sobre despoblación y envejecimiento(*) cuyo objetivo es establecer el diagnóstico demográfico y establecer líneas de actuación en el futuro. Sin embargo, su elaboración llega con notable retraso, su elaboración se está dilatando en el tiempo y, además, su conclusión solamente establece un punto de partida para que el gobierno regional lleve a la práctica la ejecución de las medidas necesarias, aspecto este que me llena de escepticismo.
Las intervenciones públicas deben ir encaminadas no a tratar de cambiar la dinámica demográfica regional sino a adaptar las políticas a la nueva tendencia poblacional para que esta no sea vista como un problema sino como un nuevo marco socioeconómico con unas necesidades que han cambiado con el tiempo.
Varios son los campos de actuación política que han de ser abordados en el futuro con decisión, ya que hasta ahora lo único ha sido las buenas palabras y el propósito de intenciones:
Políticas de apoyo a la familia y la mujer.Hasta ahora, estas políticas han sido muy poco desarrolladas por los poderes públicos, a pesar del mensaje tradicional que algunos políticos y sectores conservadores transmiten de defensa al modelo tradicional de la familia frente a los “peligros” que supone el reconocimiento del derecho a otras formas de convivencia de las personas en igualdad de condiciones. Se le pide a la mujer tener hijos, pero a la hora de la verdad, ella sola sigue teniendo en solitario y sin ayuda pública la carga social y familiar: trabajo, hijos, padres, pareja y hogar. Además, en el análisis del envejecimiento de la población, con un peso cada vez menor de las edades en edad activa, se echan en falta reflexiones sobre la progresiva incorporación de la mujer al mercado laboral, que debe ser favorecido por los gobiernos3.
Las intervenciones más importantes constituyen un conjunto de medidas tales como el pago directo por hijo, rebajas fiscales a las familias y el fomento del acceso a la vivienda y mercado laboral estable a los jóvenes. Por otro lado, para conciliar la vida laboral y familiar de las madres es importante la generalización de guarderías públicas para niños de edades inferiores y adaptación del horario escolar a la vida laboral de los padres, la flexibilización del horario de trabajo con la posibilidad de partirlo y el fomento de los días libres por maternidad implicando en ellos también a los padres. El impulso a las políticas de planificación familiar va en el mismo sentido, ya que las más bajas tasas de natalidad han sido resultado de las políticas más restrictivas en materia de contracepción, aborto y planificación familiar, como es el caso de España y Rumanía tras las dictaduras de Franco y Ceaucescu, respectivamente4.
Políticas de apoyo a las personas mayores.En este punto, debemos modificar la clásica percepción protectora y asistencial de la vejez. Las generaciones que se van incorporando tienen unas trayectorias vitales diferentes, con un estado cada vez mayor de salud y bienestar. Sin embargo, es necesario reconocer que con el paso de los años se deteriora la capacidad física y psíquica de las personas, y adquiere una mayor importancia el papel de los cuidados de larga duración para ellos9. A menudo su situación se ve amenazada por la discapacidad física, la soledad (sobre todo en viudas), la pobreza o las enfermedades crónicas y mentales. Si bien, es en las provincias más envejecidas en las que se detecta una mayor satisfacción de las personas mayores con su estado de salud.(*)
Se debe aumentar, por tanto, el esfuerzo inversor público en creación de residencias de ancianos, mejora de la accesibilidad hospitalaria de las personas mayores de las zonas rurales alejadas, ayuda en domicilio, centros de día, teleasistencia, fomento de la actividad lúdica de los mayores,...7
Políticas de apoyo al medio rural.El área rural tiene que ser objeto de una especial atención por parte de la administración regional. El objetivo primordial es hacer atractivo el medio rural para convertirlo en foco de atracción de población y no de salida. El desarrollo rural debe estar unido al impulso de nuevas actividades sin marginar lo agrario. La aplicación de los fondos estructurales y de cohesión de la Unión Europea y de las inversiones del Estado y la Comunidad Autónoma será mucho más efectiva que ahora si se consiguen concretar las prioridades. Por otro lado es imprescindible rediseñar el marco territorial operativo para poder adaptar las iniciativas a las singularidades territoriales, por ello, la descentralización del poder y la comarcalización regional son fundamentales porque, además, potenciarán el desarrollo de los núcleos rurales intermedios como nexo de unión entre lo rural y lo urbano. Los recursos naturales y el rico patrimonio cultural pueden ser dos motores que faciliten este impulso rural. La mejora de la actividad agrícola con nuevas formas de producción que primen la calidad y la relación con la industria alimentaria, el impulso industrial y el fomento de nuevas redes empresariales, el desarrollo del turismo rural vinculándolo a los recursos histórico-deportivo-culturales de la Región y una mayor inversión en infraestructuras para conseguir estos objetivos son algunas de las principales medidas que pueden ser tomadas10.
Políticas de inmigración.
Los nuevos inmigrantes suponen un colectivo de personas jóvenes que por lo general presentan unas pobres condiciones de trabajo y de vida, ya que, en muchos casos, se concentran en determinados pueblos y barrios lo que podría conllevar la formación de guetos y de marginación social. Por ello, se hacen necesarias políticas que favorezcan la integración social de los inmigrantes y la protección de sus condiciones de trabajo y vivienda. Además, se ha de fomentar el arraigo de los inmigrantes por medio de políticas de reagrupamiento familiar, ya que, en muchas ocasiones la persona que llega ha dejado al resto de su familia en el país de origen, lo que hace que el inmigrante tienda a una mayor movilidad geográfica y, en caso de éxito del proyecto migratorio, al retorno, por lo que el efecto de la inmigración se convertiría en un fenómeno pasajero.
Estas estrategias podrían dar respuesta, al menos en parte, a las nuevas demandas de la actual estructura demográfica de Castilla y León. Ciertamente, suponen un incremento del gasto público y una drástica reforma en la articulación territorial de la Región, pero ese mayor esfuerzo por parte de las administraciones puede llevarnos a superar el principal reto que tiene nuestra Región en el futuro. Sin embargo, el panorama actual, con un gobierno regional muy conservador, más preocupado por mantener el déficit a 0 que por solucionar los problemas reales, una oposición política poco reivindicativa y una estructura territorial fuertemente centralizada en las capitales provinciales, con un mundo rural dominado en muchos casos por el más clásico caciquismo, hace que no sea optimista ante la consecución de los principales objetivos que tenemos: frenar la despoblación regional y adaptar las políticas públicas a una población envejecida. El tiempo dirá.