El número de concejales y dirigentes autonómicos del PP imputados o arrestados por delitos relacionados con la corrupción urbanística se incrementa día a día hasta límites insospechados.
Ante un escándalo tan morrocotudo, es fácil comprender el interés del PP en hacernos mirar para otro lado, más ahora que se acercan las elecciones autonómicas y municipales. Y para eso ¿qúe mejor que invocar al espantajo del terrorismo?
Si el asunto De Juana no copara todas las portadas, los escándalos urbanísticos inundarían los periódicos, pero así las cosas, en estos días, apenas le ha quedado hueco para enumerarlos