El pasado martes, y casi por aclamación, la directiva del Albacete fue destituida tras perder una moción de censura presentada por varios accionistas importantes con respaldo masivo de los pequeños accionistas.
El ex presidente Rafael Candel, con apoyo del tambien ex-presidente Palazón y de Carlos Parra, directivo de la época de la presidencia de Contreras que respalda a la directiva entrante pero momentaneamente no formará parte del consejo de administración, toma la dirección de la sociedad.
Las primeras valoraciones tras el cese del ya ex-presidente Ubaldo González, abogado y profesor de la UCLM, señalan que la situación económica es más precaria de lo que se preveía con serios problemas para atender al pago de los salarios de los empleados de la entidad, que mantiene a día de hoy una estructura, a jucio de muchos, sobredimensionada para un equipo de 2ª A.
Los aficionados de a pie, que son además colectivamente los principales accionistas de la SAD han valorado en general el relevo en la directiva como necesario, desatándose en los días previos una considerable movilización para promover la delegación de acciones en la candidatura opositora. Alrededor del 45% del capital social compareció a la junta extraordinaria, una participación muy importante dada la gran dispersión del accionariado del Albacete.
La directiva saliente, nacida de una asociación que se dió en llamar Bandera Blanca y que pretendía agrupar y defender los intereses de los pequeños accionistas (y de la que nada se sabe a día de hoy) se encontró desde muy pronto en el ojo del huracán, embarcándose de forma entusiasta en una guerra abierta con los medios de comunicación de la ciudad, que acabó extendiendo a peñistas, accionistas, foros y comunidades virtuales al tiempo que abusaba inopinadamente de demandas enfocadas dentro de una estrategia incomprensible destinada a dilatar la resolución de diversos problemas. Esta banalización de lo judicial estuvo a punto de colocar al Albacete al borde del concurso de acreedores cuando la directiva, derrotada en los tribunales por el ex entrenador Cesar Ferrando (al que se llevó a juicio sin opciones reales de ganar) hubo de solicitar (para retirar despues al alcanzarse acuerdo extrajudicial) la declaración concursal.
La negativa de la directiva saliente a alcanzar acuerdos negociados, especialmente con antiguos empleados por la percepción de las preceptivas indemnizaciones, no solo estuvo al borde de poner al Albacete en situación concursal sino que ha propiciado una serie de derrotas judiciales, con el consiguiente gasto y descrédito de la entidad, fruto de la particular doctrina jurídica defendida por una directiva paradójicamente encabezada por un abogado y profesor universitario de derecho mercantil

, doctrina que en ocasiones ha oscilado entre lo ridículo y lo aberrante y que ha sido respondida con cierta contundencia y sorna en algún caso, desde los tribunales.
No contentos con haber desdicho casi punto a punto el programa que les llevo al poder los "banderas" (como sarcásticamente se les reconoce en Albacete) se aseguraron la convocatoria de una junta extraordinaria (forzada por la unión Candel-Palazon-Parra) el último día de junio, tirando con ello a la basura un mes crucial para la planificación como es el mes de junio. En consecuencia a día de hoy el Albacete es uno de los pocos equipos de 2ª A que aún no ha fichado y carece de cuerpo técnico para la próxima temporada.
Por otro lado una de las primeras decisiones de la directiva es la incorporación del ex jugador del Albacete, Miguel Ángel Ruiz como director general, cargo que ocupó en el Atlético de Madrid y Valencia.
Espectacular epílogo para la temporada...

