En muchos pueblos se dan facilidades a familias, generalmente en paro, para vayan a vivir a ellos. Hablo de alquileres irrisorios con un trabajo para el ayuntamiento o casas tiradas de precio, a cambio de un empadronamiento y residencia en la localidad.
También últimamente existen movimientos de repoblación de pueblos abandonados.
Pero hay que comprender que muchísimos pueblos carecen de todo ayuda de las instituciones de turno (y según los papanatas de turno son los que más gastan ¡ole!), y de otras comodidades que solo pueden ofrecerte las ciudades. No a todo el mundo le gusta la vida en el campo. Pero el campo tiene unas ventajas que, a mi jucio, no hay en las ciudades. A mi, personalmente, si me ofrecieran el mismo puesto de trabajo en una ciudad y en un pueblo, no me lo pensaba dos veces: pueblo for ever and ever, y si es en el mío, muchísimo mejor.

