Estuvimos poquitos en la concentración, había mucha confusión y muchos no se enteraron, pero tuvo bastante eco mediático. Os reproduzco la crónica que hizo La Tribuna de Cuenca (
www.diariolatribuna.com):
J.J. DOMÍNGUEZ / CUENCA
Una veintena de conquenses se concentraron ayer en la calle Calderón de la Barca para protestar por «el deterioro estético que está sufriendo esta calle a causa de un urbanismo voraz y desafortunado». El motivo concreto de la movilización, que ninguno de los presentes admitía haber convocado y que se organizó de forma anónima a través de e-mails y sms, era la reforma de uno de los edificios de esta emblemática calle conquense. A su juicio, la obra en marcha rompe con el estilo decimonónico que caracteriza el resto de los edificios de la vía.
«A este paso, lo único que va a quedar del siglo XIX en Cuenca es el caciquismo», se quejaba Rosario, una de las presentes.
Los vecinos denunciaron que el bloque de viviendas que se está construyendo no respeta ni las alturas ni los volúmenes originales. «Se está diciendo que el edificio va a tener cuatro alturas por una fachada y seis por la otra, cuando se ve claramente que va a tener seis y ocho. Además, el sexto piso no se va a retranquear como se ha llegado a decir y se aprecia claramente», comentaba plano en mano un vecino que decía trabajar en temas de urbanismo y que no se identificó por miedo a represalias en su trabajo. Este conquense proponía soluciones alternativas para compensar a los constructores y propietarios. «Se les puede dar terrenos en otras zonas, como se ha hecho en otras ciudades, pero no hacer ese adefesio en una calle como Calderón de la Barca».
El concejal de Independientes por Cuenca (IXC), Antonio Melero, participó en la concentración vecinal y señaló que «si ahora se pueden hacer seis alturas es porque se cambió el plan de urbanismo para que así fuera», y remitía a periodistas y vecinos a las actas del pleno del Ayuntamiento del 3 de noviembre de 2004 en el que se debatió sobre la protección de los edificios de esa vía.
En aquel debate la concejal de Urbanismo, Elena Carrasco, aseguró que se «iban a conciliar los intereses públicos y privados» en las nuevas construcciones por lo que abogó por la descatalagación especial de un edifcio de esa calle. Los populares expresaron que los informes jurídicos del Ayuntamiento sobre ese tema eran «ambiguos» pero finalmente apoyaron junto al PSOE esa descatalogación con el voto en contra de Independientes.
También se acercó a la protesta ciudadana el dirigente de Izquierda Unida Miguel Cañas y la presidenta de la Asociación de Vecinos de Tiradores, Angustias de la Cruz. «Me indigna lo que están haciendo con las calles de la ciudad»- decía esta última- «al menos podían respetar las fachadas». De la Cruz confesaba entre el asentimiento de varios vecinos de su barrio que en Tiradores tienen «miedo» de que les pase lo mismo porque no tienen en todas las zonas protección especial del Casco Antiguo a pesar de su peculiar arquitectura. Entre fuertes críticas a la alcaldía, los más pesimistas auguraban que «se los terminarán cargando para darle una salida a Villa Román».
Antonio, otro de los manifestantes, declaraba que se había sumado a la protesta porque cree que los responsables municipales no tienen claro un modelo de ciudad. «Se anteponen los intereses de algunos constructores a un urbanismo planificado y lógico que cree una ciudad habitable, estética y saludable», decía mientras que otra vecina lamentaba no haber protestado « hace 20 años, cuando los cambios se iniciaron».
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