Vamos a ver, ante esta interesantísima charla, quiero apuntar simplemente algunas cosillas:
1.- Revilluca será un bufón, un cantamañanas, que gobierna sin ganar las elecciones pactando con PP o PSOE según las circunstancias... pero es un tío cuanto menos conocido en toda España, cosa que no puede decirse de los presidentes de otras comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla la Mancha o La Rioja, sin ir más lejos y por circunscribirnos al ámbito castellano). Y además defiende lo que le interesa. Por supuesto, que si por cualquier cuestión tuviera que cambiar de ideario político, lo haría, sintiéndose el tío más castellano del mundo.
2.- No es bueno generalizar, pero en general el cántabro (utilizo este término para referirme al actual habitante de la Comunidad Autónoma de Cantabria) es españolísimo, sobre todo por ser "tierra fronteriza" con los vascos, que tienen prebendas fiscales y de otro tipo (no entraré aquí en lo legítimas que puedan ser -que lo son- históricamente estas ventajas para ellos). Además, y sobre todo en lo que se refiere a los bilbainos, les están invadiendo literalmente, cualquiera que se dé una vuelta por Castro, Laredo o Noja se dará cuenta, tanto a nivel de residencias de verano como incluso en primera residencia, dado lo elevado -más aún que en el resto de España- del precio de la vivienda en el País Vasco.
3.- Cantabria es un nombre que da lugar a inevitables equívocos. En primer lugar, los cántabros eran un pueblo prerromano, que habitaba básicamente la mayor parte de lo que actualmente es la comunidad autónoma de ese nombre (no toda, porque al menos al este de la ría de Treto era territorio autrigón), amén del este de Asturias, el nordeste de León, norte de Palencia y noroeste de Burgos.
Posteriormente, en la época tardovisigoda, se crea el Ducado de Cantabria, que es lo que utilizan básicamente los habitantes de la actual comunidad cántabra como legitimación de su indudable personalidad propia. Pero hete aquí que Gonzalo Martínez Díez, en su libro "El Condado de Castilla 711-1038, la historia frente a la leyenda), señala que dicho Ducado abarcaría un territorio comprensivo de la parte oriental de la actual Cantabria, todo el actual País Vasco más gran parte de Navarra y La Rioja, más el norte de Palencia y Burgos. Con capital en Amaya Patricia. El de Cantabria era uno de los 8 Ducados en los que se dividía Hispania en la época final (no más de 30 ó 40 años) del Reino Visigodo de Toledo.
Siguiendo a dicho autor, pretender identificar la actual Cantabria con dicho Ducado o incluso con el territorio de los cántabros como tribu prerromana es como si se decide cambiar el nombre a la provincia de Valladolid y llamarla "Vacceolandia", por ejemplo, ya que no todo el territorio de la actual provincia fue vacceo, y hay gran parte de territorio vacceo que no forma parte de Valladolid.
Con la Cantabria actual ocurre lo mismo, tanto si la comparamos con el territorio de los cántabros prerromanos como si se hace con el Ducado de Cantabria.
Por supuesto que, aparte del actual estado de las autonomías, hay que retrotraerse a la división provincial efectuada por Javier de Burgos en 1833, no lo olvidemos, en una regencia (Isabel II era menor) y para más inri dentro de una guerra civil (así se podría denominar a las guerras carlistas) y mediante una simple circular.
Y, también por supuesto, que podemos debatir de lo que queramos, de si Castilla debe incluir León, La Mancha o lo que queramos, si Valladolid o Palencia son castellanas o leonesas, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que la actual Cantabria formó parte, desde su inicio, del Condado de Castilla, cuyas fronteras septentrionales no eran otras que el Mar Cantábrico.
Pero, en fin, los cántabros serán lo que elijan ser, me imagino que tampoco vamos a ir a ponerles una pistola en la cabeza para obligarles a que se sientan castellanos. Aunque la realidad es que, a nivel de sentimientos, han hecho más 30 años de estado de las autonomías y 20 años de LOGSE que 1200 años de historia... en fin... para meditar...
Bueno, al final me ha salido demasiado rollo, tampoco pretendía tanto.
Saludos, VIVA CASTILLA...

