Buenas. No he tenido tiempo estos días para responder, y me alegra mucho el debate que se ha ido generando en torno a este texto.
Algunos compañeros del foro critican algunas cosas, y aunque están en todo su derecho a hacerlo, estos compañeros están centrándose en ciertos aspectos del texto que no son centrales, y por el contrario, están obviando el asunto central o esencial de la reflexión que se nos plantea.
En ese sentido, lo que hay que tener en cuenta en estos momentos es que la economía alemana ha basado su crecimiento en los últimos años (no voy a entrar en si ha sido mayor o menor que el de otros estados europeos, ya que esto no es lo relevante) en la acumulación de capital fruto de las exportaciones, y que ese capital acumulado ha sido el que ha servido para financiar la actividad inmobiliaria especulativa en el estado español, y asimismo, ese capital acumulado ha servido para financiar también la deuda externa de numerosos países mediterráneos.
Es decir,
lo que es central en estos momentos es determinar el origen de la crisis. Y en ese sentido conviene saber que el endeudamiento de los bancos españoles durante los años de burbuja inmobiliaria ha sido con respecto a la banca alemana, y de esta banca con respecto a la norteamericana y británica. Esto es lo central, ya que el fin de la burbuja inmobiliaria en EEUU, el colapso allí de algunas entidades financieras importantes, ha supuesto un problema para la banca alemana, y esto ha supuesto a su vez un problema para la banca española.
Estamos ante una crisis de deuda en cadena: la banca yanqui e inglesa entra en quiebra, y reclaman capital a la banca alemana, que al verse ante serios problemas de liquidez, tiene que reclamar asimismo el capital prestado a la banca de los países del mediterráneo. Y como los bancos del mediterráneo están ante problemas para pagar la deuda, ya que tienen buena parte de su capital invertidos en bienes inmobiliarios que no se venden, y lo que necesitan no es ladrillo sino líquido, se consigue fácilmente crear un clima de presión para lograr obligar a los estados a inyectar dinero público a la banca (en caso del estado español, 100.000 millones de euros), hecho que a su vez produce el déficit.
En ese sentido, el texto de V.Navarro es de una claridad enorme, ya que las ayudas que se están produciendo a los países periféricos es en realidad una ayuda a los bancos del centro (de Alemania y Francia) para que puedan pagar su deuda a los bancos yanquis e ingleses.
La actual crisis es una crisis de endeudamiento. Esa es la realidad, y no otra. Es el endeudamiento de la banca y de las constructoras su origen, no el gasto de los estados.
Y ante esa crisis de endeudamiento privado, en primer lugar, el propio capital financiero -culpable de la situación- ha logrado que la deuda haya sido asumida públicamente (lo que en castellano se llama
ROBO), y ahora que los estados más débiles como el español entran en situación de déficit al inyectar ingentes cantidades de dinero público a la banca, el mismo capital financiero causante de la crisis está consiguiendo privatizar y atacar los derechos colectivos y al propio estado del bienestar (lo que aparte de continuar siendo un ROBO, se convierte en un
grave insulto a la inteligencia colectiva de los pueblos y de las personas).
La crisis es de endeudamiento, y detrás de ella estamos ante una brutal ofensiva del capital financiero internacional. Esa es la clave, y no otras.
No se trata de disculpar o no a Zapatero, sino de comprender que ha hecho lo que cualquier otro mandatario en su lugar (fuera del PSOE o del PP): servir a los intereses de unos pocos, y no a los del común del pueblo.
Y si no, tiempo al tiempo. El PP, que va a ganar las próximas generales, va a adoptar las mismas medidas serviciales a los intereses financieros, pero con menos miramientos, y ello va a acelerar las cosas, provocando con probabilidad la conversión en el estado español de la crisis económica en una crisis política.
Porque esto es una tomadura de pelo. Y a poco que seamos capaces de hacer entender con palabras sencillas lo que está ocurriendo a aquellos/as que están sufriendo y van a sufrir las consecuencias de este timo generalizado, la temperatura del malestar social va a ir aumentando en varios grados, así como la percepción de que por este camino no vamos sino al precipicio.
¡Un saludo comunero!