Estoy de acuerdo con la mayoría de vosotros que para confeccionar un buen reparto del territorio en comarcas hay que tener en cuenta: por un lado, las cuestiones históricas y por otro, los límites provinciales actuales (aquellos que fueron definidos en 1833). De todos modos, con ello ya se cae en una contradicción, puesto que esos límites provinciales no respetan, en muchos casos, los territorios históricos.
Por ejemplo, en la provincia de Guadalajara, el alfoz de Atienza pertenecía a Soria. Antiguamente sus habitantes eran considerados castellanos viejos y no castellanos nuevos como en la actualidad. Claro está, que no vamos a pretender que la situación vuelva a cambiar, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de la gente ignora estas cuestiones históricas. Con ello quiero apuntar que la historia tiene relativa importancia y de hecho la actualidad o los últimos tiempos también pertenencen a la historia. Habría que evaluar en cada caso aquellos factores que más influyen en un territorio concreta (historia, comunicaciones, lazos económicos..)
En Guadalajara se definen con bastante consenso las comarcas de Alcarria, Campiña, Serranía Norte y Señorío de Molina. De hecho la única comarca histórica es El Señorío, el resto responden a cuestiones orográficas. Por otro lado, desde hace un tiempo se oye nombrar al Corredor del Henares como prolongación de la comarca que lleva este mismo nombre en la provincia de Madrid (territorio que se desprendería de la Campiña); recoge a municipios muy ligados, por cuestiones económicas y mercantiles, entre sí y con la Comunidad de Madrid. Vaya... ¡que para gustos colores!
Es cuestión de evaluar lo más interesante para sus gentes; evidentemente, la comarcalización conlklevaría una tarea compleja que provocaría que no todos quedemos satisfechos.
Saludos comuneros