No os engañeis. Si Catalunya se pira, Castilla seguirá siendo el vagón de cola, es más, si nos quedamos solos, seremos la cola de Europa. Con los políticos que tenemos, con el inmovilismo que tenemos, con la obsesión que tenemos por los demás, seremos siempre los últimos en todo.
Hablais de los catalanes como si a todos ellos les importara mucho Castilla, y creo que estais un pelín equivocados. A los catalanes por lo general les interesa Castilla lo mismo que Tanzania, nada. Los catalanes se preocupan de sus hipotecas, de sus trabajos, de sacar a sus hijos adelante..., como a casi todos vaya. Menos obsesiones, mejor nos iría. El problema lo tenemos en casa, no se os olvide.
Por supuesto, Arias. Aunque no creo que exista revulsivo que nos haga volver sobre nosotros mismos y mirar hacia el terruño:
1668- Se pierde Portugal y el Imperio se resquebraja por todos lados --> Los castellanos siguen ciegos.
1808- Nos invaden los franceses --> Los castellanos siguen ciegos. Si antes eran españoles, ahora españolísimos.
1824- Perdemos el Imperio americano --> Los castellanos son todavía más españoles.
1898- Perdemos las últimas colonias, catástrofe nacional y crisis de identidad --> En apenas 20 años surgen los fascismos y el ultraespañolismo de la Falange.
1936- La debacle interior del país nos lleva a la guerra civil --> tras ella, somos los más españoles del mundo.
Sinceramente, creo que el día que los castellanos se lleven la bofetada mayúscula de que Cataluña se marcha, ese día habrá muerto Castilla del todo, porque entonces el españolismo no tendrá límites.
No sé hasta qué punto nos convienen los palos. Llevamos 500 años llevándonos palos, y la gente sigue, no igual, sino peor. Cada vez que España se hunde un poquito más, la gente se aferra más a ella, y el sentimiento nacional español crece. Crece en las adversidades. Nos podrá gustar más o menos, pero es así.
Por ello creo que la opción única que tenemos es aldabonar el españolismo y hacerlo compatible con el sentimiento castellano. Lo demás, no digo que sea mejor o peor, sino que sencillamente está abocado al fracaso. No hay más que ver la evolución de nuestra sociedad.