No seas demagoga Ginevra, lo que hacen las farmacéuticas es engañando y si avsar, además de que muchas veces es con niños pequeños.
Como ya te eh dichom uchas veces y al contrario que tu, yo creo en al libertad, y tambien creo en no legislar desde la moralina particular, y por mi que dos adultos hagan lo que quieran con su vida si no joden a un tercero está en mi biblia personal, es uno de sus mandamientos, es su puta vida joder.
Incorrecto Leka. Las farmaceuticas suelen avisar de los efectos contraproducentes de sus experimentos pero estos no son tenidos en cuenta por las cobayas humanas, bien sea por su situación económica o por que no gozan de la cultura suficiente para saber a qué se exponen.
Bien, cuando has hablado de que cada uno se meta lo que quiera, si una persona quiera actuar como cobaya humana metiendose veneno en el cuerpo, sería correcto ¿no?
¿Qué? Al fin y al cabo la metanfetamina es una droga y un veneno. Pero eso ¡cada cual que se meta lo que quiera!
Cuando dices cada cual que se meta lo que quiera, haces una afirmación peligrosa. Si estás a favor de la legalización de las drogas, deberías sopesar al menos si todas ellas son dignas de ser legalizadas. No es lo mismo marihuana que codeína. No es lo mismo participar en un experimento contra el envecimiento de la piel que en uno sobre modificación genética.
Decir que cada cual se meta lo que quiera, es cuando menos irresponsable. Algunas drogas son puro veneno en dosis lo suficientemente pequeñas como para no causar la muerte (aunque no siempre es el caso, a veces ya se sabe, una remesa de droga más pura o mas sucia y al hoyo). Al igual que las empresas farmaceuticas realizan algunos experimentos en humanos con toxinas altamente peligrosas.
Es ahí donde quería llegar: A hacer una valoración seria de la situación. Las afirmaciónes: que cada uno se meta lo que quiera, parecen dichas a la aventura. Al igual que la frase: prohibir hachis, tabaco y alcohol porque lo digo, tampoco tiene mucho sentido sino se argumenta debidamente. Y luego habría que sopesar esos argumentos y ponerlos en un lado del platillo de la balanza y en el otro platillo, colocar la libertad, con el indudable peso de esta último.

