Yo soy fumadora y por tanto lo tendré un poco crudo.
Por partes:
-La inversión que realizaron hace varios años los hosteleros acondicionando sus locales... ¿que? Esta gente debe sentirse casi estafada.
-Un bar es un negocio privado, en el cual se supone que puedes consumir los productos que la ley estipula como legales: refrescos, alcohol, tapas varias, tabaco, agua... El titular del local es el que debe decidir que productos se consumen en su negocio y cuales no. No el gobierno.
Esto viene a ser un poco como lo de la lengua catalana... ¿porque me tiene que decir el gobierno como rotular en mi negocio?
-La única justificación posible de esta prohibición es alegar que detrás subyace un interés general, en este caso la salud pública. Pero en este caso... ¿sirve la medida para algo? Si a un fumador no le dejan fumar en un bar, se saldrá a la calle, se fumará el cigarro y volverá para dentro. Si hablamos de la salud pública de los no fumadores, entonces si tiene sentido y justificación esa ley.
-Derechos laborales de los camareros: Si yo necesito trabajo y me contratan en un bar, ya se a lo que me expongo. Se que voy a tragar humo. Si yo necesito trabajo y me contratan en una mina, se que voy a tragar gas. Cada trabajo es el que es y tiene sus ventajas y sus inconvenientes y uno los sabe antes de firmar el contrato.
-Esta medida, en mi opinión, responde a la necesidad del gobierno de justificar de alguna forma la brutal subida de los impuestos del tabaco. Unos 50 cents de media y subirá más aún. Claro el gobierno dijo que era por nuestra salud, así que esta medida-prohibición hace más creíble el argumento del gobierno (se calcula que subirá casi un euro por cajetilla en plena crisis, impuesto indirecto, no progresivo, repercute igual a ricos y pobres, de modo que, atendiendo a un criterio económico, primero dejarán de fumar los que tengan menos poder adquisitivo: el tabaco va camino de convertirse en un producto de lujo).
Claro, a los no fumadores los parecerá genial, pero a los fumadores no tanto.
Personalmente, la medida no me parece ni bien ni mal. Como ya he dicho antes, me parece una excusa para jusficar una subida de impuestos enorme, pero la calidad de vida de los camareros y la salud de los no fumadores podría mejorar gracias a la prohibición.

