Al margen de las tendencias del programa que yo comentaba es acojonantemente insensato lo que la Junta está planteando en Garray. Ya había oído quejas sobre el proyecto pero es la primera vez que veo el destrozo que, lamentablemente, ya no tiene freno.
Me parece estupendo que Soria sea el destino de una inversión como ésta. Lo que no entiendo es lo que se preguntan todos los que ponen objeciones a la CMA: ¿por qué ahí?
Lo que dice el alcalde de la ciudad es bastante más coherente: intervéngase en sitios donde el hombre ha causado daños, no nos arriesguemos a causar unos daños nuevos con una ciudad nueva.
Cualquier persona con sensibilidad media hacia el medio ambiente sabe que ese modelo de ciudad (espacios abiertos, distancias amplias, edificios aislados unos de otros...) son medioambientalmente menos sostenibes que las ciudades compactas tradicionales. Me da que el proyecto se reduce a obligar a los habitantes del sitio a comprarse un coche eléctrico y a poner una supercentral eléctrica que produce más de lo que se necesita (claro así yo también hago una ciudad sostenible, sobredimensionando los suministros).
Que aparezca el viceconsejero de medio ambiente justificando este desmadre, me repugna, pero me parece hasta cierto punto lógico porque tiene que justificar su decisión. Pero lo que más me repatea es como el técnico de la Junta habla tan tranquilamente de lo que se está haciendo. Lo que me hace plantearme dos preguntas una utópica como ¿por qué no se les exige a los políticos una formación a corde con el campo que les asignan gestionar?, es decir, en este caso un ingeniero de montes, un licenciado en ciencias ambientales o algo por el estilo. La otra pregunta es maliciosa: ¿realmente era ese tipo técnico de la Junta? ¿no sería más bien un responsable -un cargo político político- de comunicación?