No creo que sea para tanto. Creo que ha estado muy bien. Básicamente porque cuando yo le hablé a Barreda de Castilla en una de las ocasiones que estuvo en Guadalajara, tras la primera pregunta se dio la vuelta y sus guardaespaldas me cerraron el paso. Por tanto, desde luego, el comportamiento del Príncipe me ha parecido adecuado. Otros ni escuchan al menos.
Dicho esto, no compete a la propia institución monárquica la convocatoria de ningún referéndum, porque la Constitución no le da poderes para ello. Son los representantes elegidos democraticamente los que habrían de plantearlo en su caso, lo que requeriría una "refundación" del país y una nueva Constitución si gana la opción republicana.
Por tanto, como digo, es como si le dicen al vicepresidente de Telefónica (en este caso el Príncipe) cuándo va a disolver la empresa (la Monarquía), sin tener compentencia para ello porque la misma está en manos de los accionistas (los políticos).
Bastante ha hecho escuchando una disertación que ni iba ni venía, porque no es a él a quien debe ir dirigida sino al Gobierno y a los partidos políticos que son quienes tienen la legitimidad y el poder para cambiarlo.