Buen documental de la TV3, cuando menos ilustrativo pero con objeciones, como la falta de sensibilidad de los catalanes con las reivindicaciones de autonomía para Castilla-León (que en la época se consideraban justas para paliar los problemas y las carencias en el norte de Castilla), metiendo esas voces "en off" propias de jubilados que se declaraban ignorantes con lo que acontecía.
Lo cierto es que el Estado de las Autonomías para Cataluña supuso el comienzo de un camino de certezas para ellos, y para nosotros la continuación de la ruina y la decadencia en la que seguimos instalados. La excepción sería Madrid, que arrinconada por ser el lugar del centralismo, evolucionó aparte y con mejor suerte que sus provincias hermanas del sur de Castilla; un desaguisado político que se revela evidente con las declaraciones de los propios protagonistas de esa época: El propio Leguina, ¡el presidente de la CAM!, deslegitima el invento, que queda ridiculizado en el reportaje, cosa de la que me alegro, pues es de justicia que el engendro quede ridiculizado. A pesar del desarrollo industrial madrileño, nunca me ha convencido ese esquizofrénico crecimiento aislado de todos y de todo, cuestionable en muchos aspectos. He de decir que soy madrileño y he vivido esos treinta años de autononomía.
Creo que el "café para todos" fue inevitable, aunque los catalanes se quejen de que ese proceso debería haber sido más restringido; el propio Joaquín Leguina lo restringe totalmente al País Vasco y Cataluña, y dígame, señor Leguina, ¿Cómo hubiera solucionado Usted el siguiente problema: Nosotros no podemos votar las leyes de catalanes y vascos, pero éstos si pueden votar nuestras leyes?
La cuestión es que nadie ha corregido ese "café para todos", en donde es necesaria la corrección.
Se puede comprender la mentalidad de la época y el que las dos Castillas huyeran despavoridas del centralismo capitalino de la época, y por el peligro de succión de recursos por Madrid en el caso de CLM. Lo que es incomprensible, es que, en treinta años, no se haya revertido la situación, al comprobar que el Estado de las Autonomías no era adecuado para Castilla y sus intereses; Vivimos con una clase política incapaz de buscar alternativas y en definitiva, soluciones a esta realidad que vive nuestra tierra.

