Pues sí, creo que es una práctica a desterrar, que proviene del franquismo, mediante la cual al tocar el himno español se rinden a Dios honores de jefe de estado. Hoy en día, por suerte, la separación entre iglesia y estado es un hecho, pero parece ser que hay mucha gente que todavía no se ha enterado. Me imagino que sólo se dará en localidades con alcaldes del PP, a los que gustan mucho estas demostraciones patrióticas. De todas formas no estaría mal que por los respectivos obispados o la conferencia episcopal se dieran a los curas directrices sobre la no conveniencia de esta práctica en los tiempos que corren.
Por supuesto, anarcomunero, en mi opinión haces bien negándote. Lo verdaderamente triste es que, como dices, muchas veces se contrate a dulzaineros simplemente para este acto, más propio de la Ejpaña más profunda y cañí. Porque un pasacalles, entradillas y cosas así antes o después de misa quedan muy bien, pero esto es intolerable, por supuesto, y más propio de otros tiempos.

