Matar tiene dos problemas: quisiste hacerlo y no tiene vuelta atrás.
No cabe el propósito de la enmienda para el crimen cometido. Podrás intentar y tratar de conseguir no volver a matar, pero el muerto que mataste...sigue muerto...siempre.
Aunque quieras no volver a matarle...no puedes.
Cabe el perdón ante una muerte negligente y ante mil situaciones cotidianas. Pero no ante el crimen cometido a conciencia.
Hacer poesía y reflexiones filosóficas está muy bien, pero no restituyen el inmenso dolor causado.
Hoy se cumplen quince años de la liberación mágica del ciudadano castellano José Antonio Ortega Lara. Fué liberado de un inhumano encierro en un zulo vasco.
Fué uno de los días más bonitos de mi vida. Lo recuerdo con enorme emoción. Gracias a todos quienes trabajaron para devolverle a la vida.

