Los merecen, vaya que si los merecen.
Yo, aunque leo El País (como casi todo el mundo) no lo defiendo. Hace muchos años sí me parecía que había una diferencia clara de calidad entre El País y cualquier otro medio nacional. Pero para mi perdieron el crédito en los '90 defendiendo a Felipe de los escándalos de corrupción que iba desgranando El Mundo. No se puede defender lo indefendible.
Pero sigue siendo lo más leído. Hoy por hoy lo único que aprecio de El País es que siga huyendo del sensacionalismo, pero nada más.

