A mi me hace gracia que vayas por ahí diciendo que la gente de ciudad no hable en nombre de los pueblos mientras tú pretendes hablar en el nombre de todos los pueblos del mundo mundial, amén.
Conozco mil pueblos además del mío, y el amigo anarcomunero ha comentado que en su pueblo tampoco pasan esas cosas.
Lo mismo en Belorado la gente es hipertolerante por algún extraño vertido en el agua que bebéis.
Igual es que andamos un paso por delante del resto, o que bebemos el agua muy limpia.
En los colegios e institutos a los que yo he ido -concertados y públicos; de pueblo y de ciudad; tanto en calidad de alumno como de profesor-, siempre se ha minusvalorado, insultado y acorralado a los no heterosexuales. Y eso no es que se les persiga y se les de caza con la carabina, pero hay un desprecio latente y visible.
Es que parece que aquí solamente se ataca al homosexual. ¿A cuantos chavales han acorralado e insultado por ser gordos? ¿A cuantas chicas han llamado marimachos por jugar bien al fútbol o a cuantos maricones por ir solamente en cuadrilla con chicas? ¿A cuantos chavales han insultado con pintas raras? Y cuando acaban esos años de hormonas locas, todos tan amigos, y tomando cervezas todos juntos.
¿Cuántas parejas homosexuales se ven demostrando libremente su sexualidad (como lo hacen los heteros) en Valladolid fuera de ciertos ámbitos muy reducidos? En mi pueblo en toda mi vida jamás he visto a una pareja de chicos darse un beso o pasear de la mano, digo yo que habrá alguna persona no heterosexual...
En los pueblos he visto parejas heterosexuales esconderse para darse un beso por el qué dirán. Que se disfrace el cotilleo de homofobia es la polla.
Evidentemente, el primer paso para negar la existencia de la homofobia es negar lo evidente, que existe y que tiene un gran arraigo en nuestra sociedad. Si no empezamos por ahí, para qué debatir de nada.
Es la fobia en general lo que tiene gran arraigo en la sociedad. Que parece que solo se le da palos al pobre homosexual.