GENIAL IDEA DE IGNACIO GONZÁLEZ.
El presidente del gobierno madrileño ha descubierto la panacea contra la crisis. Cuando se acaben los subsidios y no haya dinero para ir a la compra, no hay que recurrir a los comedores benéficos para comer. Simplemente se puede recurrir a la biblioteca doméstica. Ese viejo Quijote que acumula polvo en una estantería, precisamente por su alto valor nutritivo acumulado con el paso de los años, puede abastecernos durante semanas. Jamás pensaron nuestros egregios literatos (por ejemplo los del 98 a los que les dolía España), que iban a hacer un último servicio a la patria paliando la desnutrición infantil en Canarias, Cataluña o Andalucía.