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Autor Tema: Luis Fernández Costilla, un vallisoletano en el "Proceso 1001".  (Leído 2262 veces)
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« : Agosto 02, 2014, 16:30:24 »


Un vallisoletano en el 'Proceso 1001'

Luis Fernández Costilla fue condenado a 12 años de cárcel en el célebre proceso contra la Coordinadora Nacional de CCOO, en junio de 1972, junto a Marcelino Camacho y Nicolás Sartorius

ENRIQUE BERZAL |  @EnriqueBerzal1
26 julio 2014

«La fuerza pública ha realizado hoy una redada en Pozuelo, Madrid, en uno de cuyos edificios procedió a detener a varias personas, entre las que figuran don Marcelino Camacho y, al parecer don Nicolás Sartorius. Dichas personas, cuyo número se desconoce hasta el momento, participaban, al parecer, en una reunión ilegal». La nota, procedente de Europa Press y publicada en El Norte de Castilla el 25 de junio de 1972, era excesivamente escueta para la importancia del suceso.



Ampliaba algo más la información al día siguiente, en esta ocasión bajo el prisma de la Agencia Cifra, al detallar que los detenidos aquel sábado 24 de junio de 1972 eran «dirigentes de la organización ilegal ‘comisiones obreras’, integrantes de una llamada ‘comisión coordinadora nacional’, al parecer máximo organismo de la citada organización (…). Como consecuencia de ello, fueron detenidas diez personas, entre las que figuran Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Francisco García Salve, Eduardo Saborido y otros destacados miembros de las ‘comisiones obreras’ que se habían desplazado a Madrid desde Sevilla, Bilbao, Gijón, Valladolid y Zaragoza para asistir a la reunión».
Efectivamente; declaradas ilegales en 1967, Comisiones Obreras venían siendo estrechamente vigiladas por las fuerzas de orden público, pues el gobierno las consideraba una mera «filial del Partido Comunista». A aquella reunión, convocada en una residencia aneja al convento de Padres Oblatos de Pozuelo de Alarcón, acudieron diez miembros de la Coordinadora Nacional del sindicato. De Valladolid asistió voluntario Luis Fernández Costilla en sustitución de Guillermo Díez.
Electricista de profesión, casado, padre de dos hijos y miembro del Partido Comunista, Fernández Costilla acudió a reunirse con Marcelino Camacho, el cura Francisco García Salve, Nicolás Sartorius, Eduardo Saborido, Fernando Soto, Francisco Acosta, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban y Juan Marcos Muñiz Zapico. Cuando quisieron darse cuenta, el edificio estaba rodeado por agentes de la Brigada Regional de Investigación Social, que aguardaban su salida.
Los descubrió Eduardo Saborido, que inmediatamente dio la voz de alarma; cada uno salió huyendo hacia donde pudo, y ni siquiera les dio tiempo a elaborar una coartada común. Se ha especulado mucho sobre las causas de esta «caída», desde el tenaz seguimiento policial hasta el chivatazo. Lo cierto es que todos ellos no dudaron en apuntar a un compañero, Diego Marco, como posible autor de la delación, lo que se confirmaría años después.
Los detenidos negaron pertenecer a la cúpula nacional de CCOO. Fernández Costilla, a quien sus colegas de militancia en Valladolid apodaban «el chispa» por su profesión de electricista, fue detenido en el jardín del convento. En su descargo alegó que había acudido a un seminario sobre secularización y problemas humanos y sociales, y que, tras hora y media de espera, al no hacer acto de presencia el Padre Martín, decidió marcharse junto con sus compañeros de habitación. Reconoció que había hablado de temas laborales y sindicales, pero también aseguró que ninguno de los reunidos pertenecía a CCOO.



Entre la documentación incautada por la policía figuraban boletines de la Construcción de Valladolid y ejemplares de «Unidad», órganos de difusión de CCOO en la ciudad. El Sumario 1001/1972 (de ahí el nombre de «Proceso 1001») no tardó en convertirse en un asunto político y en suscitar la solidaridad de buena parte de la oposición clandestina al Régimen franquista. En Valladolid, por ejemplo, medio centenar de estudiantes organizó una manifestación espontánea, el 19 de diciembre, por las calles Alonso Pesquera y Santuario, mientras sus colegas de Derecho hacían otro tanto hacia la Plaza de España al grito de «Amnistía».



Enrique Barón fue el abogado laboralista encargado de defender a Luis Fernández Costilla ante el Tribunal de Orden Público; también estaban Cristina Almeida, Joaquín Ruiz Giménez, Manuel Fernández Montes, Jaime Sartorius, Adolfo Cossío de Corral, Francisca Sauquillo, Guillermo García Lecunza, José Manuel López López y José María Gil Robles y Quiñones.
«Penas entre doce años y un día y veinte años para los procesados en el sumario 1.001», rezaba el titular de El Norte de Castila el 30 de diciembre de 1973. En efecto, el juicio se había celebrado los días 20 -fecha escogida por ETA para atentar contra el almirante Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno-, 21 y 22 de diciembre, y las penas se conocieron el 29. Camacho y Saborido fueron condenados a 20 años de reclusión menor, Sartorius y García Salve a 19, Martín Zapico a 18, Soto a 17 y Fernández Costilla, Acosta, Zamora y Santiesteban a 12 años y un día. Todos fueron recluidos en la cárcel de Carabanchel.
Sin embargo, en enero de 1975, el Tribunal Supremo anuló el fallo del TOP en cuanto a la calificación de los procesados como dirigentes de CCOO, rebajando las penas de la siguiente manera: 6 años a Camacho, 5 a Sartorius, Saborido y García Salve, y 4 años, dos meses y un día al resto, incluido el vallisoletano. Como resultado de ello, éste abandonó Carabanchel junto con Acosta, Zamora y Santiesteban. El 25 de noviembre de 1975, cinco días después de la muerte del general Franco, el rey Juan Carlos I otorgó un indulto que conmutaba a la mitad las penas comprendidas entre 3 y 6 años. Ello afectaba a los seis condenados que permanecían en prisión, Camacho, Sartorius, García Salve, Soto y Muñiz, que serían inmediatamente puestos en libertad el 30 de noviembre.
Ya entonces, Fernández Costilla se había reintegrado al trabajo en Valladolid, concretamente en FASA-Renault, donde siguió actuando en el plano sindical, aunque algo más alejado de CCOO. Luego abandonaría la factoría para trabajar como autónomo. Falleció en septiembre de 1997.



Fuente.- EL NORTE DE CASTILLA http://www.elnortedecastilla.es/valladolid/201407/26/vallisoletano-proceso-1001-20140725180555.html
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