Leka, como sabes yo rechazo frontalmente la caza por cuestiones éticas. El problema de lo que planteas, es decir de la caza con control, es que realmente no existe ese control porque en zonas con tanta tradición cinegética como Castilla los cazadores tienen muchísimo poder. Debido a esto, ni el Seprona puede entrar a ciertas fincas cinegéticas a investigar o hacer labores rutinarias de control si el propietario no quiere, hace una llamada rápidamente y fuera problemas. Hoy precisamente es noticia que según la nueva ley de caza aprobada en Castilla La Mancha, provocar molestias en un coto de caza o en las cercanías podrá ser multado con entre 200.000 y 2.000.000 de euros. Sin embargo no se especifica qué se entienden por molestar, por lo que ambigüedad de la ley deja abiertas tantas posibilidades que molestar puede ser cualquier cosa. Esta nueva ley tiene muchísimas otras cosas surrealistas, y al final lo que se pretende con ella es por una parte blindar el monte en beneficio de los cazadores que tan amigos son de la Cospe & co. y por otra precisamente disminuir el control sobre lo que ocurre realmente en las jornadas de caza para evitar que trasciendan casos de fauna protegida muerta por escopetazos, trampas o veneno. En este sentido la también nueva ley de Montes ha reducido las competencias de los agentes forestales degradándolos a la categoría de auxiliares, dificulta su labor de campo impidiéndoles participar directamente en investigaciones, hasta les impide formalizar denuncias directamente. Luego aparte nos encontramos con que la Junta ha dejado correr el tiempo hasta caducar los expedientes de multitud de casos de cebos envenenados, por lo cual ha sido denunciada.
Estamos retrocediendo décadas, y no podemos esperar que los responsables directos del mal estado de conservación de tantas especies vayan a hacer ahora algo por conservarlas.