Yo ya no sé si es peor como somos o como son otros pueblos del estado.
He estado una semana en Barcelona por motivos laborales y me parece una sociedad al borde de la esquizofrenia que no parece ser capaz de establecer relaciones lógicas de causalidad política y habla de determinadas cosas como si en el fondo fueran observadores marcianos que desde la distancia no hubieran de afrontar consecuencias por sus propios actos.
Es asombroso porque yo no diría que estén menos alienados que la sociedad castellana. La sociedad castellana es pasiva, la catalana es activa pero sus miembros no parecen conscientes de que la acción trae consecuencias. Me traigo la sensación de que son ovejas que van por el camino que les marcan. La sociedad de Castilla no se mueve pero la de Cataluña lo hace pero con la consciencia de un zombie.
Yo estoy pasmado por completo. El tema de la independencia o bien lo eluden o lo tratan como si fuese una cuestión baladí, como si no se lo creyesen en serio, como si dieran por sentado que las palabras en si mismas no han de verse respaldadas con hechos tangibles. Son una sociedad de mercaderes puros y duros tan acostumbrados a vender el producto con palabras que parecen pensar que las palabras en sí mismas tienen existencia tangible sin necesidad de correlato material. Están llegando al punto de vivir en el filosófico mundo de las ideas como si tales fuesen realidades "per se" que no han de corresponderse con el mundo material. He flipado en todos los siete colores de la luz blanca, en marrón, en negro y hasta en octarino.
Esperaba una ciudad cosmopolita y de vaguardia y lo que me he encontrado es una ciudad que fue cosmopolita y de vanguardia hace 100 años y hoy hace de ello un parque temático saturado de franceses. Es triste pero me ha parecido un fósil de dinosaurio que fue majestuoso en su tiempo y hoy solo es la excusa para vender la moto y vivir de rentas. Hasta los barceloneses están hartos de que su ciudad sea algo así como el Disneyworld del modernismo. El problema es que el mundo sigue rodando y Barcelona sigue anclada en el modernismo. Lo que de innovador y creativo tenga la ciudad hoy en día deriva de sus dimensiones como urbe europea, no de un carácter o un ecosistema urbano "especial" en lo que se refiere a innovación y creatividad. No es diferente en ello a otras grandes urbes y el mito de la Barcelona cosmopolita y vanguardia artística y cultural es solo palabras y propaganda, como tantas otras cosas en la ciudad. A mi se me cae un mito.
En Barcelona todo está envuelto en palabras e imagen. De cuaquier cosa se hace producto. el problema es que el producto no es mejor que en otras partes... solo está mejor "envuelto".
La fractura social es grave aunque como todo es una disputa soterrada y larvada. Traigo la sensación que que allí hay varias sociedades coexistiendo en paralelo y que en conjunto se limitan a compartir ecosistema. La comunidad andaluza no duda en clamar que "Cataluña la han levantado los andaluces" y asombroso o no a mi me han corregido varias veces al preguntar por una calle según su nombre oficial en Catalán... me han corregido
para darme el nombre en Castellano... y enfatizando para que quede claro que no le reconocen otro... Si esa ractura se manifiesta o queda soterrada y larvada como tantas otras cosas allí... no lo sé.
Tengo la sensación de que la independencia es un tema que se rehusa tratar con desconocidos. Es mi experiencia en una semana de convivencia, no de turismo. Tienen una obsesión casi compulsiva por quedar bien y dar buena imagen hasta el extremo de la doblez. te dicen una cosa pero o bien piensan otra o bien han perdido el contacto con el mundo real. Muchos no quieren la independencia pero... votarán a partidos que la defienden... no he encontrado a quien reconozca que las independencias no son cuestiones que se resuelvan con palabras sino con hechos, están presos en la magia de las palabras... parece que "hablar" conjura todos los males, como si la independencia fuese un fregasuelos, una libreta o un pastel, un producto en suma que se puede colocar a un cliente con palabras.
La inmadurez política catalana es homologable a la castellana. Castilla no se mueve y Cataluña lo hace como un pollo sin cabeza. La sociedad castellana, firmemente arraigada en el realismo material mira a sus pies sobre el suelo y carece de amplitud de miras; la catalana mira tanto aql horizonte que ha perdido el contacto con el suelo y ya no sabe donde están sus pies. La simplificación catalana acaba por resumirlo todo a una mera operación de compraventa donde solo cuenta el lugar donde se guarda el dinero, todo es interés, todo es comercio y todo por tanto puede venderse con palabras... pero han olvidado que las palabras deben ser reflejo fiel del mundo... por eso su hostelería es lamentablemente mediocre pero tiene una excelente imagen = locales abarrotado de turistas de paso y su política parece creer que las independencias se venden igual que la fritanga con ínfulas de "haute cuisin"...
La verdad, no, no creo que Cataluña sea un modelo a seguir, tampoco en lo relativo a la movilización política. Es demasiado disfuncional para un ciudadano con sentido crítico e independencia de criterio. En Castilla las disfuncionalidades son diferentes porque el caciquismo aborregante opera en ambas sociedades sobre un sustrato sociológico diferente en una y en la otra. Pero aunque adopte formas diferentes el adocenamiento mediocre y la inanidad intelectual es común a ambas. Solo cambia la forma que esa mediocridad borreguil reviste.