Unidad Popular otra herramienta en la lucha por el cambio de Régimen Hemos escrito muchas veces que el cambio es posible. Hoy lo decimos de la mano de una herramienta que ayudará a este cambio: la Unidad Popular.
¿Qué cambio?, ¿Por qué Unidad Popular?
Estas preguntas se seguirán respondiendo en la realidad, con la práctica, donde trabajaremos, seguiremos trabajando, en el día a día, en la calle, junto con otr@s muchos, en esa transformación, en esa unidad popular, que igual ni se autodenomina así, pero lo es, y tanto que lo es!! Llevamos tiempo construyéndola.
Izquierda Castellana desde luego está concebida, construida y preparada para intervenir en la organización y en la lucha popular, esa es nuestra especialidad y a ello continuaremos dedicándonos en cuerpo y alma, por ser el campo esencial para el cambio de este Régimen. Así, nuestra participación en lo electoral a través de Unidad Popular se enmarca en el contexto global de la lucha popular por el cambio de Régimen. El movimiento popular siempre es el motor de las transformaciones.
En realidad, tod@s sabemos lo que es cambio. Igual cada cual lo define de una manera, pero en el fondo, y sobre todo en lo cotidiano, sabemos que o las cosas cambian o no cambian. De este cambio hablamos.
Un cambio de régimen en lo político, de sistema en lo económico, un cambio que es real y sobre todo posible. Hay alternativa, por supuesto que hay alternativas.
Este proceso, como todos, no va a ser limpio, sin contradicciones, sin problemas, sin miedos, sin dilemas.... Todo ello estará porque está vivo. La cuestión es sobre todo, como hacemos frente a unos problemas, miedos, contradicciones mucho mayores y que son frente a las que surgimos y frente a los cuales tenemos proyecto: las de este Régimen del 78, neofranquista, de monarquía corrupta, de mafia, de miseria y explotación, de neoliberalismo que nos asfixia, desahucia, despide, privatiza, que alimenta el machismo, el enfrentamiento entre pueblos, el belicismo…
Los objetivos del Sistema son finalizar ese ciclo con el menor daño posible para su Régimen y además obtener unos resultados en las generales que les permitan seguir profundizando -a través de gobiernos a su servicio- las contrarreformas sociales, económicas y políticas puestas en marcha desde hace varios años, y que desde la UE y el FMI insisten tienen que seguir profundizándose, a lo que habrá que sumar la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de la UE con los Estados Unidos (TTIP).
Por nuestra parte, los objetivos de l@s comuner@s del siglo XXI, girarán en torno a que el movimiento popular sufra el menor desgaste posible en este ciclo, desde el punto de vista ideológico y organizativo; a que se consigan algunos avances concretos en lo electoral, siempre al servicio de la lucha popular, y que haya un progreso significativo en los procesos Destituyentes-Constituyentes de los Pueblos del Estado español.
Proceso Destituyente- Procesos Constituyentes porque sin romper con ese Régimen no habrá cambio.
Frente al Régimen del 78, unidad popular. Frente a su neofranquismo, democracia. Frente a su centralismo e imposiciones, solidaridad entre pueblos y derecho a decidir. Frente a la monarquía, república…Tomamos parte, y lo hacemos como con aquel lema que empleamos en las elecciones al Senado del 2008 “Decimos lo que pensamos, hacemos los que decimos”.
Hay unas líneas rojas muy claras, sabemos de qué lado estamos, al lado izquierdo. Ruptura, república, justicia social, derecho a decidir.
Tenemos toda una trayectoria como organización y un proyecto, firme en lo estratégico, también flexible en lo táctico.
Sabemos que somos muchos y muchas las que queremos un proyecto así, las que sabemos, como decíamos, que hay ese cambio, o no hay ningún cambio.
Sabemos también que para frenar la ofensiva neoliberal, envuelta en represión y españolismo, y lograr desarrollar nuestro proyecto alternativo es necesario sumar, acumular fuerzas.
Y Unidad Popular es una herramienta útil en ese sentido. Da un referente político y electoral a sectores populares amplios.
Las próximas elecciones generales no van a ser unas elecciones más. En ellas lo fundamental no va a ser quien las gane, porque uno u otro van a seguir llevando a cabo las políticas al servicio de este Régimen que nos ha declarado la guerra. No hay margen para vías intermedias. En la 1º Transición, el Sistema y su bloque dominante tenían cosas que ofrecer a un sector muy amplio de la sociedad: mejoras en los sistemas educativo, sanitario, de pensiones, una nueva Constitución, las autonomías, etc. Muchas de esas cuestiones fueron un fiasco o se quedaron a medias. Pero hoy el Sistema no tiene ni eso, no tiene nada que ofrecer en positivo para las mayorías.
Así, lo realmente determinante es que haya fuerzas de ruptura con representación. Sin duda alguna, van a ser un aporte para los procesos constituyentes.
A estos dos objetivos, de acumular fuerzas frente a la ofensiva neoliberal y neofranquista y lograr representación las distintas fuerzas por la ruptura, en el caso de nuestro pueblo hay otro que añadir. Ya hemos comentado en diversas ocasiones la grave factura que paga Castilla por no haber estado presente como sujeto político en la Transición. Nuestro pueblo no puede volver a estar ausente como sujeto político en esta crisis de Régimen.
Sobre todo porque hay condiciones para ello. En Madrid y en el conjunto de Castilla, existe un movimiento rupturista en proceso de organización y políticamente bastante bien definido y con una gran potencialidad. El Pueblo trabajador castellano vamos tomando conciencia de forma intensa y extensa de nuestra realidad, del papel que jugamos en el Estado Español y a nivel general.
Nuestra tarea principal, la de los comuneros y comuneras del SXXI, en el plano político es la de impulsar el movimiento popular rupturista, hasta que éste consiga su hegemonía social, reforzando la lucha por los Procesos Destituyentes-Constituyentes.
En el Estado español se han puesto en marcha diversos procesos sociales y políticos, con características propias, fruto de muchos años de lucha, pero que tienen un denominador común: la destitución del Régimen actual y la apertura de Procesos Constituyentes. Sólo mediante la confluencia de los movimientos rupturistas de los Pueblos bajo jurisdicción del Estado conseguiremos nuestros objetivos comunes.
En este sentido experiencias como fue Iniciativa Internacionalista o las recientes declaraciones en solidaridad con el pueblo catalán y en defensa del derecho a decidir firmada por las izquierdas soberanistas e independentistas nos parecen ejemplos buenos y necesarios de ello.
La Unidad Popular no se hace en un día, empezó años y años atrás, en las múltiples experiencias de la militancia, de la lucha social y política: asambleas, fiestas populares, luchando contra el fascismo, haciendo huelgas y manifestaciones, solidarizándonos con quienes sufren la represión, tendiendo manos internacionalistas, llevando a cabo un trabajo feminista, pegando carteles en las calles, okupando centros sociales, ... “Estas son nuestras armas” y están muy cargadas, cargadas de ganas, de ilusión, de potencia, de inteligencia, de futuro, de corazón, de unidad popular.
La unidad popular será lo que hagamos que sea. De nosotras y nosotros depende. Por nuestra parte estaremos para que cada día sea mas Unidad Popular. Y contamos con que somos much@s quienes vamos a remar en esta dirección.
Lo que tenemos delante es una gran responsabilidad, y l@s comuner@s del siglo XXI la asumimos. Ni queremos, ni podemos mirar para otro lado. Mirar de frente y con ganas a la lucha conjunta de pueblos, mujeres y sectores populares, que hacen que la victoria sea posible ¡A por ella! ¡Hagamos unidad popular!
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