No se puede pedir a El Mundo lo que no te va a dar: volverse castellanista y renunciar al nacionalismo español de una tacada, pero en el reportaje sobre Castilla-La Mancha veo algún tibio motivo de satisfacción.
Aunque sea de pasada habla de "Castilla" para referirse a la autonomÃa, de "comarca" para referirse a La Mancha y además hace alguna mención a la cuestión de la mancheguización y a la artificiosidad de la comunidad autónoma.
No será para tirar cohetes pero estos debates, clásicos del foro en sus mejores tiempos, empiezan a aflorar en prensa y tal vez eso sea un indicio de que en cierta modesta medida, algunas partes del discurso castellanista van calando.
Pues yo que quieres que te diga Mesonero, parece que somos la putilla del españolismo.
No es nuevo asà que no es gran cosa que se revele como tal. Quien sabe, el españolismo más rancio sacrificó a Castilla en el altar del "espÃritu del 98" e igual el españolismo cuestionado del siglo XXI reflota a Castilla.
Por más que pueda disgustar y en mi caso que sea incoherente con mis propias ideas, ante una redefinición de España como estado plurinacional, Castilla tiene que estar presente y el castellanismo no tiene fuerza ni capacidad para modificar los términos del debate. El españolismo en cambio, sÃ.
Si ese debate se produce mañana, Castilla está fuera de juego. Quien puede no quiere y quien quiere no puede. Asà que si el españolismo que nos sacó del tablero nos vuelve a meter en él, creo que es mejor tratar de aprovechar la oportunidad.
esa Pangea Castellana que pretendemos está a un paso de verse como una alternativa plausible para muchos y muchas
No lo veo, no al menos entre la gran mayorÃa que es la que decide y no las minorÃas, aunque sean minorÃas significativas.
Solo con que el empleo del concepto de Castilla se generalizase en los medios, se ganarÃa más que con años de trabajo de base (sin quitaros un ápice de mérito). Esta claro que eso no forjarÃa castellanistas, ni nacionalistas, ni independentistas, pero salvarÃamos el gran escalón: el hecho de que hablemos de Castilla como nación cuando buena parte de sus ciudadanos ni siquiera se reconocen castellanos y los que si lo hacen son en realidad simples dueristas o nostálgicos de un medievo bochornosamente idealizado.
No todos los catalanes son independentistas, nacionalistas o federalistas y sin embargo no conozco ninguno que no se reconozca como tal. Vale lo mismo para vascos, gallegos... Las identidades y los proyectos polÃticos pueden ir perfectamente por separado y esas identidades fueron reforzadas por el mismo españolismo que a nosotros nos borró.
Entiéndase, no es que el franquismo fuese catalanista, pero no borró la "catalanidad", solo la redujo a su conveniencia. Difuminó la cultura pero no la idea de koiné, de colectivo, de comunidad y sobre esas cenizas pudo surgir la chispa del catalanismo predemocrático.
Con Castilla fue peor porque entre franquismo y democracia nuestra identidad no ha sido menos atacada que la catalana pero además sà que dispersaron nuestras cenizas. Si ahora al españolismo le da por comenzar a reunir de nuevo las cenizas dispersas estarÃamos en la casilla de salida de la que otros partieron.

