A finales del franquismo, como consecuencia de la introducción de la regionalización de la planificación económica en el III Plan de Desarrollo, los presidentes de las diputaciones de Burgos, León, Palencia y Segovia iniciaron en julio de 1971 una serie de reuniones con varias de las once diputaciones provinciales de Castilla la Vieja y León.
De estas reuniones, surgieron varias ponencias de estudio en materia de asistencia sanitaria, atención de discapacitados, interconexión de redes de carreteras, plan turístico o creación de la mancomunidad castellano-leonesa.
Para más detalle:
http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1971/12/22/pagina-11/34276467/pdf.html?search=mancomunidadDe haberse creado esta mancomunidad de provincias, el proceso autonómico posterior quizá hubiera sido algo más vigoroso y, sobre todo, con menos zigzags de salidas de proceso autonómico y reincorporaciones (la de Segovia, in extremis, en 1983).