De todos modos aquí lo que falla no es la Fundación Villalar, si nuestros políticos gobernasen bien y Castilla y León avanzase y se desarrollase como debe verías como el leonesismo lo defendían cuatro gatos. Ese es el verdadero problema.
Ese es uno de los problemas pero no el único ni el más importante. Fíjate en Cataluña o País Vasco. Acaso les va mal económicamente? El único arreglo es que se creen las 2 comunidades que se debieron crear en 1983. EL híbrido no funciona por más que los políticos intenten hacerlo funcionar con calzador. Pero ni PP, ni PSOE están por la labor de dar la autonomía a Castilla y a León, o sea que el problema continuará. Te adjunto otro artículo que publica hoy El Mundo-La Crónica a raíz de la reforma estatutaria.
martes, 11 de abril de 2006
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EL DEBATE AUTONOMICO
El hecho histórico de León tendrá más peso en el Estatuto, pero no variará su definición ANA R. LOPEZ
LEON.— El pasado viernes arrancó el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad con la creación de una comisión no permanente para la elaboración de un informe sobre la oportunidad de la reforma de la norma básica y los posibles contenidos de la misma.
El debate sobre la definición de la comunidad fue, sin embargo, el primero de estos pasos y fue una iniciativa presentada hace unos días por el PP sobre la posibilidad de que en la reforma se incluya la autonomía como 'nacionalidad histórica'. La respuesta de UPL fue contundentemente en contra y, poco después, populares y socialistas acordaron apoyar el término
'comunidad histórica'.
Sin embargo, en este debate la voz de León, en boca de los representantes de los principales partidos políticos de la provincia, se convierte en protagonista. Los partidos mayoritarios, PP y PSOE abogan por aumentar el techo competencial y mejorar las políticas para eliminar desequilibrios y fortalecer León al igual que el resto de provincia, mientras que UPL mantiene su objetivo de separar León de Castilla.
Así, el procurador en las Cortes del PP por León, José María López Benito, asegura que la posición de su partido está muy clara. «El mapa autonómico está cerrado», por ello estima que para León «lo mejor es que Castilla y León sea una comunidad fuerte», a fin de que la provincia leonesa se vea igualmente fortalecida.
Reconoce que Castilla y León es una Comunidad Autónoma «formada por dos regiones que tienen una historia tremenda, que han sido dos reinos», pero «ese es un debate estéril» y lo que ahora debe preocupar a la hora de reformar el Estatuto es alcanzar un mayor techo competencial, puesto que «tenemos por razones históricas y culturales el orgullo suficiente como para afirmar que no somos una región de tercera ni de segunda». El procurador popular considera que, partiendo de esta base, el PP espera que el Estatuto se reforme «en un clima de tranquilidad política y social y que no sirva para generar enfrentamientos territoriales», procurando «el mayor consenso político y social posible».
Por su parte, el procurador en las Cortes de Castilla y León del PSOE por León, Antonio Losa, se congratula por el hecho de que el PP haya aceptado el término 'comunidad histórica' como definición de la Comunidad, un concepto que los socialistas adoptaron hace meses.
Según Losa, Castilla y León es una autonomía «asentada en dos reinos históricos, el de Castilla y el de León, y eso es lo que le da el carácter histórico», aunque estima que debe hacerse un repaso por la los acontecimientos pasados que definen esta comunidad para que quede reflejado en el preámbulo la historia de esos dos reinos, puesto que «no hay ninguna raya administrativa que defina qué es León y qué es Castilla».
En opinión del socialista, el papel de León se reconocerá así cuando se hable de historia en el preámbulo y añade que el desequilibrio territorial se debe a un «fracaso» surgido de las políticas aplicadas durante 19 años de gobierno del PP, «no por el sistema autonómico». Incidió en que la reforma servirá, en especial, para ampliar las competencias de Castilla y León y en la búsqueda de objetivos como el mayor protagonismo de los territorios para evitar desequilibrios y descentralizar las administraciones a fin de que puedan desarrollar funciones en todos los territorios, desde las comarcas hasta las cabeceras provinciales.
Por su parte, el líder de UPL y también procurador en las Cortes de Castilla y León, Joaquín Otero, defiende la «birregionalidad» mientras exista la actual comunidad y pide que en se establezca en el nuevo Estatuto la Presidencia de la Junta de forma alternativa por legislaturas, así como el reparto paritario de consejerías y otras instituciones por los distintos territorios. También exigen que la norma básica incluya una serie de disposiciones transitorias donde se regule el proceso por el cual la autonomía «pueda dividirse en dos y constituirse en una Comunidad Autónoma de León, o de León, Zamora y Salamanca, si éstas últimas quieren», a través de la creación de un órgano transitorio que asuma las competencias de esta Comunidad hasta las primeras elecciones democráticas y la constitución del Parlamento en León, como pide UPL, partido político que en febrero inició una recogida de firmas para celebrar un referéndum sobre la segregación del territorio leonés.
Sin embargo, Otero no se muestra optimista con este proceso de reforma estatutaria y asegura que al final «va a haber un Estatuto de Autonomía sin ninguna personalidad, copiado del resto de los estatutos, sin entrar en el reconocimiento de la singularidad de esta comunidad formada por dos regiones perfectamente delimitadas y definidas, dos antiguos reinos, dos regiones históricas, naturales, sentimentales que cuantos más años pasan más diferencias tienen».

