Si viajais a Soria no dejeis de visitar la iglesia de Sto Domingo. Es una maravilla del románico.
Junto a la iglesia está el convento de las hermanas clarisas. Al acercarnos al mismo, nuestras pituitarias se alegran con un magnífico olorcillo a dulces horneados. Son las pastas que elaboran para la venta estas buenas monjas.
Llamamos al timbre que hay en el portal del convento y el torno se mueve apareciendo una simpática monjita que, cuando esperamos que nos salude con el tradicional "Ave María Purísima", lo hace casi al estilo hippy diciendonos "Paz y amor, buenos días"
Le decimos que desamos comprar dulces y nos entrega a través del torno una carta con las variedades que elaboran.
No os perdais los corazones de yema y mantequilla, exquisitos, y sobre todo las PASTAS CASTELLANAS, están "teta de novicia" - y nunca mejor dicho.