Espero que os guste este pequeño texto que encontrado en la red es de Villalar 2001 un poco antiguo Xd pero esta muy bien
Castilla no olvida
Como cada 23 de abril las campas de Villalar se llenaron de gentes peleonas y de izquierda para recordar la derrota de los comuneros. Ciertamente la batalla de Villalar significó la derrota del movimiento comunero en el norte de Castilla; aunque en el sur, Toledo logró resistir diez meses más. Pero lo que realmente se celebra el 23 de abril es el levantamiento del pueblo castellano contra el proyecto imperialista de Carlos V, en lo que los historiadores consideran la primera revolución moderna.
Lo verdaderamente sobresaliente de las gesta comunera es que el pueblo castellano se organizara democráticamente para defender un proyecto popular, un proyecto proto-nacional castellano, y que en torno al mismo se concentraran la inmensa mayoría de las clases populares, tanto en el medio rural como en el medio urbano, especialmente en este último.
El proyecto comunero se desarrolló entre 1520 y 1522, siendo capaz de organizar a la sociedad castellana durante muchos meses, a pesar de que en contra suya había fuerzas poderosísimas: la Corona, la alta nobleza y la alta burguesía.
Es la capacidad de lucha y resistencia comunera lo que se admira cada año en las campas de Villalar. Por ello muchas personas piensan que quienes representan hoy los intereses imperialistas no deben acudir a Villalar. Los neofranquistas han querido acabar con las concentraciones populares de la histórica villa en diversas ocasiones. En 1977 unas bandas fascistas integradas por jóvenes de la entonces Alianza Popular y de la organización ultra-españolista Fuerza Nueva intentaron disolver la concentración durante una actuación del Nuevo Mester de Juglaría. Propósito que no pudieron ejecutar cabalmente porque la multitud les arrebató y quemó las numerosas banderas españolas y tras ello obligó a los provocadores a efectuar una fuga precipitada hasta sus autobuses.
En el año 1988, Aznar, que entonces era presidente de la Junta de Castilla y León retiró de Villalar a las instituciones, pensando ingenuamente que con ello se acabaría la fiesta comunera. Sin embargo la realidad es que año tras año la fiesta y la reivindicación política han continuado hasta cumplir este año su 25 aniversario.
Ahora la amenaza contra Villalar sigue personalizada en el Partido Popular, partido que quiere acudir allí para acabar con la izquierda luchadora y para desnaturalizar el día nacional de Castilla. Este año en círculos oficiales se había preparado el ambiente para que Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León acudiera al monolito de los comuneros a fin de hacerse la típica foto que después hubieran reproducido todos los órganos de prensa. Por eso este año han concurrido a Villalar muchas más personas que en años anteriores, pues es mucha la gente que le tiene ganas al PP y querían decirle a sus dirigentes que los neofranquistas no tienen cabida en unas celebraciones que siempre han tenido carácter reivindicativo.
Como dijo Doris Benegas en su intervención, "el PP lleva varios años enseñando la patita por debajo de la puerta, pero como los castellanos y las castellanas no nos dejamos engañar y reconocemos bien al lobo, no le abrimos la puerta de Villalar y se ha tenido que ir a otra parte". Porque es ilegítimo que quienes representan hoy los mismos intereses que antaño representaban los imperiales quieran arrebatar uno de los símbolos más queridos del castellanismo ¿Qué quiere celebrar la derecha franquista en Villalar?
¿Quieren jactarse de la destrucción del medio rural castellano? ¿De la desaparición de una buena parte de las explotaciones agrícolas y ganaderas? ¿Del debilitamiento del frágil tejido industrial castellano, con el cierre de Nicas, Hispano Textil, Sintel, azucareras, etc.? ¿La desaparición progresiva del pequeño y mediano comercio provocada por las grandes superficies comerciales en manos de capital extranjero? ¿El progresivo desmantelamiento y privatización del sistema sanitario público? ¿La precarización del sistema educativo público y el desvío de fondos al sistema privado? ¿La precarización del sistema de Seguridad Social y de pensiones? ¿El aumento de la represión policial y la brutal involución antidemocrática que sufrimos?
No tienen derecho a ir a Villalar a pavonearse por estos atropellos. El día que se atrevan a ir, se lo van a decir claramente los afectados por su política nefasta. Así, que es mejor que se queden en sus casas el 23 de abril y no provoquen. Ellos son los enemigos del pueblo trabajador castellano. Representan hoy a quienes en 1521 masacraron y asesinaron a quienes luchaban por un proyecto progresista para Castilla. Que no mancillen, que no insulten la memoria de Padilla, Bravo, Maldonado y María Pacheco. La derecha franquista no tiene cabida en Villalar, si tienen ganas de salir a la calle que se concentren el 20 N en la Plaza de Oriente, como lo hacían en vida de Franco.
En Villalar se combate contra el neoliberalismo y la globalización, se recuerda a la Revolución Cubana en el cuarenta aniversario de la proclamación de su carácter socialista, se denuncia que faltan residencias para los ancianos, que hay un desfase abismal entre el costo de las residencias y las pensiones que se cobran, que se ha subido el precio de las residencias públicas a unas cifras que los mayores no pueden pagar y están marchándose de ellas, que se quiere imponer la reválida a los estudiantes de bachiller como en el franquismo, que la enseñanza es cada día más clasista y se está privatizando, que se van a clasificar las universidades en distintas categorías para que la sociedad sea cada día más desigual, que se va a poner la universidad al servicio de la empresas y no de la sociedad, que el medio ambiente se degrada de forma irreversible por culpa de los intereses económicos de unos pocos, que los trabajadores están cada día más explotados y arriesgan su vida todos los días en los tajos y además se pasan largos años de su vida en el paro.
Todas estas cosas denunciaron en la tribuna de Villalar Josefina Fraile (Plataforma Antidesmontes de Guardo), Nicolás Sosa (Comité Antinuclear de Salamanca), Joaquín Isabel (Trabajadores Unidos de FASA-RENAULT), Paco Martín (Coordinadora Castellana de Estudiantes), Francisco Javier González (Izquierda Comunera), Paco Herrero, (Partido Comunista del Pueblo Castellano), Rocío Mielgo (Mujeres Castellanas), Yoni (Juventudes Castellanas Revolucionarias), Roberto (Colectivo de Jóvenes Comunistas), Luis Ocampo (Unidad Popular Castellana) y Doris Benegas (Izquierda Castellana).
Como novedades importantes del Villalar del 2.001, aparte de indicar que ha sido el más numeroso y uno de los más combativos de los últimos diez años, se pudo escuchar en la tribuna a colectivos que han establecido una línea de colaboración permanente con Izquierda Castellana. Los militantes de Izquierda Comunera constituían anteriormente la organización territorial de Tierra Comunera en Madrid y visto que este partido se desliza alarmantemente por la senda de la derechización y el oportunismo, hasta el extremo de que en los últimos meses sus concejales de Burgos trabajan prácticamente para el Partido Popular, han decidido incorporarse colectivamente a Izquierda Castellana con el nombre de Izquierda Comunera. Entienden que Izquierda Castellana es hoy por hoy la única organización que ofrece un programa progresista, coherente, honrado y de lucha para la totalidad de Castilla.
Por su parte el Partido Comunista del Pueblo Castellano (organización en Castilla del PCPE) ha establecido una línea de colaboración permanente con Izquierda Castellana por decisión libre y voluntaria de sus militantes, ratificada por el Comité Central. Este partido entiende que Izquierda Castellana es el instrumento más idóneo para la acción revolucionaria en Castilla.
En resumen, el Villalar del 2.001 ha sido testigo del crecimiento de Izquierda Castellana, cuyo peso especifico en las campas ha sido muy notorio. Quienes asistieron allí han sido testigos de que su carpa era la más grande y la más concurrida. Sus actos han sido los más numerosos y de mayor calado político: acampada, comidas populares, charlas, concierto, recital, mitin, manifestación y ofrenda. Sin embargo la prensa ha seguido al pie de la letra los "libros de estilo del periodismo español" y se ha limitado a ejecutar obedientemente las instrucciones del Delegado del Gobierno en Castilla y León, el cual ha recomendado a todos los directores de los medios que no hablen de Izquierda Castellana a fin de que las ciudadanas y los ciudadanos no se enteren de que esta organización ha emprendido una lucha frontal contra la derecha franquista, la monarquía heredada de la dictadura y contra la explotación salvaje del capitalismo neoliberal.
Se notó la ausencia de las cámaras de televisión en todos los actos programados por Izquierda Castellana, pero por el contrario se notó la presencia clandestina de cámaras modernísimas de la guardia civil que se esforzaron por registrar las caras de cuantas personas participaban en las actividades castellanistas. Una vez grabadas las imágenes, los agentes del "benemérito cuerpo" tienen la tarea de buscar en los ordenadores policiales los nombres de los participantes para imputarles más tarde su participación en actividades criminalizables ¡Vaya, con la democracia española! ¡La televisión para los políticos del régimen que salen en la pequeña pantalla todos los días y tantas veces que se nos vuelven vomitivos! ¡Para los críticos se nos reserva el vídeo de la guardia civil, la denuncia judicial y la multa gubernativa!
Finalmente, en el capítulo de saludos recibidos desde el exterior con motivo del Día Nacional de Castilla, destaca el enviado Sven Gatz, parlamentario flamenco, diputado del VU & ID, que insistió en la necesidad de hacer una alianza de los pueblos europeos para luchar por una mayor equidad social y por una Europa Federal, abierta y tolerante, en la cual se respeten los derechos sociales y culturales de todos los pueblos del mundo. A este respecto conviene recordar que en los orígenes de la revolución comunera hay un rechazo castellano hacia los muchos nobles flamencos que trajo Carlos V para ayudarle en el gobierno de la monarquía. Sin embargo los comuneros no rechazaron a los extranjeros por serlo, sino que se sintieron menospreciados por Carlos V por no confiar en la capacidad de autogobierno de Castilla y eso fue lo que les hizo levantarse contra el monarca.
Hoy día el nacionalismo progresista también rechaza los planteamientos fascistas y xenófobos. Defiende la solidaridad popular e internacionalista como un principio fundamental de la lucha por la emancipación de la humanidad. En este sentido es muy de agradecer que el pueblo de Flandes haya entendido perfectamente que la celebración de Villalar no se hace en contra suya, sino a favor de una Castilla libre que respeta y defiende la rica diversidad cultural y lingüística europea, porque cada lengua es parte de un patrimonio cultural colectivo que beneficia a toda la
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