TIERRA COMUNERA (TC) DENUNCIA QUE EL PRESIDENTE BARREDA HACE ELECTORALISMO
CON SU PRETENSION DE RECURRIR EL ESTATUTO ANDALUZ.
TIERRA COMUNERA (TC) ya denunció el pasado mes de junio de 2006 que el
Gobierno de CLM, presidido por el "muy obediente a sus jefes" Sr. Barreda,
no estaba haciendo nada por defender el parte castellana de la cuenca del
Guadalquivir frente a las pretensiones andaluzas de consagrar en su
estatuto la gestión exclusiva de esa cuenca.
Las declaraciones en la mañana de hoy del Presidente de CLM (en Onda Cero
Radio) en las que afirma que su Gobierno "está estudiando muy seriamente"
la posibilidad de recurrir dicho Estatuto ante el Tribunal Constitucional,
nos recuerdan los silencios clamorosos no sólo del Sr. Barreda y su
gobierno sobre este asunto, sino de todos los Diputados y Senadores
socialistas en las Cortes Generales, que lejos de defender los intereses
de los ciudadanos a los que representan (y por ello cobran un suculento
sueldo), siguen obedeciendo ciegamente las consignas de su partido y
votando en contra de los intereses de los ciudadanos de las provincias de
CLM.
A juicio de esta formación castellanista, es vergonzoso e insultante que
ahora el Sr. Barreda (a la sazón Secretario General del PSOE de CLM)
decida recurrir el Estatuto andaluz, cuando sus Diputados y Senadores
socialistas lo han aprobado obedientemente en las Cortes. Si tuvieran las
más mÃnima verguenza, o el Sr. Barreda o todos los Diputados y Senadores
socialistas de las provincias de CLM (empezando por el Sr. Alejandro
Alonso,
coordinador de dichos diputados y por la Sra. DÃez de Valdeón, esposa del
Sr. Barreda) deberÃan dimitir inmediatamente. Este mismo caso lo vivimos
(con idéntica indignación por parte de TIERRA COMUNERA (TC)) cuando PSOE y
PP de CLM decidieron recurrir el Estatuto valenciano, aprobado en las
Cortes Genrerales con los votos de esos mismos partidos.
La actitud esquizofrénica del PSOE de CLM (ya veremos si el PP no se sube
también al carro) deberá algún dÃa ser explicada a los ciudadanos que son
quienes, al final, les pagan el sueldo a estos polÃticos profesionales que
no tienen el menor empacho en votar una cosa y la contraria sin que se les
caiga la cara de verguenza. Y en vÃspera electorales, esta actitud no
pueden ser tachada más que de electoralista.

