Sin duda, la Sabina Albar o Enebro (juniperus thurifera)
La encina y la vid son plantas muy representativas pero no solo de nuestro territorio, encontrándose también en la mayor parte de España y Portugal y buena parte de Francia e Italia, incluso en el norte de Africa (en el caso de la encina)
La sabina albar en cambio se distribuye mayoritariamente en territorio castellano y leonés y no solo a nivel español sino mundial. De tal forma que de las 125000 hectáreas de bosque que existen en España unas 100000-110000 están aquÃ. Este árbol que puede llegar a alcanzar los 25 metros de altura y 2 de diametro por lo general no pasa de ser un arbolito debido a que crece en suelos muy pobres y climas continentales. Es un superviviente, una reliquia del terciario.
Para terminar adjunto este texto:
-Los enebrales castellanos han sido admirados por nuestros escritores, poetas y académicos de la lengua mas afamados que, en numerosas ocasiones, como Ortega y Gasset, consideran al enebro como el mismo sÃmbolo del alma castellana. Además de Gaspar Gomez de la Serna, Miguel Delibes, Sandalio de Alas y otros muchos, podemos declarar al gran escritor del Burgo de Osma, Dionisio Ridruejo como cantor del enebral soriano y castellano por excelencia que encomia:
“El enebro del páramo, el árbol negro e incorruptible en el que se han tallado tantas vÃrgenes y santos...â€; Este mismo autor en su extensa obra “Castilla La Vieja†(1974) compara nuestro árbol con el hombre castellano “aquellos enebros de ramón oscuro, apretado y cortoâ€... “árbol humilde, de tierra escasa, que endurece su madera ; es aromático y casi incorruptibleâ€
El enebro de Castilla y León goza del aprecio de sus productos, pero sobre todo de su entrañable valor sentimental. Como el ciprés en el ámbito mediterráneo o el tejo en la cultura celta atlántica, el enebro es el sÃmbolo de la eternidad y el árbol emblemático del pueblo celtÃbero y el alma castellana-