Es cierto, pero de ahi al terrorismo hay un buen paso.
O uno muy pequeño: los imanes de las mezquitas no atentan con sus propias manos, pero se encargan de llenar de odio las cabezas de una serie de personas que luego sí que son capaces de atentar contra la integridad de las personas.
Dios quiera que me equivoque, pero desde hace un par de años en madrid, los grupos de extrema derecha se están volviendo cada vez más activos. Algunos van a gritar e insultar a las puertas de los teatros a personas que, fuera del escenario y en contextos totalmete distintos a los de su actividad profesional, se cagan "en la puta España" (que por soez que sea, en España, por suerte, hay libertad incluso para cagarse en este país); otros, van un poco más allá y lanzan cócteles molotov contra el teatro Alfil. Los de más allá van amenazando de muerte, cual cachorros de HB, a médicos de clínicas donde se practiva el aborto...
Espero, como decía, que se quede sólo en esto.