Desde que tengo uso de razón (o creo tenerlo) he escuchado hasta la saciedad a políticos, periodistas, empresarios e intelectuales de todo pelaje decir que Castilla se despuebla. Lo sorprendente es que, después de tantos años de catastrofismo, aún queden seres humanos hoyando este desierto imaginado.
Me pregunto si toda esta parafernalia no sirve a algún interés oculto que no llego a comprender. ¿Porqué ese empeño en que seamos mas, siempre mas? Parece que lo secundario es que los que estemos vivamos mejor, que nuestra calidad de vida mejore. Lo urgente es que seamos más. Da igual que los sueldos sean una miseria o que no tengamos donde caernos muertos. Pobres pero muchos.
Nuestro medio ambiente agoniza sin remedio. Consumimos muchos más recursos de los que se renuevan. Muchos pueblos en verano no tienen agua. La Confederación Hidrográfica del Duero, por poner un ejemplo, anula urbanizaciones por ser incapaz de suministrarlas el agua suficiente. Los ojos del Guadiana ya no manan por la sobre-explotación de los acuíferos. Madrid parece que nunca dejará de crecer como una inmensa y amenazadora gota de aceite.
Y, en cambio, según los políticos, nos despoblamos. ¿Porqué no hay absolutamente ningún partido político, por pequeño que sea, que considere que ya somos suficientes o, en todo caso, hable de mala distribución de la población y no de despoblación?
Cuando he visitado una gran ciudad no he tardado ni cinco minutos en echar de menos a los inmensos horizontes castellanos, tan llenos y vacíos al mismo tiempo. Si poblar Castilla significa llenarla de carreteras, chimeneas y aburridas urbanizaciones entonces yo me quedo con la Castilla “despoblada”.
Esta es mi opinión