Pero estos datos son completamente falsos, ¿de donde los sacas?
No se si son falsos o no, supongo que tú controlas bastante más el tema como es natural y por eso te he pedido tu opinión. No obstante esos datos están sacados de wikipedia que, a la vez, tiene como fuente:
Fuentes (para lengua habitual): Cataluña, Rosellón y Alguer: Datos de la Encuesta de Usos Lingüísticos en Cataluña Norte del año 2004, de la Generalidad catalana[8] en los que se pregunta a 400 personas "¿Qué lengua utiliza habitualmente?". Comunidad Valenciana: Encuesta de junio del 2005 del Servicio de Investigación y Estudios Sociolingüísticos, de la Consellería de Cultura, Generalidad Valenciana[9], donde se pregunta a 6.600 personas "¿Qué lengua es la que utiliza en casa?".
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También contiene datos sobre la gente que entiende y que sabe hablarlo por regiones, te invito a que le eches una ojeada, está interesante:
http://es.wikipedia.org/wiki/Lengua_catalanaPero lo de no depender de otros estados es falso, Andorra no depende de ningún estado, es independiente.
Sí hombre, eso ya lo sabemos todos, es quizás una manera incorrecta de expresar que fue el único periodo en el que la jefatura de estado no la tenía ningún mandatario extranjero, está claro.
Bilingüe es una persona, no un lugar, y bilingüe es la persona que habla dos lenguas por igual y normalmente no es así sino que habla una más que otra.
He consultado el Diccionario de la RAE:
Bilingüe 1. adj. Que habla dos lenguas. 2. adj. Escrito en dos idiomas. con lo que es tan correcto/incorrecto decir "Cataluña es bilingüe" que "el catalán es la lengua propia de Cataluña" ¿no?
Tienes razón, no me acordaba. Maragall hizo muchas chorradas pero igualmente estoy de acuerdo en esto que pone.
¿Con lo de la francofonía? perdóname Elladan, como ves no soy de los foreros que más participan pero sí que os suelo leer con asiduidad y, sinceramente, me parece que tienes más conocimiento que el que demuestras con esa cita. Una vez más, perdona.
Bueno eso de que se habla catalan en Valencia es muy subjetible, no sé si habrás oido hablar de la lengua valenciana.
Yo pienso que valenciano, mallorquín y catalán son la misma lengua, quizá con distintas variantes, no lo sé, pero la misma lengua. El resto es política.
por la ayuda que Castilla y sus tercios
Los Tercios eran españoles, no exclusivamente castellanos.
Y para acabar, como veo que estáis picados con el tema de Aragón, os paso un artícuo del gran Perez Reverte, supongo que gustará a unos más y a otros menos:
Aragón tambien exíste
Que sí, hombre, que ya era hora. Que en toda esta lista de los más vendidos, en este concurso inaudito de ignorancia, manipulación y mala fe a la hora de reinventar la Historia, uno está hasta la línea de flotación de oír siempre a los mismos, como si el resto hubiera oficiado de comparsas en la murga. Y hete aquí por fin que alguien reacciona como es debido, y dice venga ya, y decide que ya es hora de poner en su sitio a unos cuantos timadores y mangantes, de esos que les pagan pesebres a sus historiadores de plantilla para que descosan y vuelvan a coser la historia a medida, y luego la meten en los libros de texto y se montan unas películas que ya las hubiera querido Samuel Bronston. Eso mientras los que saben se callan, porque son unos mierdecillas, o por el qué dirán, o porque les interesa.Y de ese modo terminamos viviendo en una España virtual, que no la conoce ni la madre que la parió.
Así que olé los huevos de Aragón, o de quien decidiera montar la exposición Aragón, reino y corona, que no sé si andará por alguna parte ahora, pero que durante el mes de mayo estuvo abierta en Madrid. En toda esa mentecatez de la que hablaba antes ahora resulta que existió un imperio catalán que hasta hace cuatro días pasó inexplicablemente inadvertido a los historiadores, o que los irreductibles vascos nunca se mezclaron en las empresas militares ni comerciales españolas Aragón había estado mucho tiempo callado, pese a tener muchas cosas que decir, o que matizar, desde aquel lejano siglo onceno en que Ramiro I, contemporáneo del Cid, sentaba las bases de un reino que abarcaría Aragón, Valencia, las Mallorcas, Barcelona, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, Atenas, Neopatria, el Rosellón y la Cerdaña, y terminó formando la actual España en 1469, gracias al enlace entre su rey Fernando II de Aragón e Isabel, reina de Castilla. Ése es el hecho cierto, y no lo cambian ni el mucho morro ni el reescribir la Historia; incluido el manejo exclusivista y fraudulento de las famosas barras que eran Senyal real no de un reino o territorio, sino de una familia o casa reinante que, como matizó Pedro IV en el siglo XIV, tiene Aragón como título y nombre príncipal. Casa reinante que absorbió a la casa de Barcelona, extinguida en 1150 por mutua conveniencia y deseo del titular de esta última, el conde Ramón Berenguer; que al casarse con Petronila, hija de Ramiro el Monje, rey de Aragón, adquirió como propio un linaje superior, pero renunciando al suyo, no titulándose más que princeps junto a su esposa regina; de modo que el hijo de ambos, ya con Barcelona incorporada a la corona, se tituló rex de Aragón, y nunca de Cataluña. Por suerte no todos los archivos han caído en manos de quien yo me sé tiemblo al pensar qué será de ellos, y aún quedan documentos donde comprobar lo evidente. Que por cierto, en cuanto a la propiedad histórica de las famosas barras, no está de más recordar que en 1285 la crónica de Bernard Deslot precisaba aquello de: «No pienso que galera o bajel o barco alguno íntente navegar por el mar sin salvoconducto del rey de Aragón, sino que tampoco creo que pez alguno pueda surcar las aguas marinasy no lleva en su cola un escudo con la enseña del rey de Aragón».
Así que cómo me alegro, oigan, de que aquel digno y viejo Aragón olvidado, marginado, asfixiado por la perra política de este perro país, aún sea capaz de decir aquí estoy, desmintiendo a tanto oportunista y a tanto manipulador y a tanto mercachifle. Recordando que existió una corona aragonesa que constituyó el imperio más extenso del Occidente medieval, donde, bajo su nombre y sus barras, Aragón, Cataluña y Valencia compartieron aventuras, comercio, guerras e historia, enriquecieron sangres y lenguas con el latín, el catalán y el castellano, cartografiaron el mundo, construyeron naves, pasearon mercenarios almogávares y dominaron territorios que luego aportaron a lo que ahora llamamos España, con la manifestación de los fueros y libertades propios en aquella fórmula tremenda, maravillosa y solemne: el «si non, non» heredado de los antiguos godos, mediante el cual los nobles aragoneses «que somos tanto como vos, y juntos más que vos», acataban la autoridad del rey de tú a tú, reconociéndolo sólo como «el princípal entre los iguales».
Por eso son buenas estas iniciativas y estas exposiciones y estas cosas. Son muy buenas, incluso higiénicas; y me sorprende que, como antídoto contra la manipulación y la desmemoria que están convirtiendo este lugar llamado España en una piltrafa y en una casa de putas insolidaria y estulta, no se les dediquen más esfuerzos, ocasiones y dinero. Por ejemplo, el que se ha utilizado en la imprescidible urgencia de sustituir La Coruña por A Coruña en los rótulos de las carreteras y autovías de toda España. Incluida, supongo, la N340 a la altura de Chiclana.
Revista "El semanal" 18 de junio de 2000

